lunes, 21 de marzo de 2011

Anuncio de Alianza para el Desarrollo no convence a analistas latinoamericanos

Tomado de La Tercera

Presidente propondrá en Chile acutalizar la Alianza para el Desarrollo, el histórico plan de cooperación regional lanzado por Kennedy en 1961

¿Por qué, aparte de Brasil, Obama visitará Chile?

La proyección internacional, la solvencia institucional y la relación con Estados Unidos hacen de Chile un país "inevitable" en una gira así. Probablemente, habría ido a Colombia también, pero allí será la próxima Cumbre de las Américas.

Porque lo ve como un país con el cual tiene relaciones estables desde hace ya varias décadas y el cual, por lo demás, tiene en EEUU una imagen bastante compartida de una situación económica y políticamente estable, una democracia fuerte y eso también juega un papel (...). Es una buena cosa que ocurra. Ahora, no hay que olvidar, por ejemplo, que en Perú hay elecciones dentro de poco y en Argentina también hay este año. Entonces, eso a veces hace que determinados países no se elijan. Y a Colombia va a ir de todas maneras el próximo año por la Cumbre de las Américas.

Haber escogido a Chile no tiene nada de controversial. Es el país menos desarrollado y más exitoso del mundo. En los últimos años ha demostrado más progreso en todos los ámbitos y lo ha hecho en democracia. Ha sido un ejemplo para el resto de la región, y en momentos en que algunos países andan con mensajes populistas y de otro tipo, Chile, a pesar de tener gobiernos de muy distintos tipos, ha mantenido una línea de respeto por la democracia, la oposición y de progreso.

No podía venir a América Latina e ir únicamente a Brasil, que es la primera prioridad de su viaje. Tenía que escoger otro país. Por dos razones: no le puede dar una importancia excluyente a Brasil y porque no ha tenido ningún contacto con Sudamérica, y eso es impensable. Lo de Chile es una elección lógica: tiene que dirigirse a la región desde un país que hable español. Hay valores compartidos y daba más garantías.

¿Qué espera de la nueva Alianza para el Progreso?

Retórica positiva, pero no mucho más. EEUU atraviesa una situación fiscal delicadísima y un debate entre republicanos y demócratas en torno al presupuesto que ha obligado a hacer recortes. La otra parte -facilidades comerciales y mayor intercambio- está relativamente consolidada, pero también estancada. A lo sumo puede esperarse la ratificación del TLC con Colombia y Panamá en algún momento, pero no es seguro ni siquiera eso.

La Alianza para el Progreso era un programa en período de guerra fría en que había muchos procesos revolucionarios en marcha y algunos procesos democráticos, como el de Chile, entre otros, que a EEUU le interesaba realizar. Pero los tiempos han cambiado, sobre todo desde el punto de vista económico y de lo que hoy pueden esperar países de desarrollo intermedio en América Latina. Seguramente va a haber una referencia, pero probablemente en temas vinculados a la cooperación económica, en educación, ciencia y tecnología, y no de ayuda a la pobreza que había en esa época.

Va a ser un discurso muy amplio en promesas y muy reducido en presupuesto. Muy elogioso con el progreso que ha habido en América Latina, enfatizará los vínculos, en la esperanza de que esos vínculos se profundicen y amplíen, en la solidaridad con los esfuerzos de América Latina por lograr más progreso para más ciudadanos en democracia, pero muy pocas de esas afirmaciones van a tener por detrás un presupuesto o recursos.

El discurso de Santiago puede pasar a la historia y ser el hito de su visita a Chile. Puedo decir que la Alianza para el Progreso implicaba recursos que hoy EEUU no dispone para su política exterior. No se puede esperar asistencia financiera para A. Latina, y menos para Chile, porque no califica.

¿Qué puede ofrecer hoy EEUU a la región?

No hay todavía una gran visión integradora, apenas una cierta preocupación por el rol creciente de China y una idea vaga de que Brasil será una potencia pronto. Pero Washington se pilló los dedos creyendo que Brasilia jugaría un rol exterior tan responsable como el de su política interna y, a través de él, la región ocuparía un espacio más determinante. No sucedió.

La Alianza para el Progreso ponía énfasis en los temas del desarrollo económico y social, y en las reformas económicas que había que llevar a cabo. Hoy, EEUU tiene buenas relaciones con nuestros países y buen comercio, y le interesa abrir mercado. Para eso, ofrece el mercado más grande del mundo, el país que más compra. Por lo tanto, creo que la oferta corresponde a un momento muy distinto de desarrollo económico y desarrollo político.

Un mercado muy importante, apoyo indispensable y mayor atención de lo que ha ofrecido hasta ahora a América Latina. Después de los ataques terroristas del 11/S, las prioridades de EEUU no han estado en América Latina, que no es una amenaza. Se han concentrado en Medio Oriente, en Afganistán, en Irak, Irán y en Corea del Norte. Es obvio que mientras Obama está en América Latina la realidad es que su atención y su prioridad en estos momentos tiene que ver... acaba de iniciar acciones bélicas en Medio Oriente, Libia.

El propósito de Obama es aumentar la influencia de EEUU en América Latina, que la ha ido perdiendo. Pero hoy se encuentra con una región mucho más autónoma, en que Brasil ya es potencia mundial. No es fácil eso para Obama. Gratuitamente, EEUU no hará nada, porque no tiene recursos. Ahora, si Chile quiere aprovechar esta visita tiene que invertir doblemente. Primero, intelectualmente.

¿Hasta dónde la agenda de EEUU eclipsa su foco en América Latina?

No hay duda alguna de que América Latina no es una prioridad en las máximas instancias. No representa suficiente problema y todavía no es una potencia económica lo bastante determinante como para obligar a EE.UU. a prestar especial atención a ese nivel. Pero puede ocurrir en unos años si la región sigue avanzando.

Lo que sale en las noticias, lo que atrae más la atención de la cabeza del gobierno, generalmente son los conflictos. Entonces, por cierto que la secretaria de Estado esté un largo tiempo en Medio Oriente muestra que ahí hay un conflicto, pero no muestra que no haya interés por los otros países (...). El tema hoy día es Libia, y hasta los reactores nucleares japoneses han salido un poco del primer plano, entonces en lo coyuntural y en lo mediático no cabe duda que esta gira en EEUU es menos visible por los problemas que están viviéndose en otros lugares del mundo.

Cuando no es Medio Oriente, es Corea del Norte, y cuando no es Corea, es China y cuando no es China, es Rusia, Irán o Afganistán. Entonces, lo que hay siempre es una lista. El presidente de EEUUnunca puede darse el lujo de elegir sus prioridades, puesto que siempre aparecen emergencias y sorpresas que lo distraen de cualquier plan que hubiera podido tener.

Lo primero que hay que destacar es que es muy valioso que el Presidente Obama no haya cancelado el viaje a raíz de los hechos en Japón y la intervención en Libia. Pero en América Latina no podemos esperar programas como los que se realizaron antaño, que significaron desembolsos de fondos norteamericanos sustantivos. En las crisis de Medio Oriente y de Africa del Norte, EEUU va a tener que concentrar la ayuda.

¿Es viable que Chile tenga un rol central en la región?

Todos hemos creído en el pasado que Chile jugaría un rol de liderazgo regional. Pero no acaba nunca de ocurrir y no creo que ocurra pronto, si alguna vez ocurre. EEUU quería delegar eso en Brasil, pero no funcionó. Ahora le gustaría que Chile, si bien no puede reemplazar a Brasil, al menos lo complemente. Pero Chile no tiene el deseo y el resto de la región tampoco lo percibe en ese rol. Creo que el siempre delicado asunto de las fronteras es un factor que inhibe a Chile de proyectarse más regionalmente.

Chile tiene un rol importante, básicamente, por la fortaleza de su sistema económico y político, pero no creo que se esté pensando nuevamente en los modelos y que Chile pueda jugar un papel de liderazgo, porque hoy día los liderazgos en la región son compartidos. Además, que se haya hecho alusión en Brasil al rol de los organismos internacionales, tanto los regionales como el hemisférico, es decir la OEA, muestra que en realidad, no hay una intencionalidad de poner algunos países a encabezar nada.

Chile es pequeño en economía y remoto en geografía, pero grande en ideas y aún mayor en ejemplo. Una cosa que siempre ha tenido perplejo al resto del mundo es por qué un modelo fracasado, como el de Chávez, tiene tanta visibilidad en la región y en otras partes del mundo, y un modelo tan exitoso como el de Chile es tanto menos visible en América Latina y en el resto del mundo.

Es impensable que Chile asuma un liderazgo en América Latina. Ese liderazgo lo tiene Brasil por derecho propio. Nosotros somos un país de tamaño medio y no tenemos esa capacidad. Sí podemos ser un espejo para algunos en ciertas cosas. Reformas que se han hecho acá pueden ser replicadas por otros. Pensar que Chile lidere la región es una equivocación.

¿Qué balance hace de la visita de Obama a Brasil?

Obama está algo desilusionado de Brasil o consciente de que sus expectativas -que Brasil fuera el conductor responsable de la región en el concierto mundial- eran excesivas. A partir de eso, ha limitado su confianza y está explorando cautelosamente a la Presidenta Dilma Rousseff, que apunta mejor, pero no acaba de ser garantía total.

Es una visita positiva, las relaciones habían tenido algunos temas de debate ahora último. Estoy seguro de que existe el ánimo de un muy buen entendimiento entre Brasil y EEUU, lo que hubo al comienzo del gobierno de Obama con el ex presidente Lula y creo que se va a tratar de retomar ese clima. No esperaba que EEUU apoyara el ingreso de Brasil al Consejo de Seguridad de la ONU, no fue una sorpresa para nadie que no lo hiciera. Creo que el Presidente Obama iba a Brasil, fundamentalmente, a retomar un diálogo sobre un conjunto de temas pendientes.

La visita se vio oscurecida, porque Brasil tiene una expectativa y un deseo y le pidió a Obama que apoyara e hiciera una reforma en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Brasil fuera un miembro permanente. Pero mientras pedía eso votaba a favor de Gaddafi. Creo que Brasil todavía tiene una tarea por hacer. Tiene que persuadir no a EEUU. También debe persuadir a América Latina de que es un representante de las democracias que defienden los DD.HH.

Obama no respaldó que Brasil sea miembro pleno del Consejo de Seguridad. Lula cometió un error de centrar su política exterior con ese pie forzado. Es algo muy complejo, lleva muchos años intentándose. Hace más de 40 años, EEUU apoyó que Brasil fuera miembro sin veto. No lo logró, y la transacción fue que Brasil todos los años abriera la reunión anual de Naciones Unidas.

¿Existen diferencias entre Piñera y los ex presidentes de la Concertación en su interlocución con EEUU?

Es curioso, pero Obama parece tener especial respeto por Piñera, siendo de tendencias algo distintas. Todos los gobiernos chilenos han tenido buenas relaciones con la Casa Blanca, pero en tiempos de la Concertación siempre había el temor en Washington de que para mantener unas apariencias de izquierda las concesiones chilenas a la corriente populista fueran significativas. No hay ese temor ahora.

Cuando uno está en Chile, vemos muchas diferencias entre el gobierno del Presidente Piñera y los gobiernos de la Concertación, pero desde acá (Washington) se ve como una gran continuidad institucional y económica en Chile. Entonces, no creo que el Presidente Obama esté haciendo una gran diferencia entre ellos. Creo que va a haber un reconocimiento a la continuidad política, no necesariamente a la continuidad de los gobiernos.

En estos momentos, una de las características de Chile es que tiene políticas de Estado, no tiene políticas que dependen de quién esté en La Moneda. La relación de Chile con EEUU ha sido sistemáticamente homogénea, y habría que mirar con microscopio para ver cuáles son las diferencias entre la política con Estados Unidos que tuvo Bachelet o Lagos con sus pares de la Casa Blanca y la que ha tenido el Presidente Piñera hasta ahora.

Piñera tiene un punto a favor importante, que es que tiene un doctorado en la misma universidad (Harvard) que Obama. En segundo lugar, en EEUU se reconoce a la persona que es exitosa. La gente que tiene éxito por sus propios méritos en EEUU es muy reconocida. Eso diferencia a Piñera de los presidentes anteriores, que sólo tienen una trayectoria política.

Alvaro Vargas Llosa

Importancia de A.Latina para EE.UU

"América Latina no representa suficiente problema y todavía no es una potencia económica lo bastante determinante como para obligar a EEUU a prestar especial atención".

Visión de Obama sobre Piñera

"Es curioso, pero el Presidente Obama parece tener especial respeto por el Presidente Piñera siendo de tendencias algo distintas".

Moisés Naím

Políticos en Chile

"Habría que mirar con microscopio para ver cuáles son las diferencias entre la política con EEUU que tuvo Michelle Bachelet y Ricardo Lagos y las que ha tenido Piñera hasta ahora".

Gira a Brasil

"La visita se vio oscurecida porque Brasil le pidió a Obama que los apoyara en el Consejo de Seguridad de la ONU y mientras pedía eso votaba a favor de Gadaffi".

José Miguel Insulza

Relaciones EE.UU. con Brasil

"No esperaba que EEUU apoyara el ingreso de Brasil al Consejo de Seguridad, no fue una sorpresa. El Presidente Obama iba a Brasil fundamentalmente a retomar un diálogo sobre temas pendientes".

Efecto de gira de Obama en A.Latina

"El tema hoy día es Libia y hasta Japón ha salido un poco del primer plano. Entonces, en lo coyuntural y en lo mediático, no cabe duda que esta gira en EEUU es menos visible".

Hernán Felipe Errázuriz

Rol de Chile en A.Latina

"Es impensable que Chile asuma un liderazgo en América Latina. Ese liderazgo lo tiene Brasil por derecho propio. Nosotros somos un país de tamaño medio y no tenemos esa capacidad".

Interés de EE.UU. en A.Latina

"El propósito de Obama es aumentar la influencia de EEUU en América Latina. Pero se encuentra con una región mucho más autónoma, en que Brasil ya es potencia mundial".

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