martes, 15 de marzo de 2011

EEUU vuelve a ponerle atención a Centroamérica

Tomado de Diario El Mundo

La creciente presencia del crimen organizado en el Triángulo Norte de Centroamérica, ha provocado que el gobierno estadounidense vuelva a ponerle atención a nuestra región.

Por Álvaro Cruz rojas

Cinthya Arnson es la directora del Programa Latinoamericano del tanque de pensamiento Woodrow Wilson Center en Washington, escritora y conferencista frecuente en temas de política exterior estadounidense en la región. Ha sido asistente legislativa en el Congreso estadounidense y directora asociada de Human Rights Watch/Americas. En esta entrevista con Diario El Mundo, advierte que el crecimiento del crimen organizado ha hecho volver los ojos de Washington a la región

¿¿Por qué el presidente Obama ha escogido El Salvador como su destino en Centroamérica durante esta gira por la región?

Después de ser ignorada en Washington por muchos años, Centroamérica está de regreso en la agenda política. La razón es desafortunada y tiene que ver con las crecientes actividades del crimen organizado, particularmente en el “Triángulo Norte”, El Salvador, Guatemala y Honduras.

Hay conciencia que la presión en los carteles de la droga en México ha causado parte del problema en Centroamérica, pero por otra parte, tiene que ver con la lógica del narcotráfico per se, en que los traficantes buscan constantemente cómo diversificar las rutas entre las áreas de producción de narcóticos (la región andina) y su más grande mercado (Estados Unidos). Los tomadores de decisiones en Washington ven a El Salvador con un liderazgo político comprometido al “buen gobierno” y con instituciones capaces que han sufrido reformas significativas desde la firma de los acuerdos de paz. Además, más de dos millones de salvadoreños –casi un tercio de la población salvadoreña- viven en Estados Unidos, así que hay una toma de conciencia que nuestros dos países están profundamente entrelazados.

¿Qué ve el presidente Obama en el presidente Funes y su administración para que sea su interlocutor en la región?

Los presidentes Funes y Obama establecieron una fuerte relación de trabajo durante su primera reunión en Washington. Ambos hombres son fuertemente pragmáticos y el compromiso de Funes con la inclusión social dentro de un esquema de estabilidad macroeconómica resuena en el propio espejo de la agenda del presidente Obama.

Ambos hombres enfrentan una significativa oposición interna a la realización de sus agendas políticas y han tratado de tener puentes por sobre las divisiones partidarias; eso, también, crea simpatía. El gobierno de Funes ha continuado las políticas de los anteriores gobiernos de ARENA en términos de cooperación en seguridad con Estados Unidos. No es necesariamente el caso que el gobierno estadounidense ve a El Salvador como su interlocutor en la región. Pero hay cada vez mayor preocupación en Washington sobre la inestabilidad política y la debilidad institucional en Guatemala y Honduras, así que son opciones menos atractivas para la visita de Obama.

El tema de la seguridad regional es un tópico de sumo interés para El Salvador, para Centroamérica y para los Estados Unidos. ¿Qué propuestas cree que puede traer el presidente Obama al respecto?

Creo que tendremos que esperar y ver. El presupuesto de este año ya incluye incrementos significativos en la asistencia de seguridad para propósitos de combatir el narcotráfico bajo el programa CARSI. Uno esperaría que también haya un compromiso renovado y extendido a programas para la creación de empleo y la mejora de la educación como formas de combatir la violencia juvenil. Podría haber también una nueva atención a formas de usar las remesas para fomentar las inversiones productivas. Dado el estado de la economía norteamericana y el grado de hostilidad a la reforma migratoria, es muy difícil que este tema figure prominentemente en la agenda. Podría haber, sin embargo, alguna extensión del TPS para los salvadoreños viviendo en Estados Unidos.

Desde el fin de las guerras en Centroamérica, Estados Unidos no había prestado mayor atención a la región, ¿por qué tiene que ser diferente ahora?

La principal razón tiene que ver con el crimen organizado. La violencia y la corrupción asociada con los carteles tiene el potencial de deshacer todas las victorias democráticas alcanzadas en El Salvador desde el fin de la guerra. También hay un gran nivel de preocupación sobre las alianzas crecientes entre las pandillas juveniles, las maras y los traficantes de drogas que, si se permite avanzar sin control, podrían causar una amenaza mayor a la gobernabilidad.

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