martes, 1 de marzo de 2011

Obama moviliza ejército para posibilidad de intervenir en Libia

Tomado de RFI

Obama propone a la ONU una zona de exclusión aérea en el país para evitar que los cazas de Kadafi bombardeen a la población civil. Miles de opositores marchan armados a la conquista de Trípoli. El sátrapa libio apela al miedo a Al Qaida para contener a la comunidad internacional.

El horizonte que alumbra el final del régimen libio se va tiñendo paulatinamente de rojo a medida que Muamar Kadafi se enroca violentamente en el poder. En estos momentos los opositores adiestran a miles de libios para marchar hacia el último gran fortín del dictador, Trípoli, y los últimos movimientos de la comunidad internacional hacen pensar que tendrán apoyo externo: Estados Unidos está movilizando sus tropas en la zona y el presidente Barack Obama ha pedido a la ONU que se cree una zona de exclusión aérea para impedir que Kadafi bombardee a la población civil y a los rebeldes.

La revolución libia hace días que se vio obligada a renunciar al modelo de revuelta relativamente tranquila que triunfó en Túnez y Egipto, y combate palmo a palmo en su avance hacia la capital en una suerte de coalición civil y militar que ya ha decidido unificarse en un Consejo Nacional que propicie la caída del régimen. La sensación es que, tarde o temprano, Kadafi será derrocado tras 42 años instalado en el poder. Incluso en Trípoli, la única zona que controla ya el régimen, centenares de personas se levantan contra las fuerzas de seguridad fieles al sátrapa libio, según ha confirmado a RFI una ciudadana venezolana que se encuentra en la capital.

Muamar Kadafi está acorralado. La oposición controla los principales yacimientos petrolíferos del país y rechaza las acometidas de los mercenarios contratados por Kadafi en Zauiya, a 50 kilómetros de la capital y en Misrata, 150 kilómetros al este de Trípoli o Ajdabiya, al sur. Aún así, el régimen sigue bombardeando y disparando contra esas zonas, como queriendo demostrar que cumplirá su promesa de resistir hasta el final. Kadafi da muestras de nerviosismo.

El lunes trató de agitar el miedo a Al Qaida en Occidente en un intento desesperado por detener los movimientos de la comunidad internacional. "Estoy sorprendido porque tenemos una alianza con Occidente para luchar contra Al Qaeda, y ahora que combatimos contra los terroristas nos han abandonado", declaró Gadafi a la cadena de televisión estadounidense ABC. Fue la misma estrategia a la que apelaron los tiranos de Túnez y Egipto, y Kadafi, aun sabiendo que de poco les sirvió, trató de emplearla. Otra muestra de su nerviosismo: Kadafi envió ayer al jefe de los servicios secretos a Bengasi, la capital de los rebeldes, para negociar. Después de mil muertos y en el punto en que se encuentra el conflicto parece muy tarde para dar marcha atrás.

La apelación a la comunidad internacional de Kadafi era un mensaje desesperado a Barack Obama, a quien calificó como "un buen hombre", aunque "desinformado" sobre lo que pasa en Libia. Pero Barack Obama ha puesto a funcionar la maquinaría diplomática para apoyar militarme de alguna manera a los rebeldes. El lunes se reunió en la Casa Blanca con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, para coordinar las acciones que la comunidad internacional pueda tomar para apoyar la rebelión. En concreto, le planteó crear una zona de exclusión aérea para evitar los bombardeos de Kadafi.

Esa amenaza flota ya tanto en el ambiente que Estados Unidos anunció que sus fuerzas navales en el Mediterráneo se están movilizando para ejecutar cualquier posible orden con celeridad. La secretaria de Estado norteamericano, Hillary Clinton, declaró, sin embargo, que no se preveía ninguna acción que implicase navíos de su país. Pero parece que la batalla final de la revolución de Libia es sólo cuestión de tiempo.

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