martes, 1 de marzo de 2011

Enorme gasto por deportaciones debería analizarse

Tomado de El Nuevo Herald

Foto diseñada por Debbie Grohen a finales del año pasado y difundida por FreakingNews.com. La imagen ha circulado mucho desde que Arizona impuso una controversial ley de inmigración

Por Andrés Oppenheimer

Mientras el Presidente Barack Obama y el congreso se pelean sobre qué recortes presupuestarios hacer para reducir el gigantesco déficit estadounidense, he aquí una idea políticamente incorrecta que podría ahorrar miles de millones de dólares: recortar el derroche de dinero que se gasta en las redadas anti-inmigrantes.

Ya sé, ya sé, la sola idea de recortar los fondos destinados a hacer cumplir las leyes inmigratorias es un sacrilegio para los conservadores --y otros estadounidenses-- que piensan que Estados Unidos está siendo “invadido” por inmigrantes latinoamericanos indocumentados que les están robando los empleos a los ciudadanos de este país, además de a menudo cometer crímenes violentos.

Pero hay cada vez más pruebas de que el arresto y deportación de los inmigrantes indocumentados en la frontera estadounidense se ha convertido en un gran negocio para las empresas privadas dedicadas a controlar y arrestar a los inmigrantes, sin lograr reducir significativamente el flujo de indocumentados.

“Miles de millones de dólares podrían ahorrarse si las agencias gubernamentales usaran mejor los recursos que se les han asignado, y si el Congreso acabara con los programas despilfarradores y redundantes”, dice un nuevo estudio del Foro Nacional de Inmigración, un grupo de Washington D.C. que apoya una reforma inmigratoria integral. Entre las conclusiones del estudio se cuentan:

-El gobierno de Estados Unidos deporto el año pasado a 197.000 inmigrantes que no tenían antecedentes delictivos, a un costo de 23.000 dólares cada uno, lo que represento un gasto de 45.000 millones de dólares. En vez de deportar a trabajadores agrícolas que requiere el mercado laboral estadounidense, el gobierno de Estados Unidos debería concentrarse en la deportación de criminales violentos, afirma el estudio.

-El gobierno de Estados Unidos gasta 7.500 dólares por cada arresto en la frontera con México, un incremento del 500 por ciento respecto de lo que gastaba seis años atrás. Sin embargo, pese a este enorme aumento del gasto, el número de detenciones en la frontera no ha cambiado gran cosa. ¿Estamos gastando bien nuestro dinero?, pregunta el estudio.

-El gobierno de Estados Unidos ha incrementado su presupuesto destinado al patrullaje fronterizo en un promedio de 300 millones de dólares anuales desde 2005, pese a que el número de gente que cruza ilegalmente la frontera ha disminuido. Con solo acabar con los aumentos anuales al presupuesto de la patrulla fronteriza se ahorrarían cientos de millones de dólares, afirma el estudio.

Los partidarios de una reforma inmigratoria integral dicen que, en vez de despilfarrar dinero, se debería resolver el problema de fondo: un sistema inmigratorio que no concede suficientes visas legales, y obliga a millones de inmigrantes trabajadores a ingresar al país sin documentación legal.

Los inmigrantes indocumentados son arrestados cada vez mas por empresas privadas de detención, que se han convertido en un poderoso grupo de cabildeo en Washington. Así como hay en Estados Unidos un “complejo industrial-militar” de empresas fabricantes de armas que influyen sobre las políticas militares de Estados Unidos, también hay un “complejo industrial-migratorio'' que influye sobre las políticas inmigratorias, dicen los críticos.

En un informe reciente de la cadena National Public Radio, la reportera Laura Sullivan concluyo que la draconiana ley anti-inmigración de Arizona fue gestada entre bambalinas por “la industria de las empresas carcelarias privadas”. El informe citaba a la Corporación Correccional de Estados Unidos, la empresa carcelaria privada más grande del país, como una de las que cabildeo a favor de la ley de Arizona. La empresa dijo que no ha hecho nada indebido.

¿Debemos seguir derrochando dinero en detenciones y deportaciones que no frenan la inmigración?, le pregunte a Ira Mehlman, vocero de la Federación para la Reforma Inmigratoria en Estados Unidos, un grupo que quiere reducir el nivel de inmigración.

“Deberíamos gastar más en hacer cumplir las leyes, especialmente en los lugares de trabajo”, dijo Mehlman. “En 2007, la ciudad de Nueva York recaudo 554 millones de dólares por violaciones del estacionamiento, mientras que el gobierno federal recaudó apenas 7 millones de dólares el año pasado de la empresas en las que encontró inmigrantes indocumentados. Eso revela que no estamos haciendo mucho para lograr que los empleadores cumplan la ley y no contraten a inmigrantes ilegales”.

Mi opinión: Si el presidente Obama y el Congreso están considerando seriamente recortar drásticamente el gasto publico --reduciendo todo, desde los fondos del FBI hasta los subsidios a los fondos de pensiones--, deberían discutir también la posibilidad de cortar el despilfarro en el área de inmigración.

Como mínimo, deberían discutir seriamente si tiene sentido gastar 4.500 millones de dólares en deportar a trabajadores que no han cometido delitos graves y que hacen labores que los estadounidenses no quieren hacer, y al mismo tiempo cortar fondos destinados al FBI y a otras agencias policiales que están tratando de poner tras las rejas a criminales peligrosos. Para mí, eso no hace sentido.

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