viernes, 25 de mayo de 2012

Crece el temor entre indocumentados por aplicación de Comunidades Seguras

Tomado de La ConexiónUSA .com

Para no pasar un mal rato, si no tiene sus documentos en regla, planee el medio de transporte que utilizará en sus vacaciones 


Por Walter Gómez

Piden precaución a indocumentados si piensan viajar por tren o autobús


RALEIGH- La experiencia de un viaje familiar, puede transformarse en un abrir y cerrar de ojos, en el primer paso para una deportación. Así lo advirtió el abogado Raúl Pinto, de la organización de defensa de derechos Unión Americana de Libertades Civiles, ACLU, por sus siglas en inglés, capítulo Carolina del Norte, con sede en Raleigh.
POR WALTER GÓMEZ
Si un agente de inmigración pide los documentos y no los tiene, en este tipo de situaciones es muy poco lo que se puede hacer”, indicó a La Conexión, Pinto. Dentro del marco legal, explicó, “hay ciertos argumentos que pueden concretarse pero, vendrían a tomar efecto después, en el proceso legal, y podría ser muy tarde”.
De acuerdo con el litigante y para evitarse problemas, lo recomendable es “restringir un poco los viajes y no ir a lugares cercanos a las fronteras, tanto norte como sur”, señaló.
Y es que en los últimos tiempos se han fortalecido las medidas de protección en trenes, autobuses y aeropuertos, que en aras de la seguridad, se han convertido en la excusa perfecta para detener inmigrantes indocumentados que lo único que buscan es transportarse arrestándoles por medio de búsquedas invasivas y perfiles raciales.
Tal fue el caso de María Castro, ciudadana americana de origen cubano, que sufrió en carne propia esta situación, mientras se disponía a viajar en la compañía Greyhound.
“Sentí pánico porque me di cuenta que no llevaba la prueba de ciudadanía”, relató Castro, en la página Change.org donde inició una petición pidiendo a la compañía dejar de participar en los controles de inmigración al azar, y de permitir que la Patrulla Fronteriza suba a sus autobuses y acose a los pasajeros.
“Los agentes cuestionaban de forma selectiva a los que tenían la piel más oscura y hablaban con acentos”, afirmó Castro. En otro hecho, Alberto (reservamos su verdadero nombre a pedido personal), no llegó a su destino y finalizó deportado a México.
En diciembre pasado, partió desde la estación de tren de Raleigh rumbo a Miami (Florida) para pasar con amigos y familiares las fiestas navideñas, pero en una estación antes de llegar a Jacksonville, Florida, subieron agentes de la Patrulla Fronteriza y del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) y comenzaron a ir vagón tras vagón verificando documentos.
“Fue al estilo de los inspectores que piden los boletos, a diferencia que ellos querían la tarjeta verde”, explicó a La Conexión, vía telefónica desde México.
En vista de las circunstancias, mostró su matrícula consular y la respuesta no se hizo esperar. “Me sacaron de mi asiento y al llegar a la estación me bajaron del tren”, sostuvo.
Le explicaron que tenía la opción de firmar la deportación voluntaria. “Consulté con mi familia en Raleigh, pregunté a un abogado qué se podía hacer y luego tomé la decisión de aceptar”, indicó; “me deportaron rápido y pasé las fiestas, pero en mi país”, añadió.
DEMANDA CIVIL
Pinto, aclaró que con más frecuencia estos casos están ocurriendo y que también cualquier tipo de demanda civil acerca de las prácticas utilizadas por las autoridades son completamente independiente del ámbito migratorio.
“Un abogado puede hacer una moción para excluir las evidencias que se están utilizando en su contra. Es decir, excluir los testimonios que obtuvo el agente de inmigración para que esas pruebas no puedan ser utilizadas. El problema es que todavía esa prácticas no están totalmente habilitadas en todas las cortes de inmigración”.
Según el abogado de la ACLU, los controles están autorizados dentro de 100 millas de los bordes internacionales norte y sur; aunque no solo estos ocurren allí, sino que se registran igualmente, en lugares apartados de los límites, en decir en las costas y el interior del país.
“En Buffalo, Nueva York,  se dio un caso de este tipo, de excluir la evidencia que se está utilizando en contra del inmigrante porque el oficial estaba fuera de su jurisdicción”, señaló Pinto.
CONOCER LOS DERECHOS
La competencia de los agentes de inmigración, en estos casos es tan confusa, que hasta ahora, no es fácil aclarar si los agentes tienen o no autoridad para subirse a un tren o autobús y pedir papeles más allá de los límites fronterizos. “No podría decir si la tienen o no, pero que lo hacen es real. Es como cuando detienen a una persona por perfil racial, autoridad no la tienen, pero lo hacen”.
Pinto, remarcó que en estas situaciones, lo más importante es saber los derechos constitucionales que a pesar de estar indocumentado, se tienen.
“Mantenerse en silencio, no ser incriminado y también llamar a un abogado. Por ello, es fundamental que tengan la tarjeta con el número de uno, para contactarlo, en caso de emergencia”, concluyó.

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