Tomado de The Wall Street Journal
Alexis Tsipras, dirigente de la Coalición Radical de Izquierdas, o Syriza
Por Alkman Granitsas y James Angelos
El líder del
partido radical de izquierdas griego dijo el jueves que hay pocas posibilidades
de que Europa suspenda la financiación al país y si lo hace, Grecia no hará
frente a sus deudas.
En una entrevista,
Alexis Tsipras, el dirigente de 37 años de la Coalición Radical de Izquierdas,
o Syriza, advirtió de que el colapso financiero de Grecia arrastraría al resto
de la eurozona. En su lugar, indica que Europa debe considerar una política
orientada al crecimiento que detenga la espiral de recesión griega y corrija lo
que él llama la creciente "crisis humanitaria" a la que se enfrenta
el país.
"Nuestra
primera opción es convencer a nuestros socios europeos de que, por su propios
interés, la financiación no debe ser detenida", dijo Tsipras en una
entrevista con The Wall Street Journal el jueves. "Si no podemos
convencerles --porque no tenemos la intención de tomar medidas unilaterales--
pero si proceden con acciones unilaterales, en otras palabras, si detienen
nuestra financiación, entonces nos veremos obligados a dejar de pagar a
nuestros acreedores, proceder a una suspensión en los pagos a nuestros
acreedores ".
De acuerdo con
recientes encuestas de intención de voto, el partido de Tsipras está en
posición de ganar la mayor cantidad de votos en las elecciones del mes que
viene, mejorando su sorprendente segundo puesto en los comicios del 6 de mayo,
que dejaron a ningún partido o coalición con suficientes escaños en el
Parlamento como para formar Gobierno.
Con Tsipras a
punto de conseguir la posición ganadora en la próxima votación y, posiblemente,
convertirse en el próximo primer ministro del país, Grecia parece dirigirse a
un enfrentamiento con sus socios europeos sobre el polémico programa de
reformas, que el líder izquierdista quiere anular.
En las últimas
semanas, los líderes europeos desde banqueros centrales del continente a la
canciller de Alemania, han dejado claro que el programa de reforma es un
"quid pro quo" para recibir los pagos adicionales del último paquete
de ayuda de 130.000 millones de euros sin el que Grecia no tiene suficiente
dinero para pagar servicios básicos como escuelas y hospitales.
El enfrentamiento
podría determinar en cuestión de semanas si Grecia deja de recibir los
préstamos de rescate internacionales y se ve obligada a imprimir su propia
moneda, o si Europa permite a Grecia incurrir en mayores déficit fiscales
durante más tiempo, para evitar la propagación del pánico financiero a otros
endeudados miembros de la zona euro, como Portugal y España.
Pero Tsipras
indicó que, si es necesario, Grecia puede arreglárselas sola. Al no pagar sus
deudas, el país tendría suficiente dinero para pagar a sus trabajadores y
jubilados. También propone recortes en el gasto en defensa, tomar medidas
enérgicas contra la corrupción y el despilfarro y luchar contra la evasión
fiscal generalizada de los ricos.
"Cualquier
cosa que hagamos va a ser difícil. Sin embargo, también será difícil para Europa,
porque el euro se derrumbará", señaló Tsipras.
Aunque añadió que
ambas partes deben dar un paso atrás "antes de llegar a ese punto" y
encontrar una "solución europea".
La economía griega
se encuentra ya en su quinto año de recesión, y oficialmente se espera una
contracción de un 4,7% este año --algunos economistas dicen que la contracción
podría superar el 7%--, mientras que el desempleo está cerca de máximos
históricos y más de la mitad de los jóvenes están sin trabajo.
Tsipras, ingeniero
de formación, recomienda un paquete de estímulo para impulsar la economía
griega y ha pedido que se cancele el actual plan de austeridad a cambio de
préstamos.
Ha sugerido acabar
con el plan de despedir a 150.000 trabajadores del sector público hasta 2015
--que Grecia prometió a sus socios europeos-- y que se deroguen las medidas
recientes para obligar a bajar los salarios del sector privado. Está a favor de
la nacionalización del sistema bancario para mejorar las políticas de préstamos
directos.
Recientes
encuestas de opinión muestran que el mensaje de Tsipras ha calado en los
griegos, que culpan a los dos partidos establecidos -- el conservador Nueva
Democracia y el socialista Pasok-- de llevar al país a la crisis.
Una encuesta publicada
el jueves muestra que el apoyo a Syriza está creciendo. Según el sondeo
elaborado por Pulse para el semanario To Pontiki, Syriza recibiría el 22% de
los votos si las elecciones se celebrasen ahora, más de cinco puntos
porcentuales por encima del respaldo que logró en los comicios del 6 de mayo.
Nueva Democracia conseguiría el 19,5% de los votos y Pasok el 13,2%
--prácticamente sin cambios respecto a los resultados de los anteriores
comicios.
Tsipras cree que
el país debería permanecer en la eurozona. "Nuestra moneda es el euro, no
es tan fácil cortar el vínculo. La salida del euro tendría múltiples
consecuencias negativas", dice Tsipras. "no es
algo que deseamos, ni que estemos buscando".
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