Tomado de ABC
La cantante estadounidense, reina
de la música disco, ha fallecido en Florida tras una larga batalla contra el
cáncer
POR MANUEL DE LA FUENTE
La cantante estadounidense Donna Summer, «la reina de la música disco», ha
fallecido en Florida a los 63 años, víctima de un cáncer de mama. «Esta mañana perdimos a Donna Summer Sudano, una mujer con muchas
dotes, la mayor de ellas su fe», declaró su familia en un comunicado difundido
a medios locales.
La ganadora de cinco premios Grammy había tratado de mantener con
discreción su enfermedad y seguía trabajando en un nuevo disco, según detalló
al portal TMZ un
allegado de la artista.
«Mientras lloramos su muerte, celebramos en paz su extraordinaria vida y
su continuado legado. No puedo expresar realmente con palabras lo mucho que
agradecemos sus oraciones y su amor por nuestra familia en este delicado momento»,
añadió la familia.
Summer nació el 31 de diciembre de 1948 en Boston y el portal TMZ
asegura que murió en el estado de Florida.
Donna (Summer) e mobile
En 1977, en España, las discotecas eran propiedad casi exclusiva de losJuan Bau, Camilo Sesto, Pablo Abraira,
y gran parte del personal no estaba para muchos bailes, enfrascados los unos
con barbados cantautores, los otros poniendo la semilla de lo que sería la Nueva Ola Madrileña, o viajando a Londres para comprarse pantalones de cuadro escocés y unas
cuantas cajas de imperdibles, que molaban más los de la City que los de
Pontones.
Si ibas de pureta, lo que sonaba entonces en las discotecas
norteamericanas solo podía parecerte una horterada, cuando no lisa y llanamente
una ordinariez. Y la que ya empezaba a ser Reina de la Pista, Donna Summer,
no escapaba a estas lindezas de rockeros de pro, de patilla, y La Elipa sí que
flipa.
Aquellos ritmos, aquella sensualidad de serie B, aquellas
exhibiciones corporales para sudar y resudar bajo las bombillas, no parecían tener mucho que ver ni con el pop de toda la vida, ni con
el rock, ni con el folk, ni con ninguna música más o menos seria. Pero la
música disco, la buena, que también la hubo (si una canción es buena el género
importa poco, sea tango o sea rockabilly), como la que cantaba con convicción,
sentimiento y carnalidad Donna Summer tampoco era un demonio surgido de la
nada.
Música para perrear
Sencillamente fue una derivación acelerada del soul y, sobre
todo, del funk, del más ácido Sam
Cooke y del más tórrido James Brown. Música negrata salida del gueto como
siempre, pero puesta al ritmo trepidante del final de los 70 y el agitado
principio de los 80. Era, con un término más cercano, aunque cutrísimo, música
para perrear, pero hecha y facturada como solo saben hacer por los Estados
Unidos.
Entonces, a muchos nos parecía que lo que hacía Donna (y Gloria Gaynor a la que destronó) no valía para mucho más que para un calentón (generalmente de blancos)
en el Studio 54 neoyorquino, o para ponérselo en el buga a todo trapo (y lo que no es trapo, sino
algo más sustancioso) cuando se cruzaba el Puente de Brooklyn a toda pastilla
para quemar la noche.
Sin embargo, Donna Summer, la reina del dance, la emperatriz de la
disco, era una mujer de profundas convicciones cristianas, a la que su música, personalmente, no le debía decir mucho. Ni tampoco
la noche (esa que confunde), ni la vida social. Hizo música discotequera porque
probablemente se le puso primero a tiro (de hecho, influida por Janis Joplin
comenzó en un grupillo psicodélico),
pero habría podido triunfar como cantante de soul, como cantante de rock a lo
Ronnie Spector, la ex Ronette, incluso, llana y sencillamente como artista de
pop sin apellidos ni etiquetas, género al que se acercó cuando decidió dejar
las pistas y los neones.
Calidad y modernidad
Hoy, que los años nos han expandido las entendederas musicales, las
cosas no nos parecen exactamente igual. Una sesión de música disco sigue siendo
algo que solo se traga con gusto en una pista de baile, o en tu habitación
frente al espejo y soñando con el novio. Pero al escuchar y ver ahora a toda
prisa algunos YouTubes de Donna no
deja de sorprender la calidad y la modernidad con la que su música estaba
cantada y concebida.
Vamos, que puede rechinarte
Celine Dion, pero no la Summer.
En la música popular lo que importa es que en su género, nos guste más o nos
guste menos, algo sea lo mejor, esté bien hecho. Pueden no gustarte un pimiento
los boleros, pero nunca podrás negar que Los Panchos los bordan. Puede
repatearte las tripas la llamada música latina, pero en ella, Ricky Martin y
Chayanne lo niquelan.
Eso era Donna
Summer, la mejor en lo suyo.
Que le pregunten a Madonna, a Kilye Minogue, a Beyoncé, a tantas chicas que
ahora, un olvidado rincón de la Luisiana o de Chicago se ponen a todo trapo el «I feel love» y sueñan con que
medio mundo les baile el agua.
La genial cantante
norteamericana falleció de cáncer a los 63
años. Estaba en Florida e intentaba recuperarse y grabar un
álbum. Dejó éxitos como "She
Works Hard for the Money" y "This
Time I Know It's for Real"
La genial cantante
norteamericana falleció de cáncer a los 63
años. Estaba en Florida e intentaba recuperarse y grabar un
álbum. Dejó éxitos como "She
Works Hard for the Money" y "This
Time I Know It's for Real"
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