François Hollande, junto a su
compañera, la periodista Valérie Trierweiler, durante el discurso en Tulle, en
la noche del domingo
Hollande: seré
juzgado por lo que haga con la juventud y la justicia
En su primer discurso
como presidente electo de Francia, François Hollande declaró que sus
prioridades serán las nuevas generaciones y la igualdad. Aseguró que ‘la
austeridad no puede ser una fatalidad’, aunque se comprometió a una ‘reducción
de los déficit y la deuda’. Promete ‘un tiempo nuevo y una gran esperanza para
Europa’.
"En este 6 de mayo, los franceses acaban de elegir el cambio
llevándome a la presidencia de la República", dijo François Hollande en su
primer discurso como nuevo presidente en Tulle, (departamento de Corrèze del
que es diputado), antes de salir rumbo a París, donde miles de simpatizantes lo
esperaban en la plaza de la Bastilla.
“Demasiadas fracturas, demasiadas heridas,
demasiada ruptura, demasiados cortes han podido separar a nuestros
compatriotas”, sostuvo Hollande, que obtuvo el 51,1% de los votos, escrutadas
tres cuartas partes de los sufragios.
El nuevo jefe de Estado pidió ser juzgado
en cinco años por “dos compromisos mayores”: “la justicia” y “la juventud”.
“Cuando al término de mi mandato me pregunte qué he hecho por mi país, me haré
las siguientes preguntas: ¿qué he hecho para que avance la causa de la
igualdad? ¿Y le he permitido a la nueva generación ocupar todo su lugar en el
corazón de la República?”.
En su mensaje a Europa, dijo que “la
austeridad no puede ser una fatalidad". “En el momento en que el resultado
fue proclamado, estoy seguro de que en no pocos países europeos se sintió un
alivio, una esperanza, la idea de que por fin la austeridad no puede ser una
fatalidad", agregó.
El presidente de la Comisión Europea, José
Manuel Barroso, respondió con una “cálida” felicitación a Hollande y aseguró
que cuenta con él para relanzar la Economía.
Por su parte, la canciller alemana Angela
Merkel, que había apoyado a Sarkozy en los últimos días, se comunicó con
Hollande para felicitarlo. Antes, el ministro alemán de Relaciones Exteriores,
Guido Westerwelle, calificó de "acontecimiento histórico" la victoria
de Hollande y aseguró que trabajarán “juntos sobre un pacto de
crecimiento".
Hollande también aprovechó su alocución
para enviar un "saludo republicano" a Sarkozy. "Dirigió Francia
durante cinco años y por eso merece todo nuestro respeto", proclamó ante
sus simpatizantes, que abuchearon el nombre del mandatario saliente.
Poco antes Sarkozy reconoció su derrota y
afirmó que Hollande es el "nuevo presidente" del país; asumió
asimismo "toda la responsabilidad de esta derrota" y deseó
"buena suerte" a su sucesor, sin aclarar si se retiraba de la
política.
Mientras tanto, una multitud se
concentraba en la emblemática plaza de la Bastilla de París esperando a su
héroe, al grito de “On a gagné!” (Ganamos).
François Hollande se convierte de este
modo en el segundo presidente socialista de la V República Francesa después de
François Mitterrand (1981-1995).
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