Tomado
de RFI
Propaganda para la elección presidencial francesa de este domingo
A las 17:00 horas locales, según cifras del Ministerio del Interior, la participación de la población era de 71,96% , una cifra superior a la de la primera vuelta. Las oficinas cierran sus puertas entre las 18:00 horas y las 20:00, según las localidades. Los dos candidatos votaron antes de esa hora, Sarkozy en París, Hollande en el centro de Francia.
Los franceses ya votan.
Unos 46 millones de ciudadanos están llamados a zanjar el tenso suspenso de los
últimos quince días. Bajo un cielo gris y lluvia en gran parte del país, este
domingo las urnas deciden: François Hollande o Nicolas Sarkozy. Renovación o continuidad.
Los sondeos dan una ligera ventaja al candidato
socialista. Pocos son los observadores dispuestos a poner la mano en el fuego.
Incluso el favorito Francois Hollande, durante un paseo junto a su pareja el
sábado, insistía en que “sería un error, quizás fatal, pensar que todo estaba
ya decidido”. Su rival Nicolas Sarkozy vaticinaba, en su último mitin de campaña
el viernes, un desenlace apretado.
Las últimas
encuestas explican tanta prudencia. El amplio margen que a favor de Hollande
vaticinaban los encuestadores tras la primera vuelta de hace quince días se ha
ido mermando. Y sin embargo, el candidato socialista cuenta con el respaldo
explícito de la mayoría de los dirigentes de la izquierda y del centro,
mientras que el aspirante conservador no consiguió que la ultraderechista
Marine Le Pen obrara en su favor, pese a que Sarkozy tiñera su discurso con los
temas clásicos del lepenista Frente Nacional, es decir, la inmigración, la
seguridad y el repliegue nacional.
Así pues, y como lo destacaba un diario parisino,
“este domingo, todo es posible”. En la privacidad y el anonimato de las cabinas
de voto, los franceses darán su respuesta sobre el devenir de su país y, en
parte, el de Europa. Su respuesta a la gestión de la crisis y al reparto de la
carga de la austeridad, a la mundialización que ha roto los equilibrios de
antaño, a la manera de convivir entre los ciudadanos, al papel que debe
desempeñar el Estado…
Responderán también al estilo de presidente que buscan,
entre la desbordante energía de Sarkozy o la serena normalidad de Hollande. La
respuesta está ya a la vuelta de la esquina.
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