Tomado de El Mundo
Jamie Dimon, Jefe Ejecutivo del JP Morgan Chase reconocido a su
vez en el mundo financiero como el rey de Wall Street
Obama 1, Wall Street 0
Por Pablo PardoObama 1, Wall Street 0
Jamie Dimon
ha conocido la derrota. Hasta ahora, había sido él quien liquidaba a los demás.
El consejero delegado y presidente de JP Morgan ha creado el mayor banco de
Estados Unidos a base de talento, peleas y valor. Perdió su empleo en Citigroup
-y la posibilidad de convertirse en el consejero delegado- por negarle un
ascenso a la hija del 'refundador' del banco, Sandy Weill.
A Weill no le
sentó nada bien que a su hija (de quien se decía que era adicta a la cocaína) no la promocionara Dimon. Así que éste perdió
el empleo. Fue expulsado de Manhattan al exilio de Chicago deL Bank One. Y
desde allí regresó a Wall Street en 2004.
Weill, al
despedirle, le hizo el mayor favor posible. Dimon pronto se convirtió en el rey
de Wall Street. JP Morgan es ya el mayor banco de Estados Unidos. Y una máquina
de pulverizar rivales. Él fue quien quitó la 'respiración asistida' a Lehman
Brothers, Bear Stearns y MF Globalcuando, con los tres rivales al borde de
la quiebra, les exigió de pronto que aumentaran las garantías que habían dado a
JP Morgan a cambio de créditos. Y quien, en la Reserva Federal, logró que ésta
le diera 15.000 millones de euros a fondo perdido para comprar a Bear
Stearns.
Ahora, sin
embargo, JP Morgan está en una situación complicada después de haber perdido
1.500 millones de euros en 6 semanas (o menos). No es una cifra que afecte a su
solvencia, pero hay que tener en cuenta una diferencia sustancial entre Europa
y EEUU: los bancos, al otro lado del Atlántico, no tienen la relación
incestuosa con los Gobiernos que se da en Europa.
¿Cómo es
posible que los seguros de impago de deuda (los Default Credit Swap, o CDS) de
Morgan Stanley, el segundo mayor banco de inversión estadounidense, fueran más
altos que los de cualquier banco francés cuando uno de los rumores más
extendidos es que en el'agujero' de
Société Générale cabe todo el PIB de Francia?
La respuesta
es simple: "Hay una diferente percepción del mercado del grado de
compromiso de los Gobiernos de EEUU y de Francia en el sostenimiento de sus
instituciones financieras", como me explicaba no hace mucho un alto cargo
de uno de los 'cuatro grandes' bancos estadounidenses (JP Morgan, Bank of
America, Citigroup y Wells Fargo), quien me pidió que no diera su nombre
"para que no se interprete que estoy valorando a ningún país".
La
discrepancia también refleja "el mayor riesgo en el 'trading' en
EEUU", sostiene. El enfoque de estadounidense de 'laissez faire' parece
más sólido, pero no hay que olvidar que el balance de Morgan Stanley es varias
veces mayor que el de Lehman Brothers. Si ese banco entra en problemas, será
necesario algún tipo de rescate.
Alegría en Wall Street
La caída en
desgracia de Dimon ha causado una oleada de alegría en Wall Street. El
presidente y consejero delegado de JP Morgan apoyó a Obama en las elecciones de
2008, al igual que otros presidentes de grandes instituciones financieras -como
Lloyd Blankfein, de Goldman Sachs- pero la reforma financiera de 2010 le ha
enfrentado al actual Gobierno.
En el Senado
todavía recuerdan sus broncas, gritos y amenazas. "Es un tipo tan enamorado de sí
mismo que no oye a los demás", explican personas involucradas en la
reforma financiera que tuvieron que tratar directamente con él. Se ha peleado
con Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal, y ha acusado a las
nuevas normas de regulación financiera de "antiestadounidenses".
Dimon es,
incuestionablemente, un 'broncas', como expliqué en noviembre. Pero no es menos cierto que ha jugado un
papel estabilizador tremendo en el mercado financiero mundial. La forma en que
liquidó a Bear Stearns para luego hacerse con él a cargo de la Reserva Federal
es, simplemente, memorable. Pero ahora queda por saber qué va a pasar con él.
Los
accionistas en EEUU tampoco son como en Europa. Jerome Kerviel le hizo un
agujero de 5.000 millones de euros a Société Générale, pero nadie pidió la
cabeza de ningún directivo. Kweku Adoboli se dejó 1.500 millones 'encima del
piano' en el suizo UBS (que, mejorando lo presente, había sido rescatado en
2008) y sí que provocó dimisiones. Ahora, los reguladores estadounidenses y
británicos están examinando los 'trades' de JP Morgan.
Menos operaciones de autocartera
Veremos qué
pasa. Pero hay algo claro: con esta 'pifia', Dimon ha dado alas a la 'regla
Volcker', que prohibirá a los bancos hacer operaciones de autocartera. Las
operaciones de autocartera ('proprietary trading') son aquéllas en las que el
banco utiliza sus propios fondos, no los de los clientes.
Esas
operaciones son las que están detrás de los casos de JP Morgan, UBS y Société
Genérale. Prohibirlas es controvertido, porque los bancos también las usan para
cubrirse de riesgos. Y, además, la 'regla de Volcker' (que toma su nombre del
mejor presidente que ha tenido la Reserva Federal en décadas, Paul Volcker)
tiene truco: por ejemplo, no prohibirá la 'autocartera' si ésta se lleva a cabo
con bonos del Tesoro de EEUU.
Así, la
liquidez de la deuda estadounidense queda garantizada (en Europa, que yo sepa,
no hay límites a las operaciones de autocartera). De paso, el fracaso de JP
Morgan es una bendición para Obama, que puede usarlo para atizar el cabreo
generalizado de EEUU con Wall Street. Ya se sabe: la suerte de los
vencedores...
Más allá de
lo que le pase a Dimon, da la impresión de que hay una generación de grandes
banqueros en crisis en Wall Street. Los dos que mejor sobrevivieron a la crisis
-de hecho, que se beneficiaron de ella- son Dimon y Lloyd Blankfein, de Goldman
Sachs, y ambos están en horas bajas. De hecho, en EEUU se habla tanto de la
caída en desgracia de Blankfein que hasta 'Vanity Fair' ha publicado un
reportaje sobre sus posibles sucesores.
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