domingo, 27 de mayo de 2012

Cuando sea grande



Cuando seas grande ¿qué quisieras ser? Es una pregunta común que se la hacemos a los niños cuando están entre los 8 a 10 años y desconocemos la importancia de la misma.

En la inmensa mayoría del tiempo las contestaciones a esa pregunta incrustada en la siquis de la sociedad son: policía, bombero, astronauta, maestro, doctor, abogado y en alguno de los casos…como papá o mamá.

Pero bajo ningún concepto escuchas ser barrista de una empresa que sirve café, cajero en un supermercado, el guardia de la urbanización, modelo de una agencia de talento, editor de mesa de redacción en una estación radial de noticias regional o simplemente ser la recepcionista de una empresa.

De hecho no hay nada de malo con todas estas profesiones, en alguno de los casos hasta ganan más dinero por hora que las demás profesiones.

Se nos ocurrió hacer la pregunta ¿que quisiéramos ser cuando seamos grande? ya que en estas semanas nos hemos re-encontrado con amigos que hace años no veíamos y nos hemos percatado de que hay un malestar general en la mayoría de ellos sobre su profesión.

El malestar de la mayoría de ellos viene de la impotencia que sienten de no poder balancear sus vidas, entre la vorágine del día a día del trabajo. Por otra parte no solo el balancear sus vidas profesionales y personales, sino que no están felices con lo que están haciendo, lo hacen porque les deja dinero, no satisfacción.

También están aquellos que están llegando a la edad de retirarse y su letargo es ¿Qué voy a hacer cuando me retire?. Estamos hablando de la generación de los “baby boomers” los cuales están llegando a esa edad en donde lo que desean es retirarse, sin un plan, sin aspiraciones, solo queriendo no hacer nada, que de ante mano sabemos que solo les durara unos 2 meses.

Teniendo esto como escenario hicimos un detente a nuestra vida y quisimos darle hacia atrás al disco duro de nuestra memoria para ver que profesión habíamos querido ser y que paso en el camino. Primero, nos pudimos remontar a cuando teníamos cerca de 9 a 10 años en donde esa pregunta fue hecha y nuestra contestación fue ser veterinario.

Luego al pasar del tiempo fue ser parte de la guardia costera y hasta llegamos a pensar en ser sacerdote, ya que era la única profesión que conocíamos cuando joven que ayudaba a la gente desinteresadamente.

En el proceso de entrar en la Universidad la orientadora nos hizo unos cuantos de esos exámenes en donde tratan de encajonarte en una profesión y lo que me indicaron fue “la que mas va con tu personalidad es mercadeo”.

Curiosamente antes de llegar a ese punto de nuestra vida, ya habíamos trabajado repartiendo periódicos, conserje en una farmacia, ujier en un video club, mesero en un hotel y una heladería, en un almacén de distribución, y hasta trabajamos en un lugar de revelados de fotos. Después la vida nos llevo al mundo de las comunicaciones, en el cual tuvimos éxito en y fuera de nuestra tierra natal.

Analizando un poco cada una de estas profesiones o como diría un profesor, “experiencia de vida”, nunca pensé que cada una nos hubiese dado una destreza y una experiencia que nos ayudaría mas a delante en forjar quienes somos.

Después de varias décadas en estar pensando en lo que deseo ser cuando sea grande, he llagado a la conclusión de que lo que deseo ser es un “colector de memorias” y un “agricultor de vivencias”, para que así nunca deje de tener la ilusión de vivir, de sorprenderme.

Deseamos continuar dejando un pedazo de nuestra alma diariamente en la vida de todo aquel con el que interactuamos. Pero sobre todo, deseamos no perder el sentido de inocencia del cual nos ha llevado por los senderos de grandes aventuras e interminables emociones.



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