miércoles, 30 de mayo de 2012

La diáspora: otra víctima de la retórica populista de Funes

Por Luis Montes Brito
Para Diario El Mundo, El Salvador
Revista Digital Guru Politico, México


Los salvadoreños en el exterior no necesitamos más promesas ni demagogia, esperamos que empiecen a cumplir lo ya prometido.
Se están publicando diferentes análisis sobre la gestión del presidente Mauricio Funes quien culmina su tercer año de gobierno e inicia el penúltimo. Los distintos análisis son efectuados desde la perspectiva de múltiples sectores. Como salvadoreño en el exterior comparto mi opinión desde mi visión:
Los servicios que recibimos los salvadoreños en el exterior de parte de nuestro gobierno son escasos, durante el gobierno de Funes éstos se han reducido y desmejorado, por lo que el cambio que experimentamos lejos de traernos alegría o satisfacciones nos trae decepciones, frustraciones y desesperanza.
Para Funes hace ratos ya, terminó el tiempo de promesas, hace ratos ya inició el tiempo de cumplir. Decían los Romanos:  “Res non verba”, “hechos no palabras”. El año pasado cerró su informe anual a la nación con la promesa del voto en el exterior, lo cierto es que 28 días más tarde ordenó el cierre de los tres únicos centros de emisión del Documento Único de Identidad (DUI) en Estados Unidos. Éstos cumplirán este mes de junio un año de estar cerrados, significando que su gobierno ha dejado sin derecho a la identidad a los salvadoreños durante por lo menos el 20% de su administración.  La ley electoral de El Salvador exige la presentación del documento de identidad nacional (el DUI) como requisito para ejercer el derecho al voto, por lo que el punto es simple: sin DUI, no hay voto.
La promesa del voto en el exterior para el 2014 es añeja, la aprobación de este derecho  es  materia del Órgano Legislativo, por tanto que el Ejecutivo haga gala por sí solo de la misma es demagógico. No obstante, Funes persiste en retórica populista en el honramiento del derecho al voto de la diáspora salvadoreña.
Lo que sí depende exclusivamente del ejecutivo es el servicio que brindan los consulados, el cual ha desmejorado sustancialmente en los tres años de su administración, lo peor del caso es que no hay visos que mejorará. Es increíble que para ejercer el derecho de obtener el pasaporte se reciba cita para hasta dentro de tres meses. Más allá de cualquier discurso ¿Cómo pueden explicar semejante ineficiencia?
Funes reclama como éxito la renovación del TPS logrado hace 11 años por el gobierno salvadoreño de turno,  hasta ahora no hay antecedente que los nacionales de algún  país que hayan recibido este tipo de beneficio migratorio les haya sido retirado, así que no vemos cual es el éxito que reclama. Lo que sí es responsabilidad de la administración actual es la fracasada gestión de un nuevo TPS solicitado por las consecuencias económicas de la Depresión Tropical  ocurrida en octubre 2011, conocida como 12-E, y que hasta esta fecha la administración Funes no ha tenido la entereza de aceptar públicamente el fracaso de su petición ante el gobierno estadounidense, engañando con falsas esperanzas a miles de compatriotas que pudieron haberse beneficiado de una gestión exitosa.
El fracaso de esa importante petición habla por sí solo del nivel al que han caído las relaciones con Estados Unidos, el socio comercial más importante de El Salvador y al mismo tiempo lugar de residencia de más de 2.5 millones de sus ciudadanos que son a su vez la fuente principal de los más de cuatro mil millones de dólares que recibió el año anterior la economía salvadoreña.
Washington evidencia el nivel de importancia que da a sus relaciones con el actual gobierno salvadoreño al mantener prolongadamente sin embajador su sede en nuestro país. Vale decir que las mismas mejoraron con la destitución del ex ministro de seguridad Manuel Melgar.
El programa estrella de la administración Funes es sin lugar a dudas el Fondo del Milenio, el cual consiste en una sustancial donación del gobierno de EE.UU. quien ha presionado para que el mismo continúe administrado por un profesional que anteriormente fue alto funcionario de los gobiernos de ARENA. La acertada administración de dicho programa ha valido al país para ser elegible para una segunda donación por parte de la Corporación del Milenio.
Finalmente, el método de la convocatoria utilizado por su gobierno para conformar el Consejo Nacional para la Protección y Desarrollo de la Persona Migrante y su Familia (Conmigrantes) resta credibilidad a la intención del cumplimiento de la Ley Especial y Reglamento para la protección de los migrantes.
Los salvadoreños en el exterior no necesitamos más promesas ni demagogia, esperamos que empiecen a cumplir lo ya prometido.


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