Por Luis Montes
Brito
Para Diario El Mundo, El Salvador
Revista Digital Guru Politico, México
Los salvadoreños en el exterior no
necesitamos más promesas ni demagogia, esperamos que empiecen a cumplir lo ya
prometido.
Se están
publicando diferentes análisis sobre la gestión del presidente Mauricio Funes
quien culmina su tercer año de gobierno e inicia el penúltimo. Los distintos
análisis son efectuados desde la perspectiva de múltiples sectores. Como
salvadoreño en el exterior comparto mi opinión desde mi visión:
Los servicios
que recibimos los salvadoreños en el exterior de parte de nuestro gobierno son
escasos, durante el gobierno de Funes éstos se han reducido y desmejorado, por
lo que el cambio que experimentamos lejos de traernos alegría o satisfacciones
nos trae decepciones, frustraciones y desesperanza.
Para Funes hace
ratos ya, terminó el tiempo de promesas, hace ratos ya inició el tiempo de
cumplir. Decían los Romanos: “Res non verba”, “hechos no palabras”. El
año pasado cerró su informe anual a la nación con la promesa del voto en el
exterior, lo cierto es que 28 días más tarde ordenó el cierre de los tres
únicos centros de emisión del Documento Único de Identidad (DUI) en Estados
Unidos. Éstos cumplirán este mes de junio un año de estar cerrados,
significando que su gobierno ha dejado sin derecho a la identidad a los
salvadoreños durante por lo menos el 20% de su administración. La ley
electoral de El Salvador exige la presentación del documento de identidad
nacional (el DUI) como requisito para ejercer el derecho al voto, por lo que el
punto es simple: sin DUI, no hay voto.
La promesa del
voto en el exterior para el 2014 es añeja, la aprobación de este derecho
es materia del Órgano Legislativo, por tanto que el Ejecutivo haga gala
por sí solo de la misma es demagógico. No obstante, Funes persiste en retórica
populista en el honramiento del derecho al voto de la diáspora salvadoreña.
Lo que sí
depende exclusivamente del ejecutivo es el servicio que brindan los consulados,
el cual ha desmejorado sustancialmente en los tres años de su administración,
lo peor del caso es que no hay visos que mejorará. Es increíble que para
ejercer el derecho de obtener el pasaporte se reciba cita para hasta dentro de
tres meses. Más allá de cualquier discurso ¿Cómo pueden explicar semejante
ineficiencia?
Funes reclama
como éxito la renovación del TPS logrado hace 11 años por el gobierno
salvadoreño de turno, hasta ahora no hay antecedente que los nacionales
de algún país que hayan recibido este tipo de beneficio migratorio les haya
sido retirado, así que no vemos cual es el éxito que reclama. Lo que sí es
responsabilidad de la administración actual es la fracasada gestión de un nuevo
TPS solicitado por las consecuencias económicas de la Depresión Tropical
ocurrida en octubre 2011, conocida como 12-E, y que hasta esta fecha la
administración Funes no ha tenido la entereza de aceptar públicamente el
fracaso de su petición ante el gobierno estadounidense, engañando con falsas
esperanzas a miles de compatriotas que pudieron haberse beneficiado de una
gestión exitosa.
El fracaso de
esa importante petición habla por sí solo del nivel al que han caído las
relaciones con Estados Unidos, el socio comercial más importante de El Salvador
y al mismo tiempo lugar de residencia de más de 2.5 millones de sus ciudadanos
que son a su vez la fuente principal de los más de cuatro mil millones de
dólares que recibió el año anterior la economía salvadoreña.
Washington
evidencia el nivel de importancia que da a sus relaciones con el actual
gobierno salvadoreño al mantener prolongadamente sin embajador su sede en
nuestro país. Vale decir que las mismas mejoraron con la destitución del ex
ministro de seguridad Manuel Melgar.
El programa
estrella de la administración Funes es sin lugar a dudas el Fondo del Milenio,
el cual consiste en una sustancial donación del gobierno de EE.UU. quien ha
presionado para que el mismo continúe administrado por un profesional que
anteriormente fue alto funcionario de los gobiernos de ARENA. La acertada
administración de dicho programa ha valido al país para ser elegible para una
segunda donación por parte de la Corporación del Milenio.
Finalmente, el
método de la convocatoria utilizado por su gobierno para conformar el Consejo
Nacional para la Protección y Desarrollo de la Persona Migrante y su Familia
(Conmigrantes) resta credibilidad a la intención del cumplimiento de la Ley
Especial y Reglamento para la protección de los migrantes.
Los
salvadoreños en el exterior no necesitamos más promesas ni demagogia, esperamos
que empiecen a cumplir lo ya prometido.
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