Tomado de RFI
Obama asegura que no hará concesiones a cambio del reinicio de la
administración. No voy a pagar un rescate a cambio del aumento tope de la
deuda" dijo este sábado.
Obama
: «¡ Paren esta farsa y vayan a votar ! »
Barack
Obama redobla la presión sobre los republicanos. El presidente
exige a la Cámara terminar con la parálisis del gobierno federal y la
aprobación del presupuesto a pesar del aumento del techo de la deuda
pública. El Congreso decide hoy el pago retroactivo a los 800.000
empleados públicos tras el fin del “cierre” del gobierno.
Por Mauricio Latorre
"Vayan y voten. Paren esta farsa y pongan
fin al 'cierre' (shutdown) ahora", dijo
el presidente norteamericano en su mensaje radial y televisivo de los sábados.
La falta de acuerdo en la Cámara de Representantes entre republicanos y
demócratas sobre el presupuesto viene paralizando desde el martes la
administración estadounidense. Y nada indica que estemos cerca de la solución.
El problema, según el jefe de la Casa Blanca,
sigue siendo que “el ala derecha del partido Republicano no quiere
dejar al presidente de la Cámara John Boehner someter esta ley a votación".
El jueves, Obama había dicho que Boehner busca complacer a los extremistas de
su partido.
El Senado, con mayoría demócrata, ya aprobó el
presupuesto y según Obama, la Cámara "tiene suficientes
republicanos y demócratas dispuestos a hacer lo mismo, y poner fin
inmediatamente a la parálisis presupuestaria".
Por otra parte, el presidente se negó a negociar
con los republicanos bajo condiciones. "No pagaré un rescate a
cambio del reinicio de la administración. Y por supuesto no voy a
pagar un rescate a cambio del aumento tope de la deuda", insistió. Los republicanos
buscan atar el voto del presupuesto a la autorización para que Estados Unidos
emita más deuda y quieren imponer también recortes en el Obama Care, la reforma
del sistema de salud que es, hoy por hoy, el mayor logro de sus dos mandatos.
Sin un acuerdo que permita aumentar el tope
legal de endeudamiento del país (actualmente de casi 17 billones de dólares)
antes del 17 de octubre, Estados Unidos podría entrar en moratoria por primera
vez en su historia.
El Congreso se reúne este sábado y aunque no se anticipa un avance substancial para
solucionar la parálisis, ofrecerá al menos consuelo a los
empleados federales cesados desde el pasado martes. La Cámara debe votar un
proyecto de ley que asegura el pago retroactivo a los 800.000 empleados
públicos cuando se acabe el cierre de las instituciones federales.
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