miércoles, 23 de octubre de 2013

Encuestas después del shutdown presagian catástrofe electoral republicana

Tomado de The Huffington Post

Opinión pública atribuye descalabro Republicano a intransigencia del Tea Party. Extremistas insisten en mantener política confrontativa.

Republicanos conrontan posible catástrofe electoral

Por Gabriel Lerner

Pocos disputan el hecho de que los republicanos en Estados Unidos sufrieron una derrota política en su intento de paralizar las oficinas de gobierno si no se cumplían sus exigencias de anular, suspender o enmendar la Ley de Cuidado Médico de Bajo costo u Obamacare. Tampoco se duda que las diversas encuestas de opinión pública, sin excepción, registraron un descenso en su popularidad y un alza entre quienes tienen mala opinión de ese partido.

El público, dice Ariel Edwards-Levy en el Huffington Post Politics, quedó "enojado y profundamente antiestablecimiento. Los estadounidenses, afirmó, culpan a los republicanos de la reciente crisis político fiscal. Más del 80 por ciento de ellos vieron con malos ojos el "shutdown", o cierre paulatino de las agencias federales, según una encuesta del Washington Post/ABC. Y según 87 por ciento, el proceso reveló hondos problemas en Washington. El 63 por ciento ve de manera desfavorable al partido Republicano. El 49 por ciento, a los demócratas. País dividido.

Análisis y sondeos publicados en otros medios señalan un cuadro similar.

¿Y cuántos aprueban la labor del Congreso? Según la autora, un miserable 12 por ciento - el punto más bajo en 39 años de sondeos de opinión pública. Por primera vez en un cuarto de siglo, son más quienes desaprueban la labor de sus propios congresistas a quienes eligieron, que los que la apoyan. En una encuesta de USA Today/Princeton Survey, casi la mitad de la gente preferiría despedir a todos y cada uno de los miembros del Congreso. En cuanto a Obama, mantiene un (relativamente bajo) nivel de aprobación - 49 por ciento contra 48 por ciento de reprobación, todavía mucho mejor que sus rivales en el Capitolio.

En noviembre de 2014 habrá elecciones nacionales. Como cada dos años, se someterán a votación todos los 435 distritos - y puestos - de la Cámara de Representantes, la tercera parte del Senado, además de los gobernadores y legislaturas estatales. El actual partido de gobierno, el Demócrata, tiene la presidencia y una mayoría de entre 52 y 54 senadores, de 100.

Pero en la Cámara Baja, los republicanos mantienen una mayoría de 231 contra 200 (y cuatro vacantes), lo que les permitió mantener en vilo al gobierno ya que para aprobar cualquier ley, como se sabe, se necesita el visto bueno de ambas cámaras (y del Presidente).

Y es precisamente en la Cámara Baja donde los demócratas ambicionan recuperar la mayoría que poseyeron por unos años y hasta 2010. De hecho, dice Edwards-Levy, "el 48 por ciento de los votantes registrados prefieren votar por un demócrata contra 40 por ciento que votarían por un republicano" - aunque aclara que los números son idénticos a los de mayo pasado.

Es imposible no adjudicar la caída en la popularidad de los republicanos a que el partido como un todo levantó bandera blanca ante las exigencias de su ala intransigente y radical del movimiento Tea Party, y que solo a último momento los moderados o republicanos tradicionales reaccionaron de alguna manera.

Por su parte, una encuesta publicada por CNN este lunes indica que el 63 por ciento de los estadounidenses quisieran cambiar a John Boehner como presidente (republicano) de la Cámara Baja. Entre los republicanos el porcentaje supera el 50. El 54 por ciento de los estadounidenses, según CNN, piensa que el hecho que esa institución está en manos de los republicanos es "malo", un número que subió en más de 20 por ciento en nueve meses.
Según Keating Holland, director de encuestas de CNN, el número más significativo en su estudio es que 21 por ciento del público no le cree a nadie en el gobierno, un porcentaje, según él, mucho mayor que lo habitual.

Los números deberían sonar una alarma para los republicanos. Aunque todavía falta mucho tiempo para los comicios - poco más de un año - los cambios son significativos, y la división dentro de su partido entre instransigentes y tradicionales les hará más difícil el "comeback".

Pero para algunos, como la comentarista Ann Coulter, no hay nada que corregir respecto a la conducta que llevó al partido al borde de la catástrofe electoral. Al contrario. En una entrevista este lunes en el programa Hannity de Fox News, la conocida promotora de la ideología del Tea Party dijo que "el cierre de gobierno fue magnífico". En su opinión la ofensiva republicana contra el "Obamacare" debe continuar y los republicanos pueden no solamente mantener su mayoría en la Cámara de Representantes, sino que podrán recuperar el liderazgo del Senado.


Finalmente, otros analistas como Ross Baker de USA Today advierten que quienes saldrán perdiendo del "fiasco" del cierre de gobierno no será el movimiento Tea Party, sino los cada vez menos moderados entre los republicanos.

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