
Cada vez más se introducen ciertos componentes que tienden a desvirtuar
la Navidad, y sobre los que cada año, cuando se aproximan esas simbólicas
fechas, conviene hacer más de una reflexión junto con nuestros hijos, pues
aunque los padres no seamos del todo responsables de esa visión simple y
materialista que ellos tienen, sí somos responsables de inculcarles los valores
espirituales en los que debemos creer y que son los que simboliza la Navidad.
Reflexionando sobre las causas que pueden provocar en ellos esa visión
tan simple y materialista de la Navidad, vemos que la presión comercial a
través de los medios de comunicación no hace más que insistirles en que la
Navidad es materialismo.
Basta encender el televisor para que perciban cientos de atractivos
mensajes sobre lo que deben pedirle a Santa. Algunos de estos mensajes
introducen aparentes valores espirituales que tratan de disfrazar ese
materialismo, proponiendo, por ejemplo, los regalos navideños como recompensa
por un buen desempeño escolar o por haberse portado bien; lo cual no pasa de
ser una simple estrategia comercial que les enseña que los verdaderos valores
son los materiales es decir, los regalos, y los valores espirituales son
simplemente “la tarea” o “el sacrificio” que hay que cumplir para ganar los
valores materiales.
Pero aunque la presión comercial es poderosa, nosotros, como padres
tenemos la posibilidad y la responsabilidad de controlar su influencia en
nuestros hijos. El problema es que muchas veces nosotros mismos nos olvidamos
de esa responsabilidad y caemos en la misma trampa del materialismo.

Tampoco les podemos enseñar mucho cuando en la época navideña ellos nos ven a nosotros obsesionados en comprar regalos para “cumplir” con fulano y mengano, o en comprar abundante comida, bebida y mil cosas más para “llenar” la Navidad, como dando a entender que sin eso la Navidad está vacía.
El problema es también cuando nosotros mismos caemos en la gran
contradicción de tratar de compensar mediante regalos el tiempo y la atención
que durante el año no les dedicamos porque estamos muy ocupados en la lucha
laboral para que, entre otras cosas, ellos puedan tener tantos regalos en
Navidad.
Yo propongo que a los hijos se les enseñe cada día del año que los
valores no son una tarea, sino que son valores porque es “lo que vale”, “lo que
se valora”, lo que engrandece a las personas, claro, que para ello hay que
valorarlo uno mismo; y que la Navidad la celebremos con cierta humildad
material, demostrando que nuestra alegría nace de dentro, de nuestros valores,
de los mismos que Jesús simboliza. ¿Y Santa? Claro que sí; también con cierta
humildad. La tradición de Santa no es bonita por el valor de lo material, sino
por el valor de la ilusión.
Acerca de la
Dra. Mendoza Burgos
Titulaciones
en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y
Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.
Mi actividad
profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones
fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la
segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación
nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la
conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional
estigma.
Fui la primera
Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas
especialidades en El Salvador.
Ocasionalmente
he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas,
Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o
Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de
U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo
acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la
Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el
campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde
compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.
La
tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y
teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del
mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia
regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes
que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos
acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.
Trato de
orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la
asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos,
porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más
convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su
vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el
ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo
adulto o se independizó, e incluso después.
Estoy
absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que
cada persona es o va a ser en el futuro.
COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
ResponderEliminarEN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años