viernes, 4 de marzo de 2011

“El cambio” en El Salvador causa mayor migración indocumentada

Por Luis Montes Brito
Para Diario El Mundo de El Salvador


En un gobierno hay que trascender de las buenas intenciones o al menos de lo expresado en el discurso público y superar la retorica con resultados concretos.

Durante el tiempo que el FMLN fue oposición, parte de su discurso fue la denuncia constante de los gobiernos de turno y del “sistema” por ser los causantes de la masiva emigración de nuestros compatriotas. Una forma de mercadeo utilizada por la izquierda antes durante y después de los acuerdos de paz, dirigida más para consumo externo que interno, que por cierto fue muy bien vendida en el exterior para generar simpatías y fondos de “solidaridad” para alimentar la causa.

El FMLN a pesar de haber pedido perdón en repetidas ocasiones, nunca ha aceptado que ellos también fueron responsables de la emigración de miles de personas que huyeron de sus zonas de influencia, bastaba con tildarlos de enemigos, orejas o agentes del gobierno para que los desterrados no contaran como obligados a emigrar.

Ya en el gobierno y como oferta de seducción prometieron “un cambio con mayores oportunidades para todos”, exitosamente se vendió la esperanza de un nuevo amanecer en El Salvador, hubo algunos ilusionados en el exterior que hasta arreglaron maletas para volver a nuestro país y gozar de las bondades de la nueva patria donde las causas de la emigración eran cosa del pasado”.

Un discurso bonito, que nos recuerda a las competidoras de los reinados de belleza, desde los concursos de barrios y colonias hasta Miss Universo. Sin excepción alguna todas las “Misses” o concursantes expresan durante la ronda de preguntas para elegir a la ganadora: “Quiero la paz mundial”, Que se acabe la pobreza””, etc. Etc. Etc., todas esas cosas bonitas que nadie puede oponerse a ellas por que todos queremos eso, pero que muy pocos pueden hacer que de verdad ocurran.

Desafortunadamente ejercer un gobierno tiene más repercusiones que desenvolverse como reina de belleza. En un gobierno hay que trascender de las buenas intenciones o al menos de lo expresado en el discurso público y superar la retorica con resultados concretos.

Las recientes encuestas en El Salvador mostraron dos grandes talones de Aquiles del actual gobierno, en su orden son: La economía y la inseguridad pública. La popularidad del presidente Funes aunque ha disminuido sigue siendo alta, todavía la gente cree en sus buenas intenciones pero ya manifiestan claras dudas en su capacidad de gestión.

Esta semana leímos con tristeza el resultado del documento “Estimados de la población inmigrante no autorizada residente en Estados Unidos: Enero 2010” presentado por la Oficina de Estadísticas del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos. Donde revelan que durante el 2010 la cifra de personas indocumentadas provenientes de El Salvador aumentó a un ritmo de casi 250 personas diarias para tener al final de ese año 90,000 indocumentados más, convirtiéndonos tristemente en el país número dos con más personas con un estatus migratorio irregular dentro del territorio del país del norte.

Sé que algunos dirán que a pesar de que ya ha pasado el 35% del periodo presidencial actual, esto no es suficiente para disminuir la emigración, pero los números demuestran que si es suficiente para aumentarlos vertiginosamente. Además, argumentarán, si para Fidel Castro y familia 50 años han sido insuficientes para sacar de la miseria a Cuba, 21 meses es nada y desterrar 100,000 salvadoreños podrían verlo como irrelevante.

Las cifras así, dadas a conocer por DHS a menos de un mes de la visita del presidente Obama reflejan que será muy difícil para el gobierno salvadoreño obtener una solución migratoria permanente para sus ciudadanos amparados al TPS. Si nuestro gobierno es incapaz de hacer su propia tarea para evitar la emigración masiva, un gobierno extranjero no sentirá obligación de hacerla por ellos.

Las dudas aumentan en cuanto a la seriedad de las principales expectativas señaladas por los encargados de la diplomacia salvadoreña acerca de la visita del presidente estadounidense. Pareciera ser que no le brindaron la información completa al presidente para que este se haya aventurado a definir como una de sus principales metas a obtener una solución migratoria permanente.

Discursos van, discursos vienen, pareciera que estos viajan al mismo ritmo y en las mismas direcciones de los obligados a emigrar debido a la mala situación económica del país lo que condujo a que el año anterior también fuera record en deportaciones recibidas.

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