Por Scott McCartney
Los bebés en los aviones son más que suficiente para hacer que sus padres —y todos los pasajeros a su alrededor— se pongan a llorar.
Los padres se están quejando de nuevas políticas en las aerolíneas que crean secciones para bebés en la parte trasera de los aviones. Peor aún, las familias están siendo separadas, dejando a los niños pequeños en los asientos del medio en compañía de extraños, a menos que los pasajeros arreglen cambios de lugares a bordo.
En julio, Michael Lyon reservó asientos contiguos para un viaje con su familia desde Washington DC hacia Bangkok, en un vuelo de United Airlines y revisó su reserva con frecuencia para asegurarse de que la asignación de sillas no cambiara. Sin embargo, cuando llegó al aeropuerto se enteró de que los tres habían sido separados y su hijo de 6 años tendría que trasladarse solo a la parte trasera de un avión de fuselaje ancho para un viaje de 13 horas.
Un empleado en la puerta de acceso de United le dijo a Lyon que no había asientos disponibles y que no se podía hacer nada. El padre protestó y al final logró que un supervisor encontrara dos asientos contiguos para poder sentarse con su hijo. "El personal de la puerta de United no sólo parecía no entender la importancia de tener a nuestro hijo cerca, sino que además fue hostil", afirma Lyon.
Durante la temporada alta de viajes para fin de año, los adultos, por supuesto, superan en número a los niños en los aviones, pero aún así, las aerolíneas tienen que equilibrar las necesidades de los padres con las de otros pasajeros cuya pesadilla es un vuelo largo y lleno de niños ruidosos a su lado.
Hay varios factores en juego. Primero, muchos asientos de los vuelos son reservados para los viajeros frecuentes de nivel elite o para pasajeros corporativos que pagan tarifas completas. En general, los vuelos con el cupo lleno tienen menos flexibilidad para la asignación de asientos. Además, las aerolíneas venden cada vez más la opción de asientos "preferenciales" con un costo adicional, algo que muchas familias no pueden darse el lujo de costear. En tanto, los asientos de la parte delantera de la clase económica, que solían ser ideales para viajar con niños, ya que ofrecen mayor privacidad para los cambios de pañales y más espacio para chicos inquietos, ahora tienen que ser reservados para pasajeros con discapacidades. Como resultado, las familias suelen terminar separadas o en la parte trasera del avión.
En el caso de Lyon y su familia, United dice que sus sistemas están configurados para mantener a los grupos juntos, pero su asignación de asientos pudo haber sido alterada debido a un cambio de avión para su vuelo. Después de que Lyon envió una queja por escrito con los nombres de los pasajeros que fueron testigos de la discusión, la aerolínea dijo haber realizado una investigación que concluyó con una disculpa para el pasajero.
Teresa Toth-Fejel, un ama de casa de Baltimore, vuela en ocasiones con AirTran y empleados de la aerolínea le han dicho que si quiere asientos contiguos a sus hijos —de 1, 2 y 6 años— debería pagar una tarifa adicional para poder reservar los asientos con antelación. Toth-Fejel dice que suele programar alarmas 24 horas antes de la partida de sus vuelos, para registrarse en línea. "Me preocupa terroríficamente el tema", afirma.
Cuando eso no funciona, Toth-Fejel cuenta que ha podido negociar el cambio de asientos con pasajeros de buena voluntad y que probablemente no quieran quedar a cargo de un menor de 2 años. "Me parece que es una discriminación contra las familias. Para nosotros no es opcional no estar junto a nuestro hijo de 2 años de edad", explica.
Para hacerlo todavía más difícil, varias aerolíneas, incluyendo American y United, no dejan que los viajeros añadan en las reservas en línea a los niños que viajan gratis sentados en las piernas de sus padres. Por el contrario, deben llamar a la empresa aérea o tratar con un empleado en el aeropuerto para sumar a un niño a su reserva. Por ejemplo, Southwest Airlnes requiere que el padre se acerque al mostrador con un certificado de nacimiento el día del vuelo para comprobar que el niño es menor de dos años.
La configuración del avión también puede afectar la asignación de asientos. Por ejemplo, en naves pequeñas de vuelos regionales, algunas filas no tienen máscaras de oxigeno adicionales para ser usadas en niños que viajan en las piernas de sus padres. Eso significa que un pasajero con un bebé debe ser reubicado en el avión, probablemente separando a la familia.
Las aerolíneas aseguran que tratan de no separar a las familias, que alientan a su personal de las puertas de acceso a reorganizar los asientos para acomodar grupos y que siguen ofreciendo algunas comodidades de interés para los niños. Aunque muchas empresas han quitado los hornos microondas desde que ya no sirven comida caliente a bordo, algunas dicen que sus auxiliares de vuelo todavía calientan biberones al baño maría. Por otro lado, algunos aviones de fuselaje ancho todavía conservan áreas para el cambio de pañales.
Por su parte, American ha instalado un nuevo software que intenta sentar juntas a las familias con niños de hasta 12 años que no tienen asientos asignados 72 horas antes de la partida del vuelo, antes que la mayoría de los demás pasajeros.
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