lunes, 5 de diciembre de 2011

¿Qué esperar de Mauricio Funes en la segunda mitad de su período?

Por Luis Montes Brito
Para Revista Digital Gurú Político
Diario El Mundo de El Salvador


La evaluación de la primera mitad del presidente salvadoreño Mauricio Funes es tan compleja y subjetiva como la época en que ha gobernado. Desde ya podemos afirmar que su legado no se reflejará en obras físicas ni materiales, sino en su estilo “partidariamente independiente” de gobernar.

Y es que es de reconocer que a medida que Funes ha ido avanzando en el período de su administración, él ha ido madurando políticamente junto a ésta. A pesar que su desempeño se ha desarrollado en un contexto marcado de presiones de diferentes grupos de diferentes tendencias ha sabido mantenerse apegado a sus ideas, correctas o no según quien las vea, pero firme en ellas.

Funes ha logrado imponer una administración libre de dogmatismos que la vuelve enigmática para el estamento político tradicional que no atina hacia donde se dirigirá el presidente de la República en aquellos temas álgidos.

La seguridad pública y la economía, su principal talón de Aquiles, no solo no han mejorado durante su administración, sino que a pesar de lo repetido por la propaganda oficial, han retrocedido. Esta debilidad se ha originado en el intento de imponer una visión sectaria en problemas que requieren el apoyo de todos, especialmente en el área de la seguridad pública. En el campo económico su partido ha hecho “demasiado ruido”, con consignas izquierdistas resabios de la guerra fría, interfiriendo en el traslado de un mensaje que le hubiese permitido generar confianza entre los actores principales.

Las amenazas, resentimientos y dogmatismos constantemente manifestadas por la cúpula efemelenista, lejos de ayudar a un mejor desenvolvimiento de su administración han complicado el panorama ocasionando que en varias ocasiones los apoyos le lleguen al presidente de donde menos se espera y no de su propio partido.

Además de los temas ya mencionados (Seguridad Pública y Economía), en la segunda mitad de la Administración Funes hay otros retos de país a vencer, estos son: un pacto fiscal y la transparencia. Opino que Funes ha dado claras muestras de independencia partidaria y de genuina visión de país para abordar todos estos temas, nos sumaremos todos a la solución?

En el tema seguridad pública hay suficiente conciencia y la desesperación es tanta que la sola destitución o renuncia del funcionario a cargo anterior ha sido suficiente para darle un voto de confianza a la administración.

La economía, es un tema que depende de aspectos tan diversos que van desde un nuevo TPS para los salvadoreños en el exterior a la generación de un clima de confianza a través de la seguridad pública y jurídica para estimularla, por lo tanto la solución debe ser amplia y pragmática.

En el área fiscal, los diferentes sectores, sobre todo los menos desposeídos deben entender que se debe profundizar en una reforma fiscal que pasa por el trago amargo de una mayor tributación. En los principales países cooperantes con El Salvador (Estados Unidos y Comunidad Europea) la carga tributaria de sus ciudadanos oscila en un 30% la cual es más del doble que en este país (14.1%), este es un tema impostergable, que además no habla bien de nuestra dignidad nacional y que no abona a la soberanía. La solución de nuestros problemas debe generarse en casa.

Y por último un tema que acompaña a todos los demás y que es imperativo en todo buen gobierno: Transparencia, que se extiende a los 3 poderes del Estado y a toda entidad pública, que además abarca desde el manejo de los fondos públicos hasta el acceso a la información. Solo así el gobierno enviará el mensaje correcto de “necesito más recursos para invertirlos honradamente a favor de todos”.

Todos estos temas requieren de una visión de país que debe ser asumida por todas y todos con una conducta patriótica y no partidaria, porque lo que está en juego es la viabilidad de nuestra nación y así evitar llegar a niveles desesperantes que inspiren a muchos a buscar a líderes mesiánicos con discursos y propuestas populistas que nos lleven a retroceder en todos los campos.

Sin sentirme satisfecho de lo realizado hasta hoy por la administración del presidente Funes, debo reconocer que percibo buenas intenciones en su persona para cambiar cualitativamente el país. Sin el concurso de todos, esas buenas intenciones no podrán transformarse en hechos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario