miércoles, 22 de septiembre de 2010

Dream Act es derrotada en el Senado

Republicanos votaron masivamente en contra de la ley que daría oportunidad a los jóvenes indocumentado de asistir a la Universidad

Demócratas perdieron importante batalla en el Congreso

Elecciones de Noviembre influyeron en la votación

Así lo informa UNIVISION

WASHINGTON – Por 56 votos a favor y 43 en contra (una ausencia), el Senado de Estados Unidos rechazó el martes el proyecto de ley Dream Act, que proponía dar residencia temporal a unos 65 mil estudiantes indocumentados con buenas calificaciones cada año, quienes una vez graduados de la universidad o ingresaran a las Fuerzas Armadas recibirían la residencia legal permanente.

Cinco años después de la green card, los beneficiarios podían iniciar el trámite para la obtención de la ciudadanía.

La iniciativa había sido anunciada la semana pasada por el líder del Senado, Harry Reid (demócrata de Nevada), y respaldada por la mayoría de los miembros de su partido, pero los republicanos habían advertido que no apoyarían el proyecto.
El Dream Act fue agregado como enmienda a una ley de gastos de defensa por $727,700 millones.

La oposición republicana también bloqueóuna enmienda que eliminaba una prohibición establecida hace 17 años para que los homosexuales ingresaran a las filas de las Fuerzas Armadas.

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dijo desde el pleno al término de la votación que no se dará por vencido. "Quiero que todos los que me escuchan sepan que vamos a votar sobre el Dream Act. Sólo es cuestión de cuándo, porque se trata de un asunto de justicia".

Reforma en peligro

El traspié amenaza ahora con estancar un esfuerzo liderado por el Senador Robert “Bob” Menéndez (demócrata de Nueva Jersey), quien la semana pasada anunció que en el curso de las próximas semanas y antes de las elecciones de medio tiempo del 2 de noviembre, empujaría un proyecto de reforma migratoria comprensiva en el Senado.

Para ser aprobado el Dream Act requería el apoyo de 60 de los 100 asientos del Senado. Los demócratas cuentan con 56 curules y necesitaban el respaldo republicano para conseguir una victoria.

Poco antes de la votación, el proyecto, que iba a permitir la legalización de aproximadamente un millón de estudiantes indocumentados en Estados Unidos, enfrentó a demócratas y republicanos.

Durante una rueda de prensa, los senadores Dick Durbin (demócrata de Illinois) y Joe Lieberman (independiente por Connecticut), prometieron dar la lucha por el Dream Act si no reúnen los 60 votos para impedir que los republicanos bloquearan la medida.

Ásperas discusiones

Pero los esfuerzos se vieron estancados, pese a que por la mañana The Hill, un periódico de Washington especializado en temas del Congreso había advertido que los demócratas no contaban con los votos necesarios.

"No es vía libre para la ciudadanía, y no es una amnistía... es simplemente una cuestión de justicia en este país", afirmó Durbin antes de la votación, al enumerar los requisitos que deben reunir los estudiantes indocumentados para ajustar su estatus migratorio.

El Dream Act fue presentado por primera vez en 2001. Desde entonces se han realizado varias votaciones y ninguna ha logrado reunir los 60 votos necesarios en el Senado.
Según el Instituto de Política Migratoria (MPI), alrededor de 2.1 millones de estudiantes indocumentados son "elegibles" en caso de que el Congreso apruebe la ley. De ese universo, sin embargo, sólo alrededor de un millón reuniría cada uno de los requisitos.

Mar de tristeza

"Sin el Dream Act, estoy relegado a (ser) una mera sombra" en Estados Unidos, dijo Vargas, quien llegó de México a los 5 años de edad y ahora cursa su tercer año en la Facultad de Leyes de City University College en Nueva York.

Vargas presentó a los senadores un sobre amarillo con una petición firmada por 65,000 personas a favor del Dream Act antes de la elección.

El Dream Act cuenta con el aval de los departamentos de Educación y de Seguridad Nacional, cuyos titulares, Arne Duncan y Janet Napolitano, respectivamente, enviaron hoy mismo una carta al Senado para pedir su aprobación.

El Presidente Barack Obama también hizo campaña a favor del proyecto.

Los senadores republicanos John McCain y Orrin Hatch, antes apoyaron el proyecto, pero esta vez ni ellos ni otros líderes de su bancada lo respaldaron.
Se desconoce si los demócratas continuarán adelante con el proyecto de reforma migratoria que lidera Menéndez. El Senador de Nueva Jersey no ha dicho si cuenta con los 60 votos necesarios en el Senado.

"No preguntes, no digas"

La probibición para que los homosexuales ingresen a las Fuerzas Armadas fue establecida hace 17 años. El retiro de dicha prohibición es impopular entre los republicanos, los oficiales militares y los conservadores en el terreno social.

Los partidarios de los derechos de los homosexuales se preocupan ahora de haber perdido una oportunidad crucial de cambiar la ley. Si los demócratas pierden bancas en las elecciones de noviembre, será todavía más difícil _si no imposible_ repeler la legislación el año próximo.

Unas 13,000 personas han sido dadas de baja de las fuerzas armadas desde que la ley entró en vigencia en 1993. Pese a que en la mayoría de los casos se debe a que los soldados gays manifestaron su orientación sexual, los grupos activistas sostienen que a veces ha sido utilizada por colegas vengativos para deshacerse de quienes nunca hicieron ostentación de su sexualidad.

Altos funcionarios de la defensa, incluso el secretario Robert Gates y el titular del Estado Mayor Conjunto, almirante Mike Mullen, han dicho que apoyan el rechazo de la ley, pero dijeron que desean actuar paulatinamente para garantizar que los cambios no perjudiquen la moral.

Los partidarios del rechazo dicen que la legislación priva a las fuerzas armadas de soldados capaces y viola los derechos civiles.

El Nuevo Herald lo informa así:

Defensores de inmigrantes sufren fuerte derrota

Por MELISSA SANCHEZ

La enmienda del DREAM Act, que beneficiaría a miles de estudiantes indocumentados, fue bloqueada el martes en el Senado federal, constituyendo una importante derrota para activistas a favor de los inmigrantes que lucharon por su aprobación a lo largo de toda la nación.

Incluida en un proyecto de ley para el presupuesto de Defensa, la enmienda otorgaría estatus legal a estudiantes indocumentados que quisieran realizar estudios superiores o servir en las fuerzas armadas.

En Miami, estudiantes y activistas expresaron su frustración por la votación en Washington. El proyecto de ley necesitaba 60 votos, pero sólo consiguió 56. Otros 43 senadores votaron en contra.

"No puedo mentir. Definitivamente hay un sentimiento general de '¿qué pasó?' ", comentó Gaby Pacheco, líder estudiantil que abogó por la aprobación de la medida. "Pero a la vez, quiero agradecer a los senadores por darnos una mayor razón para continuar con la lucha".

También fue derrotada otra polémica enmienda en el proyecto de ley para revocar la política de "No preguntes, no digas", aplicada desde 1993 a los homosexuales en las fuerzas armadas.

Defensores de los homosexuales aseguran que dicha política ha suscitado el despido de alrededor de 14,000 militares.

Por la Florida, el senador republicano George LeMieux votó en contra, y el demócrata Bill Nelson a favor.

Las posibilidades de llevar nuevamente ambas propuestas al Senado son remotas, considerando la posibilidad de que los demócratas pierdan la mayoría en los comicios del 2 de noviembre.

Los republicanos generalmente han visto el DREAM Act como una "amnistía" para los indocumentados. De haberse aprobado, hubiera permitido la legalización de aquellos estudiantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos antes de cumplir los 16 años, llevan al menos cinco años de estancia en el país, carecen de antecedentes penales y completan al menos dos años en la universidad o prestan servicio en las fuerzas armadas.

Según el Instituto de Política Migratoria (MPI), en Washington, alrededor de un millón de estudiantes reuniría todos los requisitos.

A pesar de que es un partidario del DREAM Act, el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, votó en contra a fin de tener el margen de maniobra necesario para intentar llevar la enmienda de nuevo a votación.

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