martes, 7 de septiembre de 2010

El mimetismo político del mercantilismo salvadoreño

Por Luis Montes Brito
Artículo Publicado para Gurú Político
Revista Digital desde Acapulco, México


Pretenden pasar de libertarios a Social Demócratas como que esto fuera un simple hecho de cambiarse de carril en una carretera.

En la historia de la economía mundial después del período de la colonia aumentaron los viajes intercontinentales con punto de partida desde el viejo continente, abriéndose nuevas oportunidades de negocio a través del intercambio comercial. El oro llevado desde América hacia Europa aumentó el comercio doméstico en esos países, aumentándose la producción interna llevándola más allá de la misma demanda.

Los pioneros del mercantilismo exaltaban el desarrollo económico por medio del enriquecimiento de las naciones gracias al comercio exterior a través del cual se viabiliza una salida a los excedentes de la producción interna.

En dicho sistema el Estado asume un papel importante en el desarrollo de la riqueza nacional, actuando como defensor de los productores nacionales estableciendo políticas proteccionistas y en particular estableciendo barreras arancelarias y medidas de apoyo a la exportación, con lo cual se consentían los monopolios nacionales bajo la justificación de defender la industria nacional. Las medidas liberaban los precios de los productos pero regulaban los salarios y los intereses financieros.

Adam Smith fue un crítico agrio del mercantilismo y su tesis central se basaba en que la riqueza de las naciones dependía del trabajo, según su libro “Una Investigación acerca de la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones” publicado en la segunda mitad del siglo XVIII, en 1776 para ser exactos. Dicho libro es el fundamento de la economía de mercado.

Años más tarde, Michael Porter en 1990, vino a actualizar la teoría clásica de Smith basando la riqueza de las naciones ya no en la tierra, recursos naturales o el trabajo sino en la competitividad o productividad de las naciones.

Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) a través del período del Presidente Cristiani logró dos cosas básicas para el progreso del país:

1. La firma de los acuerdo de paz
2. La privatización del sistema financiero y del comercio exterior

Además implementó una serie de medidas mercantilistas consistentes en la protección y privilegios a un reducido grupo de empresas, con énfasis en el sector financiero, que se vieron beneficiadas de las mieles de su gobierno. Implementando lo que en términos económicos se conoce en Inglés como Trickle Down Economics, mejor conocido en español como “teoría del rebalse”, en la cual con la anuencia y complicidad del gobierno se permitiría el raudo enriquecimiento de cierto grupo de empresas que por el rebalse de sus negocios generarían oportunidades suficientes para que ese beneficio llegara hasta los más pobres de los pobres haciendo escala por supuesto en la clases media.

Con la llegada al poder del Presidente Calderón Sol, asesorado por el eminente Doctor Michael Porter se estableció como rumbo de la economía nacional buscar la Competitividad del país, liberalizando el mercado. Este rumbo fue continuado por el gobierno del presidente Flores quien a su vez inició una serie de medidas sociales que fueron continuadas y ampliadas en el gobierno siguiente del Presidente Saca.

Actualmente 20 años después de haber concluido su período presidencial Cristiani vuelve a la actividad política plena, pero como era de esperar no podía participar desde otra posición más que no fuera la de Presidente del partido.

A quién beneficia más este retorno a la política de Cristiani es un tema plenamente discutido y que en lo personal he dejado bien clara mi opinión en anteriores artículos.

La política es percepción

Alfredo Cristiani en una actitud de dueño del partido más que de presidente del mismo, inconsultamente decide modificar los estatutos de ARENA y a decir de muchos hasta cambiar de ideología. Decide que la base se entere del cambio pretendido a través de los medios de comunicación social y para tal fin no busca un medio amigo, sino uno acérrimo crítico de su partido y de sus diferentes dirigentes El Faro.net quien publica un artículo donde tuvo acceso a un COENA ampliado, donde un miembro anónimo de la fracción legislativa de ARENA manifiesta que el cambio pretendido es volverse socialdemócratas.

Si el artículo es cierto, el Presidente Cristiani pretende que los miembros de su partido pasen de libertarios a Social Demócratas como que esto fuera un simple hecho de cambiarse de carril en una carretera y además que lo hagan con los ojos cerrados y sin poner las luces laterales de tránsito ( en buen salvadoreño sin pedir vía).

El cambio personalmente no me asusta, es más, lo considero la tendencia mundial: un sistema ecléctico de medidas económicas neoliberales acompañado de medidas sociales que balancean el sistema, en sustitución de la teoría del rebalse, que por cierto en El Salvador nunca se alcanzó. Pero el pretendido cambio ideológico o la conformación del nuevo ideario, como le llaman eufemísticamente, en boca del presidente Cristiani no es creíble, ni consistente como dice en el artículo de El faro.Net uno de los asesores de izquierda contratado para producir el nuevo ideario, Paolo Luers: “Yo no voy a tratar de decirle a un chucho (perro) que se haga gato”.

Con el presidente Cristiani al frente de ARENA la venta del mensaje del cambio ideológico sabe como a una tomada de pelo a las bases y sobre todo un insulto a la inteligencia del electorado. Una vez más se están limitando a informar a las bases de una decisión ya tomada no a consultarlas seriamente. La actitud de dueño sigue presente en el instituto político de derecha, impera la verticalidad sobre lo democrático. La pregunta es cómo es posible que en ARENA siendo un partido con una base amplia de empresarios de todo tamaño, no se haga un debate serio sobre un tema tan profundo y se pretenda tomar como corderitos a sus correligionarios y ordenarles que a partir de mañana por decreto serán socialistas. Se imagina usted a las bases y a los empresarios dirigiéndose al presidente Fredy Cristiani como “compañero Fredy” o llegarán al colmo de llamarlo “camarada Fredy”.

Para que el nuevo proyecto ideológico sea creíble ARENA no debe limitarse a cambiar de mensaje sino debe abrirse a nuevos liderazgos y no solo a un maquillaje en su retórica acompañada de nuevos ‘posibles candidatos”.

Debo quitarme el sombrero ante Jorge Velado, vicepresidente de ideología de ARENA cuyas palabras han servido para apaciguar las inquietudes de las bases aclarando públicamente que ARENA no irá hacia la social democracia, sino de lo que se trata es de una actualización de estatutos. La inquietud persiste desde los fundadores del partido hasta las bases y foráneos a quienes inquieta el alcance del cambio de mensaje, porque todo mundo está claro que el cambio será más que todo retórico ya que los que es visible en ARENA como lo es su trayectoria la cual está contrapuesta al discurso pretendido por lo que se puede percibir que difícilmente habrá cambio de conductas políticas.

Compartiendo mi opinión sobre el anunciado cambio o revisión de estatutos o de ideario: Para el presidente Cristiani como un miembro nato del gran capital le es fácil hablar de un cambio de ideología ya que sostengo que “el gran capital no tiene ideología, tiene intereses”. El actual anuncio valida la tesis que he planteado en un artículo anterior al respecto.

La subida de 7.1 puntos de ARENA en la más reciente encuesta de Mitosfki será utilizada por Cristiani y compañía para reforzar su pretensión del cambio de ideología, método equivocado ya que se estaría tomando como base un elemento coyuntural para tomar decisiones estratégicas.

Hoy por hoy hablar de un cambio de ideología en ARENA, en el mejor de los casos puede servir para fines electorales en el corto plazo, pero el daño a la identidad ideológica de sus bases será irreparable en el largo plazo.

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