lunes, 20 de septiembre de 2010

825,000 estudiantes se beneficiarían con la propuesta actual del Dream Act

Tomado de The Wall Street Journal
David Cho, un inmigrante indocumentado de Corea del Sur, llegó a EE.UU. a los nueve años.


Por David McNew

LOS ÁNGELES—David Cho, un estudiante excelente y miembro de la banda de la Universidad de California en Los Ángeles, planea enrolarse en la Fuerza Aérea de Estados Unidos este año, siempre y cuando el Congreso lo deje.

Cho es uno de los potenciales beneficiarios de la ley de Desarrollo, Alivio y Educación para Menores Extranjeros, conocida informalmente como el Dream Act. La legislación le abre un camino a Cho para obtener la nacionalidad estadounidense.

La ley concedería un plazo de seis años de residencia legal a los graduados de secundaria que han vivido en EE.UU. en forma continua durante cinco años y que arribaron al país con 15 años o menos. Estas personas podrían solicitar la ciudadanía si asisten a la universidad o se incorporan a las fuerzas armadas durante dos años de su período de residencia legal.

Harry Reid, líder de la mayoría demócrata en el Senado, anunció la semana pasada que planea adjuntar el Dream Act al proyecto de ley de autorización de gastos de defensa esta semana.

Sus partidarios piensan que el Dream Act estimularía a los jóvenes a enrolarse en las fuerzas armadas y asistir a la universidad, dos objetivos loables.

Los detractores, no obstante, creen que la ley equivale a un programa de amnistía para los hijos de padres que violaron las leyes estadounidenses de inmigración.

En estos momentos, personas como Cho no tienen el derecho de trabajar legalmente en EE.UU., incorporarse a las fuerzas armadas o recibir préstamos estudiantiles del gobierno federal. A menudo, los hijos de inmigrantes indocumentados no son deportados, a menos que tengan antecedentes penales.

"Estoy muy entusiasmado", dice Cho, de 21 años, que cursa su cuarto año en la UCLA, y que llegó de Corea del Sur con su familia a los nueve años.

Un reciente estudio del centro de estudios independiente Migration Policy Institute concluyó que la aprobación de la ley beneficiaría a unos 825.000 jóvenes indocumentados. Tres de cada cuatro potenciales beneficiarios residen en 10 estados, encabezados por California, Texas, Florida, Nueva York y Arizona.

Cho no pierde el optimismo. "Mi sueño es llegar a ser senador de Estados Unidos", señala.

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