sábado, 18 de septiembre de 2010

Asesino de John Lenon confiesa motivaciones de su crimen

Tomado de El País
El asesino del músico cuenta a un juez que pensó en acabar también con Elizabeth Taylor o Johnny Carson
Por YOLANDA MONGE

La noticia no es que una vez más, y ya van seis, al asesino confeso de John Lennon le haya sido denegada la libertad condicional porque el comité de expertos que le evalúa cada dos años en el correccional de Attica (Nueva York) considere que sigue sin estar preparado para vivir libre en sociedad.

Lo que hay de nuevo es el relato del propio Mark Chapman, en el que cuenta que asesinó a Lennon porque "era más fácil matarle" que acabar a tiros con Elizabeth Taylor o Johnny Carson. Chapman, de 55 años, quería ser alguien, quería que el mundo hablara de él y conociera su rostro. Quería conmocionar y lo consiguió cuando abatió al ex Beatle a la salida de su residencia en el emblemático edificio Dakota de Manhattan. "Creí que matando a John Lennon me convertiría en alguien, y en lugar de eso me convertí en un asesino, y los asesinos no son nadie".

La frase anterior lleva implícito arrepentimiento, reconocimiento de haber errado, conclusión a la que Chapman ha llegado porque en la cárcel - donde lleva 30 años y desde hace 10 puede optar cada dos a la libertad condicional- encontró a Jesús y vio la luz. "Le conozco. Ahora mismo está aquí conmigo, me está ayudando a hablar con ustedes

[con la junta que concede la libertad condicional]", se lee en la transcripción de la entrevista mantenida entre el preso y el comité que se celebró el pasado 7 de diciembre y que se ha hecho pública ahora. "Sin Dios no soy nadie, incluso hubiera sido todavía más don nadie de lo que era".

Antiguo guarda de seguridad que sufría depresión cada cierto tiempo, Chapman confesó la semana pasada en la cárcel de Attica que tenía una lista de gente a la que quería matar para lograr salir de su vulgar anonimato. Pero el primer nombre era el del músico John Lennon. "Me enteré de cuál era su edificio y fui allí. No parecía tener tanta seguridad como hubieran tenido los de las otras personas", explicó el preso. ¿Existían otras posibles víctimas en la lista de Chapman? "Estuve pensando en ello el otro día porque sabía que me lo iban a preguntar. Johnny Carson era uno de ellos. Elizabeth Taylor también. Pero he olvidado a los otros dos".
Durante días, Chapman hizo guardia en Nueva York frente al apartamento de Lennon y su esposa, Yoko Ono. El 8 de diciembre de 1980 se despertó con una premonición: "Hoy es el día". Cuando la pareja volvió a casa, por la noche Chapman cumplió su misión y acribilló al compositor. "Yo era un don nadie hasta que asesiné al tipo más grande de la Tierra", dijo entonces.

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