lunes, 25 de julio de 2011

Obama insiste ante hispanos en su deseo de reforma migratoria

Tomado de El País

Presidente Barack Obama junto a Janet Murguía presidenta de la poderosa organización hispana La Raza

Por Cristina F. Pereda

Barack Obama ha pedido hoy a la comunidad hispana que le ayuden a cambiar el sistema de inmigración. En su discurso, pronunciado durante la conferencia anual de La Raza (NCLR), el presidente insistió en su disposición a garantizar que en Estados Unidos haya oportunidades para todos, asegurando que el país sólo será tan fuerte como lo sean los hispanos.

Janet Murguía, presidenta de NCLR, la organización hispana más importante de Estados Unidos, presentó a Obama destacando la incorporación de numerosos políticos hispanos a su gobierno. Entre aplausos, no tardó en recordar al presidente que siguen teniendo “trabajos sin terminar”.

Obama recogió el guante. Presumió de haber nombrado a la primera hispana en formar parte de un gabinete, como es Hilda Solis, o Sonia Sotomayor, primera hispana que asciende a juez del Tribunal Supremo. También recordó que la reunión celebrada hace dos semanas en la Casa Blanca, que acogió a un centenar de líderes hispanos de todo el país con miembros del gobierno, demuestra que “hacen algo más que hablar”.

Pero la comunidad hispana espera desde 2009 la llegada de una reforma migratoria, promesa incumplida desde la campaña electoral. Y algo más. La situación económica afecta a los hispanos de una forma especialmente dura y necesitan más que palabras para recuperar la confianza en el presidente y candidato para 2012. Obama, por su parte, sabe que necesita al electorado hispano para ganar y desde hace meses intensifica sus contactos con la comunidad latina.

El presidente recordó que hace dos meses viajó a El Paso, ciudad fronteriza de Texas y México, para renovar su compromiso con la reforma de inmigración: “Les prometí que trabajaría sin descanso hasta arreglar el sistema de inmigración y hacer realidad el DREAM Act. Insistí en que no se trata de hacer lo correcto, es una obligación económica”. Obama recuperó así el argumento de que las mayores empresas tecnológicas de Estados Unidos, como Google o Intel, han sido creadas por inmigrantes.

El país les necesita. Nuestra familia americana sólo será tan fuerte como lo sea la creciente comunidad hispana”, mencionó Obama, reconociendo el potencial del grupo de población que más y más rápido aumenta en todo Estados Unidos, con más de 50 millones de hispanos.


El presidente aprovechó el discurso de esta mañana para hablar del debate más importante estos días en Washington, en torno al déficit económico y la deuda del país. Obama insistió en que quiere evitar que los más ricos paguen menos impuestos mientras sufre la clase media, ayudar a las pequeñas empresas a crear empleo y que miles de trabajadores hispanos que perdieron sus trabajos en la construcción puedan recuperarlos.

Las elecciones legislativas de 2010 dejaron a Obama sin el respaldo de las dos cámaras legislativas en el Congreso. La Cámara de Representantes está liderada por los republicanos, añadiendo un obstáculo más a cualquier iniciativa que quiera llevar a cabo el presidente. Esta situación dificulta el avance de la reforma migratoria, por ejemplo, o de las medidas para terminar con el déficit esta semana, y ha llevado a muchos a pedir a Obama que actúe por su cuenta. Como presidente, puede recurrir a una Órden Ejecutiva para saltarse el bloqueo en el que está inmerso el Congreso.

“Sé que muchos quieren que ignore las cámaras legislativas y cambie las leyes por mi cuenta”, reconoció Obama entre aplausos. “Y créanme, lidiando ahora mismo con el Congreso...” Le interrumpieron entonces gritos de “Yes, We Can”, su lema de la campaña electoral. “Créanme, la idea de hacer las cosas yo solo es muy tentador”, dijo entre risas, “pero nuestro sistema no funciona así. Seamos honestos. Necesito una pareja de baile ahora mismo y la pista está vacía”.

Obama atacó al partido republicano por retirar su apoyo a las reformas. Algunos legisladores de la oposición ayudaron a redactar leyes de reforma de inmigración o incluso el DREAM Act, que podría convertir en ciudadanos a miles de estudiantes indocumentados a cambio de acceder a la universidad o alistarse en el ejército. Pero en los últimos dos años su respaldo se ha convertido en un rechazo absoluto.

“Necesitamos un movimiento que una a los dos partidos más allá de empresas, grupos religiosos, sindicatos y autoridades. Yo estaré ahí en todo momento, porque Washington está muy lejos de donde el país necesita que estemos”, avisó el presidente.

“Somos un pueblo que hace lo necesario para asegurarse de que sus hijos tendrán las mismas oportunidades que nos dieron nuestros padres, no sólo las mismas oportunidades, sino mejores”, dijo Obama. “Ese es el estilo americano. Y también el de la comunidad hispana”.

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