Por Jonathan Weisman
El Comité Nacional Demócrata lanzó el viernes su primera publicidad en la campaña presidencial de Estados Unidos para la elección de 2012. Se trata de un spot televisivo en español que demuestra que tanto ese partido como el republicano ven a los latinos como actores clave en los comicios del próximo año.
El lanzamiento se produjo días después de un aviso en español emitido el 18 de julio por American Crossroads, un grupo republicano que no está sujeto a los límites de financiamiento de campañas políticas, donde un narrador expresaba su decepción respecto al presidente Barack Obama.
El CND contraatacó el viernes con un comercial que proclama: "Sabemos en quién confiar y en quién no".
Los anuncios se intercalan en Reno y Las Vegas, en el estado de Nevada; Tampa, Orlando y Miami, en Florida; Denver, en Colorado; Albuquerque, en Nuevo México; y la ciudad de Washington y apelan a comunidades latinas que fueron decisivas para Obama en 2008.
La campaña de reelección de Obama pone sus fichas en poblaciones hispanas más grandes en estos lugares el próximo año para compensar la pérdida de popularidad del presidente entre los votantes blancos.
"Esta compra de publicidad, y el hecho de que es la primera de la temporada, envía una señal muy fuerte sobre qué prioridad tan alta es la comunidad hispana", dice la representante republicana Debbie Wasserman Schultz, de Florida, quien es también la presidenta del CND.
El respaldo a Obama entre los votantes blancos ha bajado de la mano de las percepciones sobre la economía. Pero en general, los índices de aprobación del presidente son considerablemente altos comparados con el pesimismo que nubla al país.
Una encuesta esta semana realizada por The Wall Street Journal y NBC News encontró que 47% de los estadounidenses aprueba el trabajo que Obama está haciendo frente a 48% que lo desaprueba, a pesar de que dos tercios de los que respondieron dijeron que el país está en el camino equivocado, el mayor porcentaje en la actual gestión.
La aprobación del presidente es impulsada por el apoyo incondicional de los afroamericanos y el fuerte respaldo de los latinos. Aunque sólo 30% de los hispanos dijo que el país está en el camino correcto, 56% aprueba la gestión de Obama. El índice de aprobación del presidente entre los blancos es de 40%.
Obama lidera a su rival republicano más cercano por la presidencia, Mitt Romney, con 48% frente a 41%. Pero 47% de los blancos apoya a Romney en comparación con el 42% que respalda a Obama. Por el contrario, 91% de los afroamericanos está con Obama, así como 61% de los latinos. Los hispanos que se inclinan por Romney representan apenas 28%.
Los republicanos consideran el apoyo afroamericano demasiado fuerte de romper, pero dicen que si pueden socavar la popularidad del presidente entre los latinos, podrían debilitar su influencia en las negociaciones sobre la deuda fiscal y poner en riesgo su reelección.
"Se buscan puntos de presión, y un punto de presión para el presidente Obama es el apoyo entre los latinos, que es muy amplio, pero muy superficial", señala Jonathan Collegio, vocero de American Crossroads.
Obama no ha logrado asegurar una reforma a las leyes de inmigración del país, una meta clave de los grupos latinos. Pero los republicanos, que han bloqueado el proceso, dicen que el presidente es vulnerable entre los latinos por el tema económico. La tasa de desempleo de los hispanos es de 11,6%, un poco menor a la del año pasado pero más alta que el promedio nacional.
Los demócratas aseguran que los esfuerzos nacionales de grupos como Crossroads son anulados por las leyes contra la inmigración ilegal impulsadas por autoridades republicanas en Arizona, Georgia, Alabama y Florida, que han alienado a los votantes hispanos, que consideran las leyes discriminatorias.
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