viernes, 29 de julio de 2011

Debt-ceiling y default: En español y simple, por favor

Por Luis E. Montes

Para Grupo Editorial Impre.com

Para el ciudadano común y corriente, las discusiones presupuestarias en la capital norteamericana- Washington DC- no significan mucho. La mayoría se queja que es más politiquería y que es parte del drama político de todos los días. En realidad términos como debt-ceiling y default no hacen clic. Sin embargo, el impacto de las decisiones de hoy hasta el 2 de agosto pueden marcar un antes y después en la historia de los Estados Unidos y por lo consiguiente en la vida cotidiana de los habitantes de esta nación.

Vamos por partes. ¿Qué es el debt-ceiling? Se refiere al límite que el gobierno federal de Estados Unidos puede pedir prestado. En estos momentos son $14.3 trillones. Ese límite ha sido levantado más de 90 veces desde que fue impuesto por el Congreso allá por el año de 1917. Presidentes republicanos y demócratas por igual han firmado legislaciones subiendo el límite. En tiempo de guerra, como el que vivimos actualmente, ese límite siempre sube por la misma necesidad de pagar por los gastos. También se hizo frecuentemente para la primera y segunda guerra mundial así como para Corea y Vietnam.

Para el martes 2 de agosto se proyecta que el departamento del Tesoro (Hacienda) alcance ese límite. La razón: En estos momentos Estados Unidos gasta 45% más de lo que gana. Para esa fecha o se levanta el límite de la deuda (debt-ceiling) o entonces el gobierno tendría que "default"- es decir no tendrá capacidad para pagar su deuda a menos que se recorten programas federales como pago de pensiones y seguros de salud entre otros.

A nivel internacional los Estados Unidos pierden la confianza de los inversionistas (los que compran los bonos del tesoro), por lo consiguiente el dólar pierde más valor y la estabilidad de la primera economía nivel mundial se desplomaría. La poca recuperación económica del año y medio atrás se verá nublada por las consecuencias de todos los problemas enumerados arriba.

La tasa de interés para todos los prestamos subirá. Proyectan también una subida en el desempleo y otros factores económicos negativos. Ahora si a la discusión meramente económica se le adhiere política, hay entonces que poner sobre la mesa la elección del 2012.

¿Cómo? No hay que ser mago ni muy político para saber que la oposición republicana quiere hacer ver mal al presidente demócrata, Barack Obama, y su administración unos meses antes de su crítica reelección para, según ellos, argumentar la incapacidad del presidente para conducir el país.


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