domingo, 24 de julio de 2011

Embarazo + adolescencia una pesada mezcla que dificulta el progreso

Tomado de El Tiempo

Por su impacto negativo en el desarrollo, su reducción es ahora una política de Estado.

Cerca de 20 de cada 100 adolescentes colombianas entre los 15 y los 19 años de edad han estado embarazadas. El porcentaje es tan alto, que hasta supera el promedio de 18 por ciento de mujeres en este rango de edad que son mamás en América Latina.

El dato preocupa, y no solo porque este fenómeno ha crecido en el país en las últimas décadas, también por el impacto que tiene sobre las mujeres, sus hijos y sus familias.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), buena parte de estas niñas "se ven obligadas a interrumpir sus estudios, lo cual limita su desarrollo personal y social y, en el futuro, su progreso económico".

Ginna Vargas, del Centro para Jóvenes de Profamilia Bogotá, es testigo permanente de este drama: "Como estas madres no tienen suficiente desarrollo personal e intelectual, delegan la crianza de sus hijos a los abuelos, pues lo común es que el padre no responda; la familia se recarga con obligaciones, que afectan sus intentos por mejorar su calidad de vida".

Es esto lo que, de acuerdo con la Cepal, "contribuye a perpetuar el círculo vicioso de exclusión, pobreza y desigualdad" de las poblaciones.

'A jugar, no a criar'

El impacto que estos embarazos tiene en materia de desarrollo personal y colectivo es tan grande que todos los países en vías de desarrollo se fijaron, en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el propósito de reducirlos.

Colombia, de acuerdo con el presidente Juan Manuel Santos, va rezagada en su propósito de que ese porcentaje baje al 15 por ciento para el 2015. Por esa razón, esta semana encabezó la firma de un compromiso histórico entre todos los partidos y movimientos políticos del país, mediante el cual se busca llegar, como mínimo, a esa meta.

El acuerdo suscrito compromete a los candidatos que ganen las próximas elecciones a incluir en sus planes de desarrollo estrategias, metas, tareas, responsables y recursos para atender efectivamente el tema.

Esta es también una forma de buscar que todos los niños que nazcan en el país sean deseados y recibidos en un entorno que garantice su protección y crianza adecuada.

Hoy, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Demografía y Salud, el 64 por ciento de las adolescentes que han pasado por embarazos, manifiestan que estos fueron no deseados, un 12 por ciento más que el promedio general.

Durante la firma del acuerdo, el Presidente reconoció la gravedad del panorama e insistió en que la promoción de la salud sexual y reproductiva "significa romper el círculo de pobreza y de falta de oportunidades para la juventud (...) los jóvenes deberían estar estudiando, jugando, aprendiendo y no trabajando para criar un hijo".

'La estrategia será integral'

Cristina Plazas, gestora del acuerdo suscrito entre los partidos, asegura que se trata de un hito en materia de política social, "es la primera vez que en torno a este tema un presidente se pone decididamente la camiseta y los partidos llegan a un acuerdo".

¿Cómo puede hacer la diferencia este compromiso?

Estamos elaborando un documento Conpes que compromete a los entes territoriales y a todas las instituciones del Estado a promover la prevención del embarazo adolescente desde su competencia. Es decir, sus proyectos y programas deben dirigirse a fortalecer la familia y a brindar nuevas oportunidades para los jóvenes. Se trata de un abordaje integral del tema, que no se restringe solo a la anticoncepción.


¿Cómo funcionaría?

Minas, por ejemplo, debe buscar la forma de reducir impactos negativos de minería, como la prostitución; Vivienda no solo debe ocuparse de entregar subsidios, sino de brindar acompañamiento real a las familias; Icbf, de fortalecer programas de prevención del abuso; Educación, de integrar el tema a la enseñanza.

¿Quién garantiza que se cumplirá?

La Alta Consejería se va a ocupar de hacer el seguimiento.

Los subsidios condicionados ayudan a reducir embarazos

Estimular a las jóvenes a tener éxito en sus estudios para renovarles la entrega de un subsidio educativo contribuye a disminuir el embarazo adolescente, afirma un estudio hecho por las facultades de Economía y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, que comparó el efecto de las políticas educativas en el embarazo juvenil.

Seleccionaron a cerca de 1.400 jóvenes de Bogotá entre 14 y 19 años beneficiarias y no beneficiarias del subsidio educativo de la Secretaría Distrital de Educación y del programa Familias en Acción.

"El subsidio del Distrito reduce en dos puntos porcentuales la incidencia de embarazo adolescente, pero el de Familias en Acción no tiene ninguna incidencia. El primero exige tener éxito en el colegio para renovarlo, el segundo no", dice Darío Maldonado, uno de los investigadores.

Un subsidio sin la condición del éxito escolar es casi un 'seguro contra todo riesgo' que aumenta la existencia de comportamientos riesgosos.

Cuatro mamás adolescentes cuentan su experiencia:

'Me preocupa mi niña: tiene tiene 14 años y será mamá'

"Me duele mucho ver a mi hija, embarazada y tan desorientada", cuenta la madre de la niña de 14 años de edad y 7 meses de embarazo. "Es muy pequeña para saber lo que le conviene en la vida", sigue la mujer, al contar que su hija se enamoró de un joven mayor que ella (22 años, carpintero de oficio), y se fue a vivir con él.

"Aunque soy muy pobre, he soñado para mi hija un futuro mejor que el que yo tuve, nunca le ha faltado nada; quería que estudiara y fuera profesional", cuenta esta madre soltera, esteticista de oficio. La jovencita, por su parte, admite que no tiene edad para ser madre pero afirma que no se arrepiente, y que pese a las necesidades, luchará darle a su hijo una buena crianza.
"Quedé embaraza por un descuido, pero ahora quiero formar mi hogar con el papá de mi niño", dice esta estudiante de noveno de un colegio distrital del sector de Suba, en Bogotá.

Tiene una hermana menor, de 12 años, con la que dice que no tiene una buena relación. Sin embargo, le aconseja que no le siga los pasos. "Si quiere tener novio, que lo tenga, pero que se cuide. Es mejor ser madre cuando uno sea profesional. Lo único que me preocupe es que voy a tener que depender totalmente del papá del niño, porque soy muy joven y no sé hacer nada".

'El papá del niño me dejó porque no quise abortar'

"Tengo 16 años y soy la madre de un hermoso niño de cinco meses. Lo amo con mi corazón, es lo más maravilloso del mundo, aunque me toca muy duro con él. El papá del niño tiene 17 años y me terminó cuando tenía tres meses de embarazo, porque no quise abortar; eso ya no me importa, no me importa que no me quiera, lo que me duele es que no me ayude y que le haya negado al apellido al niño. Es mariachi y gana muy bien, pero no me da nada.

"Por ahora estoy lactando, pero no sé cómo voy a alimentarlo más adelante. Vivo con mis abuelos y mi papá es el que me ayuda con todo; es plomero, pero dura varios meses sin trabajo y sin plata. A veces no tengo para los pañales y no puedo comprarle ropita al bebé. Hay días en los que paso sólo con una comida: si tengo para el almuerzo, no tengo para la comida. Me angustia la alimentación de mi niño.

"Estudié hasta noveno y en el colegio me negaron el cupo, pero como sea voy a volver a estudiar. Mi hijo es el que me da fuerzas para seguir luchando".

'Me duele mucho no ser una buena mama'

"Tengo 20 años y un niño de tres; quedé embarazada a los 16, en una noche de tragos. Nunca planee ser mamá, no estaba preparada, estaba en el colegio, en noveno grado. Reconozco que quise abortar; me fui de la casa con el papá del niño, que me pegaba y me daba una mala vida. Con el tiempo logré separarme y ahora tengo una pareja que me apoya, aunque somos muy pobres. Volví al colegio, este año me gradúo de bachiller y quiero empezar a trabajar.

"Claro que quiero a mi hijo, pero me quedó un trauma psicológico muy fuerte que intento remediar con la ayuda profesional: mi niño es idéntico al papá, y cuando lo veo, recuerdo la mala vida que él me daba, cuando me pegaba estando embarazada. Lo veo, y sus gestos son iguales, y eso me hace recordar tantos momentos tan dolorosos. Por eso no puedo ser una buena mamá; a veces, incluso, siento ganas de maltratarlo.

"Espero poder solucionar este problema emocional, porque el niño no tiene la culpa. A las adolescentes les recomiendo que tomen la sexualidad en serio, que no se dejen presionar. Y sobre todo, que se fijen con quién se meten, que no anden con cualquier tipo que les pueda dañar la vida.

'Me falló mi método de planificación'

"Llevaba un año con mi novio. Planificaba con inyección, por eso estaba tranquila. Al día siguiente de graduarme del colegio, descubrí que estaba embarazada. El mundo se me vino encima, tenía muchos planes. Tenía 18 años y quería empezar a estudiar.

"Mi mamá casi se muere cuando se enteró de la noticia, pero ahora me apoya como puede. La próxima semana nacerá mi niño y estoy muy feliz, voy a luchar por él, mis sueños no se han acabado. Quiero estudiar mecánica de aviones.

"El papá del niño me ayuda como puede, pero no es el hombre de mi vida. Es una persona que no tiene iniciativa; yo necesito alguien que me impulse, no que me frene. Yo les digo a las niñas que no hay necesidad de empezar la vida sexual tan temprano y que ser madre no es un juego, es una gran responsabilidad no sólo con uno sino con los niños. Uno no puede estar trayendo niños al mundo si no les puede dar una buena vida. Por eso, hay que tomarse muy en serio la sexualidad.

*Estas madres adolescentes reciben apoyo en la Fundación de la Embarazada Adolescente (Fundea), que ayuda a menores de edad en esta condición. www.fundeacolombia.org

1 comentario:

  1. Me parece muy interesante este blog ya que puedo obtener mayor conocimiento.

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