sábado, 4 de agosto de 2012

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: LA ANSIEDAD EN LOS NIÑOS




       Todos los niños sienten ansiedad. Es normal que cualquier niño se sienta ansioso en ciertos momentos de su desarrollo. Por ejemplo, entre los 8 meses y la edad pre-escolar, los niños saludables pueden mostrar angustia intensa cuando se separan de sus padres. Pueden tener también temores momentáneos, como el miedo a la oscuridad, las tormentas, los animales o las personas desconocidas. Sin embargo, si las ansiedades se vuelven severas y comienzan a interferir con las actividades diarias de la infancia, tales como el separarse de los padres, asistir a la escuela y hacer amigos, los padres deben considerar solicitar ayuda.

Un tipo de ansiedad que puede necesitar tratamiento se conoce como ansiedad por la separación, y los síntomas son:

  •    Miedo por su propia seguridad y por la de sus padres
  •    Negarse a asistir a la escuela
  •   Quejas frecuentes de dolores de estómago y de otros malestares físicos
  •    Preocupaciones exageradas sobre dormir fuera de su hogar
  •    Estar demasiado apegado a sus padres
  •    Rabietas y pánico al momento de separarse de sus padres
  •    Problemas al dormir o pesadillas.

Otro tipo de ansiedad es cuando el niño le tiene miedo a ciertas cosas específicas, y esos temores le causan angustia significativa. A algunos niños ansiosos les da miedo conocer o hablar con las personas que no conocen. Los niños con esta dificultad suelen tener muy pocos amigos fuera de la familia. Otros niños con ansiedad severa pueden tener:

  •    Muchas preocupaciones sobre cosas antes de que algo suceda
  •    Preocupaciones constantes sobre su desempeño en la escuela, con los amigos o en
  •     los deportes
  •    Pensamientos y acciones repetitivas (obsesiones)
  •    Temor de avergonzarse o cometer errores
  •    Baja autoestima.


       Los niños ansiosos suelen ponerse tensos. Algunos buscan reafirmación constante y frecuentemente sus preocupaciones interfieren con sus actividades. Ya que los niños ansiosos pueden también ser niños quietos, conformistas y deseosos de complacer, es fácil no darse cuenta de sus dificultades. Por eso, los padres deben de estar alerta a los síntomas de ansiedad severa para poder intervenir a la mayor brevedad posible y así evitar las complicaciones.
       Es muy importante no desconsiderar los temores de un niño. El tratamiento a tiempo puede prevenir dificultades futuras, tales como la pérdida de amistades, el fracaso en lograr su potencial social y escolar y los sentimientos de baja autoestima.

de la Dra. Mendoza Burgos

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma.

Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después.

Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro. 

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