Tomado de Rouge
Cáncer de mama: Educar, prevenir y curar
En el Día Internacional de la
Lucha contra esta enfermedad, dos especialistas nos cuentan cómo cuidarnos para
evitarla.
Por Roberto Eduardo Castaño y
Roberto Elizalde (*)
El cáncer de mama es uno de los canceres más frecuentes en la
mujer. Se estima que 1 de cada 8 mujeres tendrá la enfermedad en algún momento
de su vida y, si bien se puede presentar a cualquier edad, es más frecuente
en mujeres de 50 años o más.
En la Argentina se estima que se producirán 18.000 nuevos
casos por año, lo cual representa el 17,8% del total de incidencia de
cáncer en nuestro país. Las posibilidades de cura siempre guardan
relación con el momento del diagnóstico. En los estadios iniciales, pacientes
con carcinoma In situ (pre-invasor), el índice de sobre vida libre de
enfermedad es del 97%. El diagnóstico precoz aumenta las posibilidades de
curación y asegura mejores resultados estéticos.
Pero hay aspectos de la vida de los pacientes que son muy personales y complejos y sus posibilidades de acceso a la información varían en cada caso. Por dar un ejemplo numérico, ante una patología mamaria el 16 % de las mujeres mayores de 40 años va al mastólogo, la mayoría consultaría al ginecólogo (59%) o al clínico (25%). Esto sucede porque todavía mucha gente desconoce que el profesional mastólogo es el especialista indicado para el tratamiento de las afecciones mamarias.
La Sociedad Argentina de Mastología es una entidad científica
que vincula a profesionales médicos de todo el país, para difundir y
profundizar el estudio de las patologías mamarias y, fundamentalmente su
prevención, para llegar a un mejor conocimiento de las lesiones a fin de lograr
acciones más eficientes. En este sentido, es fundamental la tarea del médico en
conjunto con el paciente “educando para la vida” y generando conciencia
de la importancia de la prevención y detección temprana de la enfermedad.
Por lo general, el hospital público muestra la cara más dura de
la realidad los pacientes suelen realizar consultas con poca frecuencia y los
diagnósticos son más tardíos, motivo por el cual las posibilidades de
éxito del tratamiento pueden disminuir.
Es muy importante que la mujer aprenda a conocer sus mamas. Esto
es, estar atenta a la aparición de nódulos, derrames de sangre por
pezón, retracción de la piel o cualquier otro signo fuera de lo común.
Pero no es el autoexamen el diagnóstico precoz por excelencia.
Lo ideal es realizar una consulta una vez al año con el mastólogo.
Desde la Sociedad Argentina de Mastología se recomienda una
mamografía de base entre los 35 y los 37 años de edad en pacientes con exámenes
clínicos normales sin antecedentes familiares de cáncer de mama. A partir de
los 40, una mamografía por año. En pacientes con antecedentes fuertes
(familiar directo, madre, hermana) se recomienda realizar la mamografía 10 años
antes de la edad de detección del cáncer del familiar más cercano. Por lo
general, es a los 30 años.
Como hemos mencionado, el cáncer de mama tratado a tiempo,
tiene altos índices de sobrevida libre de enfermedad y es muy importante
destacar, para la tranquilidad de todas las personas, que gracias a los
avances científicos se ha logrado diversificar las estrategias para cada
tratamiento. Cada paciente tiene su particularidad, cada caso es distinto y hoy
la medicina puede adecuarse perfectamente a sus necesidades.
· * Presidente y Vicepresidente de la Sociedad Argentina de
Mastología
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