Tomado de Long Island al Día
Las relaciones de EEUU con Latinoamérica son prioritarias y deben evolucionar
Por Luis E. Montes

Partamos del hecho que en general la política exterior como tal no
figura en las prioridades de los votantes para el 2012. Temas como la
creación de empleos/desempleo, economía en general, cuidado de salud y el gasto
federal son los que acaparan las primeras posiciones en los sondeos. Por otro
lado y aún más importante para el tema que nos incumbe en esta columna, cabe
resaltar que el estudio de las perspectivas de los hispanos sobre política
exterior es un tema poco estudiado académicamente y con poca información
derivada de las encuestas.
Aún así con la poca importancia que dan los votantes a las relaciones
hemisféricas, es verdaderamente injustificable de parte de ambas campañas la
poca o nula atención que dedican a nuestros vecinos del sur. Es peor aun
cuando oímos a los candidatos reducir las relaciones hemisféricas a un solo
tema o país, vistas desde un prisma ideológico como meras discusiones aún de la
Guerra Fría con discursos desfasados y sin substancia.
Además de ser contraproducente, es un evidente desconocimiento de las
generalidades de la comunidad hispana. En su mayoría, esas menciones
apelan a un máximo del 3.5% de la población hispana en Estados Unidos radicados
predominantemente en una zona específica del país.
La desatención por parte del vecino del norte ha sido bien aprovechada
por otros poderes mundiales que ven en América Latina una oportunidad para el
crecimiento de sus mercados. De hecho, en el 2009 China se convirtió en el
socio comercial más importante de la economía más grande de la región,
Brasil. En total, China invirtió más de $7,300 millones de dólares en
Latinoamérica en el 2009. En el 2010, la inversión subió a $10,540 millones en
el “patio trasero” de los Estados Unidos. Lo mismo ha hecho Rusia e India. Las
inversiones no vienen solas con ellas vienen influencias políticas en la arena
internacional que pueden causar o ya están causando dolores de cabeza
innecesarios al Departamento de Estado.
Para evitar ser tachados de alarmistas y poner la inversión en
perspectiva, vale decir que Estados Unidos invirtió cerca de $121,000 millones
de dólares en el 2010, de acuerdo a la CEPAL.
Lo cierto es que lo menos que pueden hacer los candidatos es reconocer
que la Guerra Fría ya terminó y consecuentemente deberían cambiar el discurso,
especialmente el candidato republicano Mitt Romney.
No basta con seguir pregonando el embargo hacia Cuba y seguir hablando
mal de Hugo Chávez. ¿Cuál es su propuesta para combatir la plaga internacional
de las pandillas que afecta a Centro América y comunidades en Estados Unidos?
¿Cómo se tratará el tema del narcotráfico? ¿Se tratará el tema de la demanda o
simplemente nos enfocaremos en la oferta?
Seguir hablando de política exterior dirigida a hispanos de manera
unidimensional es no reconocer la heterogeneidad, sobre todo la brecha
generacional, clave importante del éxito del Presidente Obama en el 2008.
Los resultados de las encuestas del 2012 tanto de Gallup como de
Latino Decisions dan indicios que esa distancia entre republicanos y demócratas
lejos de acortarse se ha abierto aún más. De acuerdo a la encuesta de Latino Decisions
a pesar de la carencia de los detalles de ambas campañas en torno a la política
exterior hacia Latinoamérica, los hispanos confían más en el candidato demócrata
que en el republicano. 74% de los hispanos encuestados respondieron a favor de
Obama y sólo el 17% dijeron que Romney manejará mejor las relaciones con
América Latina.
Si los equipos de los candidatos presidenciales se propusieran tratar
integralmente temas domésticos como la inmigración, desarrollo económico y
ciertas áreas de seguridad nacional, ambos grupos debiesen mostrarse más serios
en su trato con sus vecinos del sur. De esa plataforma debiesen surgir un par
de propuestas importantes que coadyuven a la solución de los problemas que sus
votantes priorizan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario