Tomado
de RFI
Los
‘cristianos tibios’ no son bien vistos por el papa Benedicto XVI
El
Papa advirtió que la ‘tibieza desacredita al cristianismo’, al abrir este lunes
8 de octubre en el Vaticano el sínodo sobre la ‘Nueva Evangelización’. En la
reunión se evocó el ‘tsunami de la secularización’ que sacude las iglesias en
occidente y se invitó a los católicos a tener "confianza" al afirmar
su fe.
En el comienzo de este concilio de tres
semanas y ante los 262 sacerdotes sinodales y un centenar de expertos llegados
de todo el mundo, el papa Benedicto XVI afirmó que “el cristiano no debe ser
tibio”. También recordó el texto del Apocalipsis, según el cual “el mayor
peligro del cristiano es la tibieza” y subrayó que “esta tibieza desacredita al
cristianismo”.
Joseph Ratzinger insistió en su idea de
que los obispos y el Papa “no hacen la Iglesia” como un parlamento “promulga
una constitución”. “La Iglesia no comienza por nuestra acción, Dios actuó
primero”, dijo.
El cardenal de Washington, Donald William
Wuerl, ponente del sínodo, habló de un “tsunami de influencia secular que se
abatió sobre el conjunto del paisaje cultural, llevándose consigo referentes sociales
como el matrimonio, la familia”.
“La secularización dio forma a dos
generaciones de católicos que no conocen las oraciones fundamentales” y
“generaciones enteras se separaron de los sistemas de apoyo que facilitaban la
transmisión de la fe”, subrayó el prelado estadounidense.
“La visión se disolvió”, constató,
llamando a los católicos a “recuperar claramente su identidad” y a tener
“confianza” al afirmar su fe. “Los pecados de unos pocos fomentaron la
desconfianza hacia ciertas estructuras fundamentales de la Iglesia”, dijo,
haciendo alusión al escándalo de los sacerdotes pedófilos, especialmente en
Estados Unidos.
La víspera, Benedicto XVI pidió a los
cristianos “convertirse” interiormente, evocando su “fragilidad”, su “pecado,
personal y comunitario, gran obstáculo para la evangelización”.
“Solamente siendo purificados los
cristianos pueden encontrar el orgullo legítimo de su dignidad de hijos de
Dios”, advirtió. El Papa alabó el Concilio Vaticano II, inaugurado hace 50
años, “la expresión más universal y el impulso más autorizado” del dinamismo
espiritual.
Estas declaraciones del Papa se producen
en un momento en que el nuevo prefecto para la doctrina de la fe, el arzobispo
alemán Gerhard Ludwig Müller, indicó en la emisora de radio alemana NDR que no
estaba prevista ninguna nueva discusión con los integristas lefebvristas, que
se oponen al Vaticano II.
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