domingo, 14 de octubre de 2012

Biden cumplió los objetivos durante el debate. Demócratas recuperaron terreno


Tomado de Politikon

El debate vicepresidencial: terapia para demócratas

Por Roger Senserrich

El debate entre Paul Ryan y Joe Biden ha sido muy, muy distinto al debate de sus jefes la semana pasada. Para empezar, el candidato demócrata no estaba medio dormido, cosa que hizo todo el espectáculo algo bastante más entretenido. Segundo, porque los Joe Biden es probablemente el político más infravalorado de Estados Unidos (probablemente por culpa de The Onion) y el miércoles tuvo una noche estupenda.
Del mismo modo que Obama se llevó una buena tunda en el primer debate, este miércoles pasado Paul Ryan perdió el debate. La gente de Fox News anda toda soliviantada porque Biden fue un maleducado (interrumpiendo, sonriéndose, gesticulando) y que la moderadora hizo demasiadas preguntas (¿uh?), normalmente señal que tu candidato no le ha ido bien. Joe Biden ha estado muy agresivo, duro y sin demasiados reparos para hacer sangre, mientras que Paul Ryan se ha perdido  en las preguntas de política exterior y se ha hecho un lío bastante tremendo al hablar de impuestos.  No ha sido una paliza rotunda (estoy seguro que muchos conservadores dirán que Ryan ha empatado, y alguno que ha ganado), pero creo que Joe Biden ha estado mejor.
Todo hay que decirlo, Fox tiene cierta razón. Biden ha estado mucho más agresivo que Obama, hasta el punto de ser maleducado en ocasiones. Estas actitudes en un debate acostumbran a funcionar bastante mal con votantes indecisos / moderados, ese extraño grupo que tras dos años de campaña electoral todavía no saben quienes son los candidatos, que normalmente reaccionan mal ante el ruido y la furia de los ataques partidistas. El público del debate vicepresidencial, sin embargo, seguramente tenía pocos indecisos. Los VP, no hace falta recordarlo, no son especialmente importantes, así que los que estaban viendo el debate eran probablemente mucho más partidistas que hace una semana.  Y en ese contexto, la estrategia de Biden en el debate tiene sentido.
El (relativo) desastre de Obama en las encuestas esta semana tiene más que ver con el desánimo de las bases demócratas que gente cambiando el sentido del voto. Mitt Romney consiguió unificar a su partido, animar a todos esos conservadores que no creían que podía ganar, mientras Obama sumió  a muchos liberales en un mar de dudas. Los demócratas, más que convertir indecisos, lo que necesitaban hoy era sacar a su parroquia de la apatía y volver a movilizarlos. Joe Biden, agresivo, partidista, sardónico, estaba pensando en recuperar a los de su lado, no convertir indecisos. Tengo la sensación que la actuación del vicepresidente ha cumplido este objetivo con creces, e incluso ha ido más allá, forzando a Ryan a decir cosas como que quiere privatizar el sistema de pensiones.  El debate fue una sesión de terapia para demócratas deprimidos, y Joe Biden ha hecho lo que Obama necesitaba.
¿Tendrá este debate algún efecto en las encuestas? La verdad, creo que no demasiado. Es posible que Obama mejore un poco a base de demócratas más movilizados, pero poco más. Los sondeos ahora mismo no parecen dar datos demasiado claros (Obama pierde a nivel nacional, pero sigue ganando en las encuestas estatales, algo bastante inusual);  tengo la sensación que de aquí unos días estaremos otra vez donde siempre (Obama +1-2)  con el debate del martes siendo de nuevo decisivo.
A decir verdad, ahora mismo que Romney esté tan cerca en las encuestas es una sorpresa. La economía americana, que parecía encallada en un crecimiento mediocre, parece haber despertado justo antes de las elecciones. Y justo ahora, cuando mejor lo tenía, Obama cometió el espantoso error que fue su primer debate. El presidente sigue siendo favorito, no nos engañemos, pero va a tener que ganarse el puesto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario