Tomado de El País
Antonio Patriota y Dilma Roussef en una imagen de 2011
Dilma Rousseff fuerza la dimisión del
ministro de Exteriores de Brasil
Por Juan Arias
La
presidenta brasileña Dilma Rousseff pidió la noche del lunes al ministro de
Asuntos Exteriores, Antonio Patriota, que deje su cargo. La decisión se produce
después del reciente choque diplomático con Bolivia a raíz de la fuga del senador boliviano Roger Pinto Molina,
tras haberse conocido que la Embajada de Brasil había apoyado dicha fuga.
La prensa
brasileña dice que la
presidenta, al conocer la noticia de la fuga de Molina con el consentimiento de
la diplomacia brasileña, “se irritó” y pidió a Patriota que dejara el cargo.
El
ministro dimisionario pasará a ocupar el puesto de su sucesor en las Naciones
Unidas. Al parecer, ni la Presidencia de la República ni el ministro Patriota
habían sabido de las maniobras de la Embajada de Brasil en Bolivia para
favorecer la fuga del senador que llegó en coche oficial.
Los
medios de comunicación brasileños criticaron duramente la gestión por parte de
la diplomacia del país, algo que no concuerda con la imagen de seriedad y
profesionalidad que siempre la ha acompañado. Ante este panorama, a Roussef no
le quedó otro remedio que pedir la dimisión de su ministro.
En
el comunicado emitido por la Presidencia de Brasil se asegura que "la
presidenta Dilma Rousseff aceptó hoy la renuncia del ministro Antonio Patriota
y señaló que el representante de Brasil ante las Naciones Unidas, en Nueva
York, el embajador Luiz Alberto Figueiredo, pasa a ser el nuevo ministro de
Relaciones Exteriores. La presidenta agradeció la dedicación y el compromiso
del ministro Patriota en los más de dos años que ha permanecido en el cargo y
anunció su candidatura para la Misión de Brasil ante la ONU".
Bolivia,
por su parte, había pedido explicaciones al Gobierno de Brasil calificando de
“muy grave” la fuga del senador condenado por corrupción que llevaba 15 meses
acogido en la embajada brasileña
El
primer compromiso del nuevo canciller será la reunión de Unasur en Surinam el
sábado próximo.
Es
la primera vez en muchos años que es retirado fulminantemente de su cargo un ministro
de la envergadura del titular de Asuntos Exteriores. Pero Rousseff es una
presidenta a la que no le tiembla el pulso a la hora de poner en la calle a sus
colaboradores. Patriota no es el primer ministro al que obliga a dimitir. A los
demás lo hizo por motivos de acusaciones de presunta corrupción.
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