Agencias Noticiosas
"Los mitos que Monsanto quiere que creamos"
Los activistas no se rinden ante
los gigantes transgénicos y, a pesar de que poseen menos recursos, hacen lo
posible para llamar la atención sobre el problema de los organismos
genéticamente modificados, conocidos también como OGM.
Esta
semana ha estado marcada por varias noticias relevantes en el campo de los
productos transgénicos. En Francia el Consejo de Estado anuló el decreto que prohibía desde marzo de 2012
cultivar en territorio del país semillas de maíz transgénico de la
multinacional estadounidense Monsanto.
La polémica entre los partidarios y los opositores de este tipo de productos no cesa ni en el espacio virtual. Así, esta semana un grupo de empresas biotecnológicas, incluida Monsanto, creó un foro en línea para combatir las crecientes críticas a las que son sometidas por parte de los movimientos sociales que se oponen a los productos modificados genéticamente a causa de sus efectos nocivos.
Daisy Luther, una activista y escritora independiente de EE.UU., ha compilado en su sitio web la lista de los mitos más relevantes sobre los transgénicos que "Monsanto quiere que creamos".
La polémica entre los partidarios y los opositores de este tipo de productos no cesa ni en el espacio virtual. Así, esta semana un grupo de empresas biotecnológicas, incluida Monsanto, creó un foro en línea para combatir las crecientes críticas a las que son sometidas por parte de los movimientos sociales que se oponen a los productos modificados genéticamente a causa de sus efectos nocivos.
Daisy Luther, una activista y escritora independiente de EE.UU., ha compilado en su sitio web la lista de los mitos más relevantes sobre los transgénicos que "Monsanto quiere que creamos".
Mito 1: Nadie
ha comprobado que los OGM sean nocivos para la salud
Los
portavoces de Monsanto han afirmado muchas veces que es falso que se haya
demostrado que los organismos genéticamente modificados son perjudiciales para
la salud.
La realidad: Varios estudios realizados por expertos asocian las dietas basadas en OGM a tumores grotescos, fallos de los órganos, lesiones gástricas, daños hepáticos y renales, reacciones alérgicas severas e incluso con la muerte prematura.
La realidad: Varios estudios realizados por expertos asocian las dietas basadas en OGM a tumores grotescos, fallos de los órganos, lesiones gástricas, daños hepáticos y renales, reacciones alérgicas severas e incluso con la muerte prematura.
Mito 2: La
tecnología empleada para obtener OGM es comparable a los cruces
tradicionales para mejorar
la resistencia de los cultivos
"¿Quiere
oír algo interesante? Es posible que todo lo que usted ha comido durante toda
la vida fuera genéticamente modificado. Y lo mismo se puede decir de sus
padres... y de sus abuelos. Durante más de 10.000 años los seres humanos han
criado selectivamente plantas y animales. Las vacas que usted ve en los campos
tienen poco parecido con los antiguos uros de los que descienden. Y el maíz que
usted come es la versión doméstica de una planta salvaje llamada
'teocinte'", dice la página oficial de Monsanto.
La realidad: "A diferencia de las semillas híbridas, las semillas de los OGM no se crean con métodos naturales de baja tecnología. Las variedades genéticamente modificadas de las semillas se obtienen en un laboratorio con sofisticados métodos de alta tecnología como la manipulación genética. […] Por ejemplo, Monsanto ha cruzado el material genético de una bacteria conocida como 'Bt' ('Bacilo thuringiensis') con el maíz. El objetivo era crear una planta resistente a las plagas. Esto significa que cualquier parásito que intente comer la planta de maíz morirá, ya que el pesticida forma parte de las células de la planta", se explica en un artículo del portal The Food Renegade.
Mito 3: No hay
diferencias nutritivas entre los OGM y los alimentos tradicionales
Las
empresas de biotecnología insisten en que no hay ninguna diferencia entre los
nutrientes que contiene la comida genéticamente modificada y los de los
productos orgánicos
La realidad: Un informe publicado en el blog Moms Across America este marzo indica que sí existen diferencias nutricionales entre el maíz transgénico y el orgánico. El informe realizado por la compañía productora de maíz orgánico De Dell, la única de este tipo en Canadá, mostró que no solo los valores nutritivos son diferentes, sino que los niveles de elementos tóxicos también varían.
La realidad: Un informe publicado en el blog Moms Across America este marzo indica que sí existen diferencias nutricionales entre el maíz transgénico y el orgánico. El informe realizado por la compañía productora de maíz orgánico De Dell, la única de este tipo en Canadá, mostró que no solo los valores nutritivos son diferentes, sino que los niveles de elementos tóxicos también varían.
Mito 4: Los
OGM no dañan el medio ambiente
Las
compañías transgénicas insisten en que el cultivo de organismos genéticamente
modificados no es más perjudicial para el medio ambiente que el cultivo de
productos orgánicos.
La realidad: Como ejemplo la autora del artículo cita la isla de Molokai, en Hawái, donde la calidad del agua y del aire es deplorable por culpa de una instalación para experimentos de Monsanto de casi 800 hectáreas ubicada en esa zona.
Esta semana 'Süddeutsche Zeitung' ha publicado un artículo que describe cómo los partidarios y exempleados de las compañías transgénicas han declarado una 'ciberguerra' contra los ecoactivistas y los científicos independientes, poniendo como ejemplo la multinacional Monsanto, cuyos empleados a veces ocupaban altos cargos en el Gobierno de EE.UU. y varias instituciones oficiales, y algunos de los cuales tienen estrechos vínculos con el estamento militar e incluso la CIA.
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