El pánico es un problema común y
tratable. Los niños y adolescentes con trastorno de pánico sufren periodos
inesperados y repetidos de intenso terror, acompañados de otros síntomas como
palpitaciones rápidas y falta de aliento. Estos periodos se llaman “ataques de
pánico” y suelen durar unos minutos, aunque algunas veces pueden durar
horas. Los ataques de pánico se
presentan sin dar aviso. Los síntomas incluyen:
1.
Terror intenso. (Un presentimiento de que algo terrible
esta por ocurrir).
2.
Palpitaciones rápidas del corazón, taquicardia, mareos o
vértigos.
3.
Falta de aliento o sensación de sofoco.
4.
Temblores o sacudidas.
5.
Una sensación de irrealidad.
6.
Miedo de morir, de perder el control o de volverse loco.
El trastorno de pánico frecuentemente
comienza en la adolescencia aunque puede comenzar durante la niñez. Si no se
diagnóstica y se trata oportunamente, sus complicaciones pueden ser
devastadoras, ya que pueden interferir con las relaciones sociales, el trabajo
escolar y el desarrollo normal del niño o adolescente.
Los niños y adolescentes que padecen del
trastorno de pánico pueden comenzar a sentirse ansiosos la mayor parte del
tiempo por el temor a que les suceda uno de estos ataques repentinos, por lo
cual pueden negarse a ir a la escuela o a separarse de sus padres, por ejemplo.
En los casos más severos pueden temer a salir de la casa. Algunos pueden
incluso desarrollar una depresión mayor, y correr el riesgo de un
comportamiento suicida.
Tratando de reducir la ansiedad, algunos
adolescentes con desorden de pánico tienden a usar alcohol o drogas. Este
trastorno es muy difícil de diagnosticar. Ello puede ocasionar muchas visitas a
médicos y muchas pruebas médicas caras, innecesarias, e incluso potencialmente
dolorosas. Los niños y adolescentes que presentan síntomas de ataques de pánico
deben de ser evaluados primero por su pediatra. Si no se encuentra una
enfermedad o condición física que cause los síntomas, se debe de llevar al niño
a un psiquiatra para que le haga una evaluación extensa.
Hay varios tipos de tratamientos que son
eficaces. Hay medicamentos específicos que pueden parar los ataques de pánico.
La psicoterapia puede también ayudar al niño y a la familia a aprender formas
de reducir el estrés o los conflictos que pueden causar un ataque de pánico.
Con técnicas que se enseñan en la “psicoterapia cognoscitiva”, el niño pueden
también aprender nuevas formas de controlar la ansiedad o los ataques de pánico
cuando estos ocurren. Muchos niños y adolescentes con trastorno de pánico
responden bien a la combinación de medicamentos y psicoterapia. Además, el
tratamiento oportuno puede prevenir otras complicaciones, tales como la
agorafobia, la depresión y el abuso de sustancias.
Acerca de la Dra. Mendoza Burgos
Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica,
Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad
Complutense de Madrid, España.
Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha
enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión
en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes
medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con
objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de
apartarla de su tradicional estigma.
Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar
acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.
Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en
sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital
Benjamín Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la
embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me
hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por
la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el
campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde
compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.
La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como
video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en
diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para
mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite
a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son
demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta
privacidad.
Trato de
orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la
asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos,
porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más
convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su
vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el
ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo
adulto o se independizó, e incluso después.
Estoy
absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que
cada persona es o va a ser en el futuro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario