viernes, 28 de octubre de 2011

TPS una oportunidad que deja el desastre

Por Luis Montes Brito

Para Diario El Mundo, El Salvador

Revista Digital Gurú Político, México




El beneficio migratorio solicitado al Gobierno estadounidense por su par de El Salvador aliviaría la difícil situación por la que atraviesan miles de salvadoreños.

Las condiciones están dadas para que el Gobierno salvadoreño gestione ante su par estadounidense un nuevo Estatus de Protección Temporal (TPS por sus siglas en Inglés) que beneficie a miles de compatriotas que residen de manera indocumentada en la nación del norte.

La petición del beneficio migratorio es justificada; además, existen antecedentes de otros países centroamericanos que han sido favorecidos con dicha medida por desastres naturales similares.

El TPS es un beneficio migratorio temporal que otorga el órgano ejecutivo de Estados Unidos a los nacionales de aquellos países que han sido afectados por desastres naturales o guerras civiles.

La condición en la que viven dentro del territorio estadounidense los indocumentados actualmente se caracteriza por una persecución sin precedentes en su contra, el beneficio migratorio solicitado aliviaría la difícil situación por la que atraviesan miles de salvadoreños que son parte de los 11 millones de indocumentados que según cálculos de expertos residen en la unión americana. La medida disminuiría automáticamente el número de deportaciones, reservándose éstas únicamente para aquellos que tengan algún récord delictivo.

Aproximadamente unos 218,000 salvadoreños gozan actualmente del TPS, sumados a 66,000 hondureños y 3,500 nicaragüenses. Los salvadoreños recibieron el beneficio en marzo de 2001 debido a los terremotos suscitados en el país en enero y febrero de ese mismo año, mientras que los otros centroamericanos en noviembre de 1998 debido a los daños causados por el huracán Mitch.

La renovación del TPS para salvadoreños vence en marzo de 2012, mientras que para los nicaragüenses y hondureños el próximo mes de enero.

De lograrse el beneficio migratorio evidenciaría en la práctica la continuación del excelente clima del que gozarían las relaciones entre el gobierno estadounidense y el salvadoreño, ya que en las últimas décadas El Salvador ha disfrutado de un trato preferencial en esta materia, lo cual se refleja en el número de beneficios migratorios del que gozan los nacionales de El Salvador, comparado con el de otras comunidades latinoamericanas residiendo en territorio estadounidense.

Las condiciones están dadas y la justificación existe. Adicionalmente el momento político es propicio para que la administración Obama subsane su credibilidad y su simpatía ante los votantes hispanos de cara a la búsqueda de la reelección presidencial a llevarse a cabo en noviembre de 2012.

Obama está en deuda con los hispanos, grupo que votó masivamente a su favor, ya que no le ha cumplido la promesa del Dream Act, dirigido a aquellos estudiantes indocumentados, ni mucho menos una reforma migratoria integral, cuyas posibilidades de lograrse son casi nulas, debido a que tiene que superar el casi imposible filtro del congreso.

La ventaja del TPS es que consiste en una medida tomada por el ejecutivo, a través de la Secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, con lo que la administración Obama mostraría un gesto de buena voluntad hacia los hispanos, mismo que haría contrapeso al récord de su gobierno que se ha convertido en el mayor deportador de la historia.

Para el gobierno salvadoreño el logro del TPS sería un éxito cuyos réditos políticos capitalizaría en las elecciones del próximo marzo, ya que echaría por tierra cualquier duda que existiese sobre una incompatibilidad entre un gobierno efemelenista con el de Estados Unidos.

Más importante aún, es el inmediato beneficio social y económico que significaría el alivio migratorio para miles de salvadoreños residentes en Estados Unidos, ya que éstos además de mejorar su calidad de vida, evitarían la persecución a la que son sometidos actualmente.

La amenaza de deportación que pende sobre los indocumentados se traduce en un aumento de la presión social existente en nuestro país. Al obtener el TPS, el beneficio se ampliaría a los familiares de los favorecidos que residen en El Salvador, ya que la ayuda que envían en carácter de remesas familiares tendría una mayor certidumbre.

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