El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha dicho este martes que España ha sido un país considerado como un "milagro", pero que ahora nadie querría estar en su situación. El domingo pasado, durante la cumbre europea, había alabado a España.
"Durante décadas, se ha hecho como si uno se pudiera exonerar de las reglas del sentido común, y los países que no se han despertado a tiempo son países que ahora no pueden afrontar la situación", ha comentado Sarkozy, al aludir a la crisis económica, en un discurso público en Carcasona (sur de Francia).
"Mirad cómo cambian las cosas de rápido", ha explicado, "se hablaba de España como de un milagro hace dos o tres años, se hablaba de Irlanda como de un Eldorado. ¿Quién querría ahora estar en esa situación?".
El presidente galo ha insistido en que "un país que no hace el esfuerzo para controlar sus gastos es un país que ha dejado de ser independiente".
Un país que no controla sus gastos no es independiente
Sarkozy encabeza con la canciller alemana, Angela Merkel, la negociación para tratar de llegar a un acuerdo para restablecer la confianza en la zona euro. Las desavenencias entre los dos países forzaron una segunda cumbre este miércoles tras la del fin de semana pasado.
Entonces Sarkozy dedicó unas palabras a España, pero en otro sentido. El presidente francés dijo que España ya no se encuentra en primera línea de los problemas económicos y financieros de los países de la moneda única. Sarkozy había precisado entonces que eso se debe a los "enormes esfuerzos" del Gobierno del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, y al sentido de la responsabilidad del jefe de la oposición, Mariano Rajoy.
El portavoz del Ministerio francés de Exteriores, Bernard Valero, precisó que el discurso de este martes no debe considerarse "despectivo", porque lo importante para los dos países, "tal y como ha reiterado el propio Sarkozy, es unir esfuerzos y trabajar mano a mano para salir de la crisis". "La prioridad para todos los países europeos, y en este contexto para Francia y España, es seguir trabajando juntos más que nunca para definir las soluciones a los problemas económicos y financieros actuales. Es lo que hemos hecho hasta ahora y es lo que seguiremos haciendo" en la cumbre extraordinaria de Bruselas, añadió.
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