miércoles, 23 de enero de 2013

Una desafiante Hillary Clinton asume responsabilidad frente al senado por respuesta en Bengasi


Agencias Noticiosas

Clinton defiende su respuesta a ataque en Bengasi

"Asumo la responsabilidad (...) Nadie está más comprometido a hacer bien esto. Estoy determinada a dejar al Departamento de Estado y a nuestro país más seguros y fuertes", dijo durante su comparecencia en el Senado.

Washington. La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, defendió airadamente el miércoles su gestión del ataque del 11 de septiembre del 2012 contra la delegación estadunidense en Bengasi y negó cualquier intento por engañar a la población.
El atentado perpetrado por militantes armados, que provocó la muerte del embajador estadunidense Christopher Stevens y otros tres compatriotas, amenaza con mancillar el legado de Clinton al frente del Departamento de Estado y socavar cualquier aspiración presidencial que aún pudiera tener para el 2016.
En una intervención, en ocasiones emotiva y en otras llena de energía, Clinton se conmovió al hablar de cómo consoló a los familiares de las víctimas y se enojó cuando un senador republicano acusó a la administración Obama de engañar al país con que el incidente había surgido de una protesta local.
"Con todo respeto, el hecho es que murieron cuatro estadunidenses", respondió Clinton al testificar ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado en una comparecencia demorada más de un mes debido a problemas de salud de la funcionaria.
"Haya sido por una protesta o porque unos hombres salieron a dar un paseo una noche y decidieron matar a unos estadunidenses, ¿qué diferencia hay en ese punto?", dijo Clinton, enfatizando su discurso con el movimiento de sus manos.
La funcionaria incluyó el incidente en una larga historia de violencia de ese tipo y también como resultado de la inestabilidad regional desde el inicio de las revueltas populares de la llamada "Primavera Árabe" en el 2011.
Se espera que Clinton deje su cargo en los próximos días, una vez que el designado como su sucesor, el senador John Kerry, sea confirmado por el Senado estadounidense.
Los republicanos fueron duros en sus críticas a Clinton, y a la administración del presidente Barack Obama en general. Uno de ellos dijo que tanto el ataque en Bengasi como la respuesta estadunidense mostraron una "desgraciada falta de preparación" para los acontecimientos que están teniendo lugar en la región.
Otro representante republicano dijo que Clinton debió haber sido despedida.
El 11 de septiembre del año pasado, militantes armados irrumpieron en la instalación diplomática estadunidense en Bengasi, en Libia, y perpetraron el ataque.
Una investigación oficial de Estados Unidos concluyó que el Departamento de Estado carecía completamente de preparación para lidiar con el ataque, mencionando deficiencias de "liderazgo y control", mala coordinación y líneas de autoridad poco claras en Washington.
Cuatro funcionarios estadunidenses de bajo nivel fueron cesados en sus cargos luego de que se difundiera la pesquisa, que no halló que Clinton puntualmente hubiera fallado en sus funciones.
Otro informe de un comité del Senado indicó que el Departamento de Estado cometió un "error grave" al mantener la misión en Bengasi abierta pese a la inadecuada seguridad y las crecientes amenazas en las semanas previas al ataque.
Originalmente estaba previsto que Clinton testifique el 20 de diciembre, pero la presentación se canceló luego de que la funcionaria sufriera una conmoción tras desmayarse debido a un cuadro de deshidratación. Los médicos luego hallaron que tenía un coágulo en la cabeza y la hospitalizaron por varios días.
Ante la ferocidad de la defensa de Clinton, varios senadores dijeron que la mujer parecía estar totalmente recuperada.
"Más combativa que nunca" 
"Es maravilloso verla en buen estado de salud y más combativa que nunca", le dijo el senador republicano por Arizona John McCain a Clinton, quien respondió riéndose. Luego, McCain continuó diciendo que rechazaba categóricamente una de sus respuestas y que hallaba insatisfactorias las demás.
Además de ensombrecer el legado de Clinton en el Departamento de Estado, la controversia sobre el atentado en Bengasi también le costó a Susan Rice, embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, la posibilidad de sucederla como secretaria de Estado.
Los republicanos en el Congreso criticaron duramente a Rice por sus comentarios días después del ataque, en que afirmó que el hecho parecía haber tenido lugar como una manifestación espontánea en vez de un asalto planificado.
Rice posteriormente retiró su nombre entre los aspirantes al más alto cargo diplomático de Estados Unidos.
La voz de Clinton se quebró cuando relató cómo consoló a los familiares de las víctimas del ataque, el primero desde 1988 en el que murió un embajador de Estados Unidos.
"Para mí, esto no es sólo una cuestión política, es personal", declaró Clinton en la que probablemente será su última comparecencia antes de dejar el cargo. "Abracé a las madres y padres, las hermanas y hermanos, los hijos e hijas y las mujeres que se han quedado solas para criar a sus hijos", agregó, con la voz quebrada, al contar la llegada de los ataúdes en una ceremonia celebrada en una base militar.
"Asumo la responsabilidad", declaró Clinton, replicando comentarios que formuló por primera vez en una entrevista por televisión el 15 de octubre y remarcando que aceptó todas las recomendaciones de un comité independiente que finalmente responsabilizó a funcionarios de menor nivel.
"Nadie está más comprometido a hacer bien esto. Estoy determinada a dejar al Departamento de Estado y a nuestro país más seguros y fuertes", agregó la funcionaria, que testificará luego ante un comité de la Cámara de Representantes.

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