Tomado de El Nuevo Herald
Guillermo Cochez ex embajador de Panamá ante la OEA, destituído recientemente por pronunciarse ante la supuesta reasunción de un desparecido Chávez a la presidencia de Venezuela.
Ex embajador de
Panamá ante la OEA denuncia presiones de Venezuela
Por Antonia María Delgado
Guillermo
Cochez, el embajador panameño destituido por criticar la instauración de un
nuevo gobierno de Hugo Chávez que no tiene al mandatario al frente, declaró que
muchos de sus homólogos en la Organización de Estados Americanos (OEA) saben
que lo ocurrido en Venezuela es una tergiversación constitucional.
Pero los
ideales han sido dejados de lado por muchos países de la región, “que por todos
los vínculos económicos que tienen [con Venezuela] anteponen sus intereses a
todo lo que significa democracia”, advirtió Cochez en una entrevista
telefónica.
Se trata
de un acto de complicidad continental que pone en riesgo la propia existencia
de la OEA, indicó Cochez pocas horas después de ser destituido de su cargo por
el presidente panameño, Ricardo Martinelli.
“Seamos un
poco más serios. A la OEA, la estamos acabando porque se han olvidado de la
razón de su existencia: la promoción y defensa de los derechos humanos y la
promoción y defensa de la democracia”, expresó Cochez.
“Los
principios han sido abandonados en la OEA y es una pena. En privado, muchos
dicen que lo que afirma Cochez es lo correcto, pero que ‘a mí no me han
autorizado abrir mi boca’”, afirmó el diplomático y señaló que entre estas
personas se encuentran representantes de algunos de los países más importantes
de América Latina.
Cochez fue
destituido el jueves tras afirmar que la OEA guardaba silencio frente a la
situación en Venezuela, pero el canciller de Panamá, Rómulo Roux, negó el
viernes que Caracas haya presionado a su gobierno para que destituyera al
embajador.
“Cero
presiones, cero amenazas. No ha habido ningún tipo de presión” por parte de
Venezuela, declaró el canciller en declaraciones transmitidas por la agencia
AFP.
Roux
admitió que las autoridades venezolanas contactaron con sus homólogas panameñas
para conocer si la posición de Panamá sobre Venezuela era la que había
expresado Cochez en la OEA.
“Nosotros,
por supuesto, dejamos muy claro que la posición de Panamá no es la que
representaba Cochez en sus declaraciones”, explicó el canciller. “El tenía que
seguir la política exterior de su país y la posición nuestra era la de
abstenerse de hacer comentarios en este momento sobre los temas internos de
Venezuela”.
Cochez
había solicitado el miércoles a la organización multilateral que no ignorara la
“potencial violación” de la Carta Democrática Interamericana por parte del
gobierno bolivariano, que el pasado 10 de enero asumió un nuevo período
presidencial de Chávez pese a que el mandatario no ha podido aparecer en
público desde que partió a Cuba a inicios de diciembre.
“Como
resultado, y hasta que no corrijamos semejante entuerto, la OEA entera se ha
visto cómplice involuntaria de una potencial violación de claros preceptos de
la Carta Democrática Interamericana”, señaló Cochez al término de una sesión
ordinaria del Consejo Permanente de la OEA.
“De no
hacer nada, deberíamos ir clausurando ordenadamente y para siempre esta
organización”, añadió
El embajador de Venezuela, Roy Chaderton, respondió calificando a Cochez de “patán” y atribuyendo su comentario a una “alocada, persistente y patológica cadena de intromisiones en asuntos de democracia interna venezolana”.
El
pronunciamiento de Cochez le costó el puesto como embajador de su país ante la
organización.
Martinelli
le destituyó pese a la larga trayectoria política de Cochez, quien fue el
primer alcalde de la Ciudad de Panamá después del derrocamiento del general
Manuel Antonio Noriega y quien ejerció como diputado por un período de 10 años.
“Mi
trayectoria ha sido siempre la misma: combate a la corrupción para favorecer a
la democracia”, subrayó.
Chávez,
quien fue sometido el mes pasado a una cuarta intervención quirúrgica por el cáncer
que padece, no ha vuelto a ser visto en público.
Portavoces
de su gobierno, que por el momento es encabezado por el vicepresidente Nicolás
Maduro, han reiterado que el mandatario se recupera satisfactoriamente, pero
insistente versiones de prensa señalan que Chávez continúa en estado crítico y
su cáncer se encuentra en etapa terminal.
La
instauración de un nuevo mandato de Chávez sin que el mandatario estuviese
presente para juramentarse ha sido cuestionada por varios líderes de la
oposición, pero la medida fue ratificada por el Tribunal Supremo de Justicia,
entidad que es vista por los adversarios del chavismo como un mero apéndice de
la Revolución Bolivariana.
Hasta el
momento, gran parte de la comunidad internacional ha guardado silencio ante la
situación venezolana, lo que Cochez atribuye a un deseo continental de proteger
al chavismo por los enormes beneficios económicos y políticos que el movimiento
revolucionario representa para los países de la región.
Entre
estos intereses se encuentra los más de 350,000 barriles diarios de petróleo
que Venezuela envía a descuento a los países del Caribe, además de los 100,000
barriles diarios que son enviados a Cuba.
Esos
programas representan la solidaridad dentro de la OEA de más de una docena de
países caribeños, los cuales enfrentarían serias dificultades económicas si
esos programas de asistencia fuesen suspendidos.
También
está la alianza ideológica sostenida por Venezuela entre los países del ALBA,
que han convertido a países como Argentina, Nicaragua, Ecuador y Bolivia en
sólidos aliados.
Brasil,
por su parte, tiene grandes intereses económicos en Venezuela y no está
interesado en sacudir el bote.
“La
cantidad de negocios que tienen las empresas brasileñas con Venezuela impide
que adopten una posición de alguna manera crítica, aunque aquí no es cuestión
de ser crítico, sino de abordar los temas que ponen en riesgo a la democracia”,
subrayó.
Colombia,
entretanto, no está dispuesta a tomar una posición en contra del gobierno
bolivariano, debido al papel que el régimen juega actualmente como auspiciador
de las negociaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC).
También
está “el papel del silencio” que juegan Chile y Perú.
“Son
situaciones que están allí y totalmente paralizan a la OEA y la van a mantener
paralizada. Hasta que no nos demos cuenta de que esto ocurre, ¿para qué tenemos
a la OEA? Mejor es cerrarla”, afirmó.
Cochez
declaró que en el caso de Panamá, él había recibido instrucciones antes de
ingresar a la sesión de que no se pronunciara sobre el caso de Venezuela, pero
que se negó, resaltando que desde hacía ya algún tiempo había criticado los
manejos autoritarios emprendidos por el régimen de Chávez.
“Siempre
he hablando. Nunca me habían dicho nada. Ahora no puedo cambiar”, declaró el
diplomático, recontando sus palabras con el canciller.
Cochez
amplió que antes de su participación en la sesión de la OEA, estaba conciente
que sería blanco de algún tipo de represalias.
“Yo sabía
las presiones que el gobierno de Venezuela estaba ejerciendo a nivel de mi
cancillería, a nivel de mi gobierno. Las amenazas, que no las conozco, sé que
se estaban dando”, comentó.
Cochez
intuyó que Venezuela estaba actuando en su contra incluso pocos días antes de
que se iniciara la sesión en la sede de la OEA, donde Chaderton mostraba una
elevada hostilidad hacia su persona.
“El
martes, un día antes del consejo, Panamá recibió de parte de Colombia el
símbolo de la Cumbre de Las Américas del 2015 que va a ser en Panamá, algo que
conseguimos para mí país, y yo representé al ministro. Allí saludé a Chaderton,
y estaba sumamente agresivo. Después que lo saludé, dijo delante de un amigo:
‘Ese se cae pronto’. Es decir, allí estaban empujando mi destitución, y sabrá
Dios con que amenaza”.
Las
huellas de Chaderton también pudieron ser vistas después de la sesión.
El
comunicado de la cancillería Panameña, en la que su gobierno desmentía su
posición, “fue repartido por la Misión de Venezuela”, señaló.
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