martes, 30 de noviembre de 2010

Agricultura y ganadería de Quito se verá afectada por actividad volcánica. Tráfico aéreo se mantiene normal

Texto tomado de El Universo

Vista del volcán Tungurahua en Cotaló (Ecuador). Una estela de ceniza arrojada en las últimas horas por este volcán, situado en los Andes de Ecuador, llegó a la ciudad costera de Guayaquil aunque, por la alta dispersión del material en la atmósfera, no ha afectado, por el momento, el tráfico aéreo.

PELILEO, Tungurahua, Ecuador

En Pelileo se reunió ayer el Comité de Operaciones Emergentes (COE) cantonal. Allí, el presidente de la Junta Parroquial de Cotaló, Juan Martínez, pidió que su parroquia sea declarada en estado de excepción al advertir que todas las comunidades están afectadas por la caída de ceniza volcánica.

Indicó que no quiere que pase como en mayo, cuando la atención a los requerimientos no se hizo en forma urgente por la falta de recursos económicos.Mencionó que en caso de no ser atendida, “Cotaló estaría en la quiebra” y añadió que Francisco Rosero, presidente de la Junta Parroquial de Bilbao, cantón Penipe (Chimborazo), pidió que se le ayude a evacuar el ganado a zonas en donde haya alimento.El teniente político de Cotaló, Francisco Pérez, manifestó que se corre el riesgo de perder más de 100 hectáreas de cultivos de maíz y alrededor de 1.500 cabezas de ganado. En Cotaló hay 4 mm de ceniza, añadió.

El cielo de Guayaquil, sobre todo en el sector norte, se presentaba ayer brumoso, posiblemente por la estela de ceniza que se extendía desde el volcán Tungurahua.

Por segunda vez en este año, la ceniza del volcán Tungurahua causa preocupación en Guayaquil y pone en alerta a las operaciones aéreas desde este puerto. Ayer en la mañana una columna del polvo volcánico pasó por esta ciudad, donde se dio una caída mínima imperceptible, especialmente en la zona norte.

En Babahoyo también cayó en mínimas cantidades, mientras en los poblados aledaños al volcán hay afectaciones en la salud de los habitantes y en los cultivos. El Tungurahua, que se reactivó el pasado 22 de noviembre, una vez más en sus 11 años de continua actividad, durante la noche del domingo y la madrugada de ayer emanó fuentes de lava y a las 02:45 expulsó una columna de ceniza que se elevó hasta 3 km de altura por sobre el cráter y se dirigió hacia el suroccidente, por influencia de los vientos orientales.

Cinco horas después esa pluma, como se califica a la estela de ceniza, estuvo sobre Guayaquil, según informes del Instituto Geofísico y las imágenes proporcionadas por la NOAA (Centro para la Atmósfera y los Océanos de Estados Unidos). Una proyección de ese organismo daba cuenta que esa estela seguirá hasta las 07:30 de hoy sobre Guayaquil.

En la mañana, el Instituto Geofísico había advertido que dada la dispersión de la nube, era poco probable que se produzca una caída de ceniza significativa en Guayaquil. Sin embargo, señaló que se debe considerar el efecto sobre la navegación aérea en las rutas hacia Guayaquil y dentro del Valle Interandino. Pero las operaciones aéreas no se suspendieron y hasta las 16:00 eran normales. Ayer en la tarde, el norte de Guayaquil estaba brumoso.

Personal del Instituto Geofísico advirtió que si bien no se presentaría una situación similar a la del 28 de mayo pasado, cuando le ceniza oscureció la tarde guayaquileña y formó una capa en calles y automotores, existía una caída casi imperceptible del polvo volcánico. La Secretaría de Gestión de Riesgos recomendó que las personas asmáticas y con problemas respiratorios tomen precauciones.

Mientras en Babahoyo, una leve caída de ceniza se había sentido entre el domingo y ayer. Arturo Boza, coordinador de la Sala situacional del Cuerpo de Bomberos de esa ciudad, dijo que se sintió en la respiración algo del polvo volcánico, pero que no era como para alarmarse y más bien en Guayas sí ha sido notoria la caída.

La situación es más complicada en los poblados de Tungurahua y Chimborazo, cercanos al coloso en erupción. Después de la inmovilidad que hubo el domingo pasado por el censo de población y vivienda en el país, ayer los agricultores de Quero, Cevallos, Ambato, Tisaleo, Mocha y Pelileo, en Tungurahua, y de los cantones chimboracenses de Guano y Penipe se apresuraron a realizar diferentes tareas en procura de evitar que la gran cantidad de ceniza que cayó sobre los cultivos entre la noche del sábado y la madrugada de ayer termine por quemar las plantas.

El volcán, durante toda la maña de ayer se dejó ver desde Ambato y Riobamba. De su cráter continuaba saliendo una columna de ceniza y vapor que se extendía hacia el suroeste.

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