miércoles, 10 de noviembre de 2010

Brasil adopta política fiscal contraria a la de Estados Unidos

Tomado de The Wall Street Journal

Por Liam Denning

Una lectura de las elecciones legislativas de la semana pasada en Estados Unidos es que los estadounidenses desean que Washington ponga freno al gasto. La mayoría de los brasileños no tienen tales reservas.

Es poco probable que la presidenta electa, Dilma Rouseff, escuche a los banqueros brasileños, quienes en una encuesta presentada el lunes dijeron que una política fiscal más restrictiva mantendría a raya la inflación de una manera más efectiva que elevando las tasas de interés.

Luego de prometer que "erradicaría la miseria", Rouseff probablemente no va a reducir el gasto de manera significativa. Pero no se sabe si subirán las tasas de interés. La prensa local sugirió durante el fin de semana que Rouseff podría reemplazar al actual presidente del banco central con uno más proclive a recortar tasas que a subirlas.

La inflación se aceleró a 5% en Octubre. La reputación de Brasil como un país reformado y un superpoder en commodities mitiga las preocupaciones inflacionarias por ahora. Con las tasas globales de interés tan bajas de momento, el dinero debería seguir fluyendo hacia São Paulo, especialmente porque los controles de capital de momento se concentran en la renta fija y no en las acciones.

Esto, a su vez, podría impulsar los incrementos de tasas de interés. Además de la creciente probabilidad de que se implementen mayores controles de capital, esto debería afectar a los exportadores. Las cifras de producción industrial de septiembre, publicadas la semana pasada, fueron más débiles de lo esperado y los fabricantes del país culparon a la fortaleza del real por la reducción en las exportaciones y el estímulo a las importaciones rivales.

Por otra parte, las tasas de interés y la laxa política fiscal debería favorecer la actividad de construcción. La favorable demografía de Brasil y su baja proporción de préstamos a valor de 62%, según Deutsche Bank, señalan la continuación de la expansión de la adquisición de viviendas, para beneficio de acciones como la de Rossi Residencial.

¿Los exportadores en problemas y los constructores llenos de esperanza? Los contrastes brasileños con EE.UU. son cada vez mayores.

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