domingo, 19 de junio de 2011

Dilma da el poder real a las mujeres en Brasil

Tomado de El Tiempo


Por Andrea Domínguez Duque

Por primera vez en la historia, las mujeres predominan en los cargos claves del Gobierno.

"Aquí mando yo". De acuerdo con gran parte de los observadores políticos de Brasil, ese es el mensaje que Dilma Rousseff envió a los partidos que ayudaron a elegirla -el PT y el PMDB- al nombrar en los dos más altos cargos políticos del país a dos personas de perfil ejecutivo y de su más íntimo círculo de confianza.

Tras la caída del ministro de la Casa Civil, Antonio Palocci, acusado de tráfico de influencias, la presidenta sorprendió al país al nombrar a la senadora Gleisi Hoffman en reemplazo de Palocci, y en el Ministerio de Relaciones Institucionales a la hasta entonces ministra de la Pesca, Ideli Salvatti.

Esa terna femenina -presidenta, ministra de la Casa Civil y ministra de Relaciones Institucionales- constituye el centro del Ejecutivo, que por primera vez en la historia de Brasil está en manos de mujeres, y de mujeres supuestamente 'bravas'.

Tanto Hoffman como Salvatti se ganaron el apodo de "tractores" en su paso por el Congreso, ya que, como senadoras, ambas defendieron con beligerancia sus ideas.

De esta forma Dilma, que también tiene fama de 'dura' desde que cazó sus primeras peleas con otros colegas cuando era ministra de la Casa Civil de Lula, conformó un núcleo de Gobierno a su imagen y semejanza, con ministras de alto perfil ejecutivo y técnico y a las que les gusta "mandar más que escuchar", de acuerdo con varios analistas.

Desde la campaña electoral, Dilma había expresado su deseo de ampliar la participación femenina en el primer escalón del Gobierno, hablando, inclusive, de dar 30 por ciento de los cargos ministeriales a mujeres.

Con los nuevos nombramientos, llegó al 26 por ciento, pues de 38 ministerios, 10 ya están siendo comandados por sus congéneres.
Las dos ministras se han anticipado a las críticas al prometer un comportamiento conciliador y reconocer que, si bien han sido combativas como parlamentarias, en sus posiciones ministeriales estarán mucho más abiertas al diálogo.

Además, se espera que el vicepresidente, Michel Temer, ejerza un papel mucho más activo en las relaciones entre Gobierno y Congreso y sirva como un puente entre las ministras y los legisladores.

El reto para la política brasileña es asimilar la presencia de mujeres en el cargo y juzgarlas por su gestión más que por su género. Como lo dice Rosiska de Oliveira, presidenta del movimiento 'Río cómo vamos', "la mujer al llegar a un cargo de comando continúa oyendo comentarios sobre si es llorona o durona, bonita o fea. ¡Qué enorme bobada!".

Una verdadera 'pareja ministerial'

Para Rudá Ricci, uno de los fundadores del PT (hoy retirado del partido), el Gobierno se equivocó al poner, por primera vez en la historia, a una pareja en dos ministerios (Gleisi es esposa del ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo).
"La Presidenta intenta afirmar independencia, pero si no sale bien la jugada, la autonomía será reemplazada por la heteronomía. Lula pasaría a gobernar en la práctica", explicó Ricci, miembro del Observatorio Internacional de la Democracia Participativa.

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