domingo, 7 de agosto de 2011

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: INMADUREZ EN LA RELACION DE PAREJA

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

Hay una tendencia cada vez mayor a considerar el matrimonio, o la simple relación de pareja, como una experiencia que puede salir bien o no, y que en caso de que no salga bien, pues se da por terminada, y ¡aquí no ha pasado nada!, se inicia una nueva experiencia, probablemente con las mismas premisas, y punto; siguiendo el modelo norteamericano de “usar y tirar” (como en tantas otras cosas). Se espera que la relación satisfaga una necesidad personal, y si no lo hace, o lo hace solo parcialmente, se agota hasta donde convenga, y se busca una nueva.

Con esas premisas, en las que la relación se ve y se toma de un modo egoísta e interesado, y en las que no existe una verdadera voluntad ni un compromiso firme con la solidez de la relación. es más que probable que el fracaso llegue más temprano que tarde, porque la convivencia nunca es fácil y los problemas siempre surgen. Sin embargo, el fracaso no se siente tanto como tal, precisamente por esa falta de compromiso. Y si en algún modo se siente como fracaso, ni que decir tiene que la culpa es siempre de la otra parte. Consecuencia de ello será también el desinterés por encontrar soluciones; más bien al contrario, interés por no encontrarlas, con objeto de abandonar lo que se considera ya agotado e iniciar así una nueva relación que aporte la frescura que faltaba antes.

Como en un círculo vicioso, el fracaso conduce a creer cada vez menos en lo que ya desde un principio no se creía mucho, y al buscar una nueva relación no se puede valorar aquello en lo que no se cree, con lo que es probable la nueva relación esté motivada por aquello en lo que la cultura nos empuja a creer siempre, más aún cuando se siente que la vida se va pasando; esto es, a los hombres les motivará la juventud, la belleza y el sexo; y a las mujeres la estabilidad económica fundamentalmente. A veces estas motivaciones se bastan por si solas para destruir o tambalear aquello que se consideraba estable

Otras muchas veces no es por egoísmo, sino por inmadurez. Aunque las dificultades siempre existen, desde la inmadurez tales dificultades llegan a verse insuperables, no se asume el reto de afrontarlas y no se tiene una visión de largo alcance respecto a la satisfacción y autoestima que puede retribuir el hecho de superarlas. Por ello simplemente se renuncia a ellas y se evitan; y se prefieren las situaciones fáciles, aun cuando la única satisfacción que puedan reportar sea a corto plazo y nada constructiva. La relación informal, fugaz y sin compromisos es fácil y bonita, y deja un buen recuerdo porque, lógicamente, no hay compromiso, no hay responsabilidades, no hay desgaste, no hay dificultades. Pero eso no da estabilidad ni solidez a la relación. Se piensa que esa estabilidad y solidez deben suceder por si solas, y ese es el mayor error.

La estabilidad y la solidez de una relación se construyen con fe, con dedicación, con compromiso (incluye fidelidad), compartiendo responsabilidades, compartiendo objetivos, compartiendo dificultades, compartiendo alegrías y amarguras. Ese cúmulo de experiencias positivas y negativas no se balancean como la contabilidad financiera, de modo que el resultado es neutro. Las muchas parejas que han tenido esa experiencia saben bien que, manejadas adecuadamente, al final ambas terminan sumando en el lado positivo. Se balancean como la propia naturaleza, es decir, son los días de sol y los días de lluvia los que la dan vida. La superación conjunta de una adversidad alimenta la solidez de la relación como el árbol se alimenta de lo que tiene enterrado.

Acerca de la Doctora Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma. Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamin Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario