sábado, 13 de agosto de 2011

SALUD MENTAL LA MEJOR HERENCIA FAMILIAR: NO SOPORTO A MI HERMANA

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos

Sonia es una joven como muchas. A sus diecisiete años está terminando el bachillerato. Tal vez podría hacerlo con más brillantez si se lo propusiera, pero de todos modos, no va mal. Dice que quiere ser periodista. Tiene su buen grupo de amigas y amigos, se divierte, y, sin ser una belleza, también cuenta con atractivo suficiente para no pasar desapercibida ante los jóvenes; de hecho, tiene un medio novio; nada serio. Además, Sonia cuenta con esa gracia social que le permite ser aceptada y caer bien en todas partes.

Ana es su hermana mayor; tiene diecinueve, y está estudiando segundo año de Ingeniería Civil con verdadera excelencia. Ana, además de ser bastante inteligente, es una joven muy bonita; más que su hermana, aunque es más seria, más distante, y, definitivamente, no tiene la gracia social de la menor. Aunque atrae la mirada de los muchachos, por ahora no tiene novio. Pareciera no interesarle otra cosa que su carrera, y se dedica plenamente a ella.

Es discutible quién de las dos tiene más dones, pero lo cierto es que son bastante diferentes, y están en un punto en que no se soportan la una a la otra. Ana no soporta que Sonia llegue a la casa con sus amigos, pongan música, rían, hagan ruido, e interrumpan su estudio y su privacidad; no soporta que su hermana no se tome las cosas “importantes” tan en serio como ella; creo que en el fondo no soporta que, siendo más bonita, inteligente y dedicada que su hermana, sea ésta la que tenga un éxito social que a ella le falta.

Probablemente también, la dedicación absoluta al estudio sea un refugio alternativo donde poder sobresalir, al no poder hacerlo en la misma área que su hermana. Antes Sonia no se preocupaba mucho de esta desavenencia y de los sentimientos de la mayor; era más niña, y no era tan consciente de ello; pero últimamente ya ha llegado a molestarle bastante. No entiende que su hermana, con los dones naturales que tiene, sea una “amargada” que no le gusta divertirse y que todo le moleste; no entiende que sólo pase pensando en su estudio; y, sobre todo, ya no soporta que ello interfiera en su vida personal y social.

En realidad, la situación arranca de muy atrás. Ana tenía dos años cuando su hermana nació. De repente, todas las atenciones que ella tenía en exclusiva, fueron acaparadas por la tiernita, lo que originó unos enormes sentimientos de celo y una clara regresión en su conducta, que se proyectaba en forma agresiva contra su nueva hermana. Los padres afeaban y reprimían dicha conducta, y ella tuvo que vivir tragándose sus celos. Aunque los padres elogiaban su belleza y su inteligencia, en el fondo le habían creado un halo de “niña mala y arisca”, mientras que la pequeña era “tan simpática y graciosa la mona...”.

Definitivamente, los padres no manejaron adecuadamente la situación; desde un principio no supieron comprender ese sentimiento natural de rechazo de Ana por su hermana pequeña e inconscientemente lo fomentaron sin querer. Hoy día, Ana, con un enorme potencial, tiene un carácter que le hace perder bastantes puntos, y pese a su probable éxito profesional, no será tan fácil que llegue a sentirse plena, ni que en el futuro llegue a tener una relación fraternal con su hermana.

Acerca de la Dra. Mendoza Burgos

www.dramendozaburgos.com

Titulaciones en Psiquiatría General y Psicología Médica, Psiquiatría infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España.

Mi actividad profesional, desde 1,993, en El Salvador, se ha enfocado en dos direcciones fundamentales: una es el ejercicio de la profesión en mi clínica privada; y la segunda es la colaboración con los diferentes medios de comunicación nacionales, y en ocasiones también internacionales, con objeto de extender la conciencia de la necesidad de salud mental, y de apartarla de su tradicional estigma. Fui la primera Psiquiatra infanto-juvenil y Terapeuta familiar acreditada en ejercer dichas especialidades en El Salvador.

Ocasionalmente he colaborado también con otras instituciones en sus programas, entre ellas, Ayúdame a Vivir, Ministerio de Educación, Hospital Benjamin Bloom, o Universidad de El Salvador. He sido también acreditada por la embajada de U.S.A. en El Salvador para la atención a su personal. Todo ello me hizo acreedora en 2007, de un Diploma de reconocimiento especial otorgado por la Honorable Asamblea Legislativa de El Salvador, por la labor realizada en el campo de la salud mental. Desde 2008 resido en Florida, Estados Unidos, donde compatibilizo mi actividad profesional con otras actividades.

La tecnología actual me ha permitido establecer métodos como video conferencia y teleconferencia, doy consulta a distancia a pacientes en diferentes partes del mundo, lo cual brinda la comodidad para mantener su terapia regularmente aunque esté de viaje. De igual manera permite a aquellos pacientes que viven en ciudades donde los servicios de terapeuta son demasiado altos acceder a ellos. Todo dentro de un ambiente de absoluta privacidad.

Trato de orientar cada vez más mi profesión hacia la prevención, y dentro de ello, a la asesoría sobre relaciones familiares y dirección y educación de los hijos, porque después de tantos años de experiencia profesional estoy cada vez más convencida de que el desenvolvimiento que cada persona tiene a lo largo de su vida está muy fuertemente condicionado por la educación que recibió y el ambiente que vivió en su familia de origen, desde que nació, hasta que se hizo adulto o se independizó, e incluso después. Estoy absolutamente convencida del rol fundamental que juega la familia en lo que cada persona es o va a ser en el futuro.

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