domingo, 16 de septiembre de 2012

Al-Qaeda pide realizar actos terroristas en contra de EEUU


Agencias Noticiosas
 La procesión funeraria de ayer por una de las víctimas, tras las protestas del viernes en Yemen

Al-Qaeda exhortó a los musulmanes a matar a diplomáticos de EE.UU.

La organización celebró la muerte del embajador en Libia y dijo que fue en venganza por el ataque contra uno de sus líderes; EE.UU. se prepara para protestas de larga duración
EL CAIRO.- Las calles retomaron cierta calma en la veintena de países musulmanes donde anteayer estalló la furia contra instalaciones occidentales, pero la tensión siguió ayer en el aire con el llamado de la red Al-Qaeda a todos los musulmanes a que redoblen los ataques contra las sedes diplomáticas y a matar embajadores.
"Hagamos de la expulsión de las embajadas y de los consulados una etapa de la liberación de las tierras árabes de la hegemonía y de la arrogancia estadounidense", dijo en un comunicado Al-Qaeda, en la Península Arábiga (AQPA), como se denomina la organización en Yemen.
Al-Qaeda afirmó que el asalto del martes contra el consulado de Estados Unidos en Benghazi, donde fue asesinado el embajador Chris Stevens, se debió tanto al video que satiriza a Mahoma como a la muerte del número dos de la red integrista, Abu Yahya al-Libi, abatido en junio pasado durante una incursión aérea en Paquistán.
"El asesinato de Al-Libi sólo aumentó el entusiasmo y determinación del pueblo libio de vengarse de quienes se mofan de nuestra religión y nuestro mensajero, de modo que irrumpieron en el consulado estadounidense y mataron a su embajador, y por eso son recompensados por Dios, en nombre del islam, con la mejor recompensa", señaló la red integrista en la proclama, reproducida por el centro estadounidense de vigilancia de sitios islamistas SITE.
"Quien se encuentre con embajadores o enviados estadounidenses debe seguir el ejemplo de los descendientes de [líder independentista] Omar al-Mokhtar en Libia, que mataron al embajador estadounidense", arengó.
Los islamistas somalíes y los talibanes de Paquistán aprovecharon las aguas revueltas por el video titulado La inocencia de los musulmanes -una brutal parodia de Mahoma rodada en Estados Unidos que desencadenó la ola de furia en la región- llamando también ellos a lanzarse contra los intereses estadounidenses que estén a tiro de piedra de los fieles más radicales.
Los talibanes no se hicieron esperar y atacaron anteanoche la base militar en la que está desplegado el príncipe Harry, concretando con éxito una declarada "represalia" por el video, en un operativo que si bien no alcanzó al miembro de la realeza, se saldó con la muerte de dos soldados norteamericanos.
Ante los ataques en contra de sus intereses, Estados Unidos decidió aumentar la presencia de sus fuerzas en la región. El secretario de Defensa, Leon Panetta, dijo ayer que su país debía "estar preparado en la hipótesis de que estas manifestaciones" se conviertan en incontrolables y de larga duración.
Panetta ya había anunciado el envío de unidades de marines a Libia y Yemen, además del despliegue de dos destructores frente a las costas del norte de África. Y aunque no se dieron más detalles, la revista Foreign Policy dijo que el Pentágono estudia movilizar un tercer pelotón de 50 marines para proteger la embajada en Sudán. El Departamento de Estado, por su parte, ordenó la evacuación de las familias de los diplomáticos de Sudán y de Túnez.
Pese al llamado a las armas de Al-Qaeda, ayer no se registraron incidentes en las capitales árabes. En El Cairo los manifestantes fueron evacuados de la plaza Tahrir, cerca de la embajada de Estados Unidos, luego de cuatro días de protestas. Más de 140 personas fueron detenidas, y la justicia abrió una investigación para determinar las circunstancias de la muerte de dos personas.
Lejos de Medio Oriente, cientos de personas marcharon de forma pacífica en Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo. Y también hubo protestas en Australia, aunque más agitadas. La policía chocó con una turba de 200 manifestantes frente al consulado de Estados Unidos en Sydney, quienes arrojaban botellas y otros objetos al grito de "¡Obama, Obama, amamos a Osama!".
Las reacciones desencadenas por la película sobre Mahoma, que habría sido producida por un egipcio de confesión cristiana residente en California, y que fue filmada por un director de películas pornográficas, recuerdan la ira que provocó la publicación de caricaturas del profeta, en 2006, en un diario danés. También traen a la memoria la furia por la quema de ejemplares del Corán a manos de un pastor fundamentalista evangélico en Florida.
La más alta autoridad del islam sunnita en Egipto, el jeque Ahmed al-Tayeb, llamó a los egipcios a la calma y pidió a la ONU, Ban Ki-moon, que se apruebe "una resolución internacional" que prohíba los agravios al islam.

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