sábado, 6 de noviembre de 2010

La NBA modelo del concepto de globalización

Tomado de The Wall Street Journal


Por Steve Moore

Tenemos un producto que es completamente global", afirma el Comisionado de la Asociación Nacional de Baloncesto de Estados Unidos (NBA), David Stern. "Probablemente tenemos 80 jugadores internacionales entre los 430 en la liga.

Y esa es un alza significativa. Nuestros partidos son transmitidos a 215 países y en 43 idiomas. Tenemos 15 acuerdos televisivos con China. Es sorprendente, pero de hecho ahora hay más gente que mira los partidos y más usuarios de NBA.com fuera de EE.UU. que dentro del país".

Bienvenido a una de las exportaciones más lucrativas y de rápido crecimiento de EE.UU: el baloncesto.

Me encuentro con Stern en su oficina en la sede central de la NBA en la Quinta Avenida de Manhattan. La temporada 2010-11 acaba de comenzar, y estoy aquí para preguntarle sobre el futuro financiero del juego. Aunque el producto de la NBA nunca fue tan popular como ahora en EE.UU. o en el resto del mundo, los dueños de los equipos han enfrentado recientemente pérdidas de cientos de millones de dólares. Las próximas negociaciones con los jugadores podrían complicarse y terminar en un costoso paro de jugadores.

Pero esas parecen preocupaciones distantes para Stern, quien aún conserva el orgullo de un reciente viaje para mostrar el talento de la NBA en Europa y Asia. La gira llevó a Los Ángeles Lakers, los New York Knicks y otros equipos a jugar partidos de exhibición en Londres, Milán, París, Barcelona, Beijing y varias otras ciudades chinas. "Las entradas se agotaron en todos los estadios. Todos los jugadores son conocidos en todos los lugares a los que fuimos", afirma con regocijo.

Para los jefes de la liga, China es la próxima frontera del baloncesto. "Si lee los diarios en China", se maravilla, "todos los días la discusión es sobre si LeBron James pasará a los Heat, Amare Stoudemire a los Knicks, o si Carmelo (Anthony) dejará los Nuggets o no." La camiseta deportiva que más se vende en China es la de Kobe Bryant. "Eso es así sólo porque todos los niños ya tienen la camiseta de Yao Ming", se ríe, al referirse a la superestrella china de la NBA.

Para asistir a los "amistosos" de este mes, los chinos pagaron entradas de entre US$50 y US$800, una gran suma considerando que el ingreso per capita en Beijing es de alrededor de US$10.000 al año, alrededor de un cuarto del de EE.UU.

"Cuando estuvimos allí anunciamos una sociedad con SINA.com, que es el mayor portal en China. Estamos conversando con Dongfeng, la segunda mayor automotriz en China, que quiere usar la marca NBA de la misma forma en que las empresas de autos lo hacen aquí (en EE.UU.)".

La base de seguidores chinos, sostiene Stern, es de "cientos de millones". Agrega: "En cinco años, las ventas minoristas de mercancía en China" —incluidos videojuegos , indumentaria, pelotas de baloncesto, afiches— "será igual a las ventas minoristas de la NBA en EE.UU.".

¿Entonces algún día habrá un equipo de la NBA en China? "No", responde de forma tajante. "Es poco práctico a no ser que vaya a existir algo como el transporte supersónico. Pero creo que podríamos tener equipos en Europa". La Ciudad de México es otra posibilidad de franquicia, señala.


"Siempre fui un gran admirador de Jack Valenti cuando era el director de la Asociación de Cinematografía de EE.UU. (el gremio que representa a los estudios de cine). Llevó la industria cinematográfica a nivel global. Claramente nuestra cultura, películas, moda, música y deportes tienen enorme potencial de exportación", asegura Stern.

Es un ejemplo perfecto de lo que falla en el temido déficit comercial estadounidense, que no cuenta los miles de millones de dólares de ventas fuera de EE.UU. de empresas culturales y de entretenimiento como la NBA.

¿Cómo puede ser que la liga no obtenga ganancias? "Bueno, de los US$4.000 millones en ingresos, perdimos US$380 millones el año pasado", explica Stern. El problema se reduce a un sólo factor: el contrato sindical con los jugadores, quienes se quedan con 57% de todos los ingresos. "Hemos intentado explicarles que esta no es una división sostenible... porque cuando se toma el 43% restante y se lidia con todos los costos de operar una liga como esta, no podemos ganar dinero. Realmente queremos que ese porcentaje sea reducido".

¿Cuánto? Aquí es donde Stern se ha vuelto impopular entre los jugadores. Para regresar al camino de la "rentabilidad", indicó hace poco, quiere "una transferencia de entre US$750 millones y US$800 millones" del sindicato a los equipos.

Según algunas estimaciones, esto ascendería a una reducción total de 35% en los sueldos y beneficios de los jugadores. Cuando le pregunto si eso es lo que quieren los dueños, contesta: "No voy a negociar con usted".

¿Entonces podría haber un paro de jugadores? "Ni siquiera quiero especular con que podría pasar", afirma. Stern explica que el contrato no vence hasta el 30 de junio próximo. "Así que podemos terminar esta temporada" sin un paro, señala.

De todas formas, Stern no descarta la posibilidad de un cese de actividades porque ambos lados están plantados en la cifra de 57%. Algunos representantes de jugadores ya dicen que los fanáticos deberían prepararse para lo peor.

A pesar de los problemas laborales y financieros de la liga, Stern ve una gran prosperidad en el futuro de la NBA. El directivo sueña con el día en el que niños del mundo metan la pelota más en una cesta que en un arco, aunque admite que el fútbol sigue siendo el deporte más querido y popular del mundo.

También reconoce que el fútbol americano es el deporte dominante en espectadores en EE.UU. "Pero si podemos estar entre los dos o tres primeros deportes en países alrededor del mundo, sería suficiente".

Y agrega: "Creo que nuestro futuro en EE.UU. y alrededor del mundo es muy brillante. Sólo tenemos que encontrar la fórmula adecuada para dividir nuestros ingresos con los jugadores. Eso es lo más importante por ahora".

Y a punto de finalizar la entrevista, Stern vuelve a su tema favorito: "¿le mencioné que estamos conversando con organizaciones para expandir el baloncesto en India, el Medio Oriente y África?".

Moore es un columnista de economía de la página editorial de The Wall Street Journal.

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