En 10 días en Egipto se registró el 15 % de ataques del total anual en todo el planeta.
Cerca de las playas de Sharm el-Sheikh están al acecho varios tiburones asesinos: a tal conclusión han llegado los ictiólogos. Hasta el último tiempo ni se ha hablado de que la costa del Mar Rojo podía ser mortalmente peligrosa para los turistas.
El deseo de ver con sus propios ojos la belleza del mundo subacuático atraía aquí a muchas personas de diversos países. De súbito, los trágicos casos de ataques de tiburones han producido un schock entre los turistas. Los expertos tratan de esclarecer, sin éxito, las causas de tal comportamiento de los tiburones en el Mar Rojo.
Estos tiburones atacaban ya a las personas, dijo en entrevista a la TV rusa Alexander Kasumián, catedrático de ictiología de la Facultad de Biología de la Universidad Lomonósov de Moscú.
En peces se forman con rapidez tales reflejos condicionados: los hábitos alimenticios. Si algún tiburón atacó con éxito a una persona y sació así su apetito, esta costumbre se fija en él. Y actuará del mismo modo la siguiente vez. En general, a juzgar por las fotografías y relatos de testigos, se trata sin duda de los llamados tiburones de aletas largas, unos de los más peligrosos para el hombre.
Algunos científicos alegan la alteración del ecosistema: las fieras marinas se acercaron a las costas de Egipto a causa del hambre. La pesca incontrolada obliga a los tiburones a acercarse, en busca de alimento, a las propias costas. Otros biólogos consideran que las propias personas provocan a los tiburones.
Los órganos egipcios informaron que los marineros de un barco mercante que iba a Jordania, arrojaron al mar ovejas muertas y los tiburones podían acercarse al sentir el olor del “botín”. Acaba de aparecer otra versión: en la conducta de los tiburones podía influir la contaminación del Mar Rojo con residuos radiactivos. Estos aumentan la temperatura del agua y, como consecuencia, aceleran el metabolismo en los tiburones.
Hasta la fecha no hay métodos seguros de defensa contra tiburones, dice el profesor Kasumián.
Hay algunos repelentes acústicos que producen ruido capaz de ahuyentar a los tiburones. Pero estos no siempre resultan eficientes. Y si un tiburón está hambriento, como regla, estos repelentes, acústicos o químicos, no surten efecto.
No se sabe cuándo los aficionados al descanso en el mar puedan nadar tranquilamente cerca de la playa de Sharm el-Sheikh sin tener miedo a los tiburones caníbales. En 10 días en Egipto se registró el 15 % de ataques del total anual en todo el planeta. Y esto, pese a que en el Mar Rojo se encuentra menos del 8 % de todos los tiburones del mundo.
Cerca de las playas de Sharm el-Sheikh están al acecho varios tiburones asesinos: a tal conclusión han llegado los ictiólogos. Hasta el último tiempo ni se ha hablado de que la costa del Mar Rojo podía ser mortalmente peligrosa para los turistas.
El deseo de ver con sus propios ojos la belleza del mundo subacuático atraía aquí a muchas personas de diversos países. De súbito, los trágicos casos de ataques de tiburones han producido un schock entre los turistas. Los expertos tratan de esclarecer, sin éxito, las causas de tal comportamiento de los tiburones en el Mar Rojo.
Estos tiburones atacaban ya a las personas, dijo en entrevista a la TV rusa Alexander Kasumián, catedrático de ictiología de la Facultad de Biología de la Universidad Lomonósov de Moscú.
En peces se forman con rapidez tales reflejos condicionados: los hábitos alimenticios. Si algún tiburón atacó con éxito a una persona y sació así su apetito, esta costumbre se fija en él. Y actuará del mismo modo la siguiente vez. En general, a juzgar por las fotografías y relatos de testigos, se trata sin duda de los llamados tiburones de aletas largas, unos de los más peligrosos para el hombre.
Algunos científicos alegan la alteración del ecosistema: las fieras marinas se acercaron a las costas de Egipto a causa del hambre. La pesca incontrolada obliga a los tiburones a acercarse, en busca de alimento, a las propias costas. Otros biólogos consideran que las propias personas provocan a los tiburones.
Los órganos egipcios informaron que los marineros de un barco mercante que iba a Jordania, arrojaron al mar ovejas muertas y los tiburones podían acercarse al sentir el olor del “botín”. Acaba de aparecer otra versión: en la conducta de los tiburones podía influir la contaminación del Mar Rojo con residuos radiactivos. Estos aumentan la temperatura del agua y, como consecuencia, aceleran el metabolismo en los tiburones.
Hasta la fecha no hay métodos seguros de defensa contra tiburones, dice el profesor Kasumián.
Hay algunos repelentes acústicos que producen ruido capaz de ahuyentar a los tiburones. Pero estos no siempre resultan eficientes. Y si un tiburón está hambriento, como regla, estos repelentes, acústicos o químicos, no surten efecto.
No se sabe cuándo los aficionados al descanso en el mar puedan nadar tranquilamente cerca de la playa de Sharm el-Sheikh sin tener miedo a los tiburones caníbales. En 10 días en Egipto se registró el 15 % de ataques del total anual en todo el planeta. Y esto, pese a que en el Mar Rojo se encuentra menos del 8 % de todos los tiburones del mundo.
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