domingo, 30 de enero de 2011

Foro Económico Mundial dió un claro NO al populismo

Tomado de El Diario de Hoy

Las naciones debatieron sobre los grandes problemas del mundo, como la crisis alimentaria y energética

Por Guadalupe Hernández

El Foro Económico Mundial, que se celebró en la localidad alpina de Davos, en Suiza, y concluyó ayer, se mostró optimista respecto a las perspectivas de crecimiento global para 2011, si bien pronostica una pequeña desaceleración respecto a 2010.

Durante los cinco días de cónclave las naciones debatieron sobre los principales problemas que en la actualidad abaten al mundo, como: la crisis alimentaria, energética y financiera, comentó el salvadoreño Juan José Daboub, jefe del Instituto de Adaptación Global (The Global Adaptation Institute) y ex director gerente del Banco Mundial, comentó ayer durante una conversación telefónica con El Diario de Hoy.

Las soluciones a las que hicieron referencia los líderes mundiales son: libertad económica, continuar apostándole por los mercados, cooperación público privado y continuar con las reformas, porque "esta no es época de acciones populistas o intervencionistas", sentenció.

Este tipo de decisiones se observa en países como Venezuela, en donde el gobierno está expropiando bancos y tierras productivas, o en otros, en donde los burócratas se recetan aumentos de sueldo o se contratan plazas innecesarias.

El destacado salvadoreño considera que en el mundo hace falta liderazgo, para poder aprovechar la reactivación económica, y disminuir la tasa de desempleo y la pobreza en el mundo, que se estima en 213 millones y 1,200 millones de pobres (que viven con menos de $1.25 al día), respectivamente, un récord histórico y el peor dato después de la Segunda Guerra Mundial.

En la recta final del Foro, los líderes políticos y empresariales que participaron en cónclave, concluyeron que la recuperación económica mundial aún es lenta.
Sin embargo, reconocieron que el crecimiento económico de 2010, que alcanzó el 5%, fue un poco mayor a lo esperado.

Para 2011 se espera que sea de 4.5% a 4.7%, según estimaciones del foro, que también reveló que las economías desarrolladas crecerán un 2%, y un 6% el mundo en vías de desarrollo.

Pero el optimismo de los políticos y empresarios, aún es cauteloso, pues todo depende de factores como: la estabilidad política, de la inflación, el desempleo, la inseguridad, dijo.

Daboub cree que si no se aplican los remedios necesarios, los males mundiales pudieran seguirse agudizando, como: el desempleo, la inflación, excesivos niveles de endeudamiento, brotes de inseguridad, las reacciones proteccionistas de algunos países y potenciales desbalances monetarios.

Para Daboub, los riesgos actuales más grandes son: la escasez de los alimentos, con sus posibles aumentos; los altos precios de la energía; y la severa escasez del agua. "Cuando se habla de lentitud y de volatilidad, se habla de todos estos riesgos", detalló.

Si bien no existen recetas mágicas, en Davos se enfatizó en la necesidad de fortalecer y desarrollar el sector privado, aumentar la seguridad, combatir la corrupción y crear incentivos apropiados para usar eficientemente los recursos.

La inestabilidad política también es preocupante para los 2,500 líderes participantes, que significó una representación del 100% del Producto Interno Bruto (PIB) del mundo.

La crisis europea fue uno de los debates más importantes durante el cónclave, en el que se aseguró que la crisis en dicha zona ya había quedado atrás.

También se abordó el tema de la guerra de las monedas, pero este no acaparó tanto la atención, más que para China y Estados Unidos.

Los grandes países miembros de la OMC, aprovecharon la cita para fijar una fecha clave y tratar de concluir en julio próximo las negociaciones de la ronda de Doha de liberalización del comercio, lanzadas en 2001 y en punto muerto desde hace más de dos años.

El ministro japonés de Economía, Comercio e Industria, Banri Kaieda, confirmó que se acordó "tener un texto revisado hacia Pascua (fines de abril) y un conjunto concluido en julio".

Las negociaciones de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que pretenden reducir o anular los derechos aduaneros de miles de productos y prevén limitar considerablemente las subvenciones a la agricultura, se iniciaron en 2001 en la capital de Qatar.

Sin embargo, siguen en punto muerto desde hace más de dos años debido a las persistentes diferencias entre los países desarrollados, los emergentes y las economías en desarrollo. Presente en la reunión en Davos, el ministro de Asuntos Exteriores brasileño, Antonio de Aguiar Patriota, se mostró prudente sobre la tarea que queda por delante y aseveró que "todavía hay diferencias" por resolver.

El representante de Comercio estadounidense, Ron Kirk, dijo que, si bien su país está comprometido a buscar un acuerdo, "no hubo acuerdo general sobre un plazo".

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