sábado, 4 de junio de 2011

Carteles de la droga mexicanos se expanden a centro y sur américa

Tomado de The Wall Street Journal

Por Darcy Crowe y David Luhnow

BOGOTÁ – Los mayores carteles de México están expandiendo sus operaciones por América Central y del Sur, ganando poder conforme se diversifican y se consolidan en nuevas regiones pero también exponiéndose a nuevos retos, según altos funcionarios de las fuerzas del orden.

Los carteles como el de Sinaloa y los Zetas están enviando más hombres a Sudamérica que antes, buscando llenar el vacío que ha dejado la extinción en años recientes las poderosas organizaciones colombianas del narcotráfico.

"Hay más emisarios de carteles mexicanos de la droga en Sudamérica que nunca antes en la historia de los carteles y operaciones de drogas mexicanos", asegura Jay Bergman, director regional andino para la Administración de Control de Drogas de EE.UU., en una entrevista esta semana.

Los traficantes en Colombia, Perú y Bolivia, que en el pasado constituían el epicentro del negocio de la cocaína, están siendo relegados al rol de proveedores mayoristas, en tanto los carteles mexicanos ahora están asumiendo un papel mayor en la logística de enviar grandes cargamentos de cocaína desde Sudamérica, dijo Bergman.

La expansión de los carteles mexicanos a Sudamérica refleja una reestructuración fundamental que ha estado ocurriendo durante varios años en el negocio de la cocaína, que ha desplazado su centro de poder de Sudamérica a México.

Mientras Colombia libraba una batalla exitosa en la década de 1990 para desbaratar los carteles de Medellín y Cali en muchos grupos pequeños, los colombianos perdieron su ventaja sobre los mexicanos, quienes habían actuado como intermediarios en el negocio. Gracias a un mayor número proveedores colombianos de cocaína menos poderosos, las organizaciones mexicanas ahora atizan la competencia entre los proveedores y obtienen precios mucho menores.

El resultado: los traficantes de México se convirtieron en "fijadores de precios" en vez de "tomadores de precios", según Luis de la Calle, economista y ex alto funcionario comercial mexicano. "Los mexicanos reemplazaron a los colombianos como los oligopolistas del negocio de la cocaína", dijo.

El efecto fue un drástico aumento en las ganancias —y el poder— para los traficantes mexicanos, allanando el camino tanto para el crecimiento de los carteles mexicanos y a una lucha por el botín. Desde diciembre de 2006, unas 40.000 personas en México han muerto debido a la violencia entre los carteles.

Entretanto, los debilitados carteles colombianos se volvieron blancos más fáciles para las fuerzas del orden de Colombia.

Hoy día, los grupos de traficantes de drogas colombianas se concentran en la producción y dejan el aspecto más riesgoso del tráfico a los mexicanos, dijo Bergman.

Los carteles mexicanos están también expandiendo sus operaciones en América Central, tanto para eludir la atención en México y explotar países con menos recursos y donde el estado de derecho ha sido históricamente más débil.

Las incautaciones de cocaína han aumentado por toda América Central, según Antonio Mazzitelli, representante de México ante la Oficna de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. El cartel de Sinaloa está incluso tratando de cultivar amapolas en Guatemala, dijo.

Mazzitelli dijo esta semana en una conferencia en México que el cartel de Sinaloa y los Zetas creen que México se está volviendo demasiado complicado, por lo que están comenzando a mudarse a América Central. Guatemala, El Salvador y Honduras están ya entre los países más violentos del mundo, donde las tasas de homicidio están muy por encima de las de México.

Aun cuando algunos de los carteles notoriamente más violentos de México, como los Zetas, están activos en Colombia, los mexicanos se han cuidado de evitar tomar violentamente el control del negocio de los colombianos, según Bergman. Eso se debe principalmente a que los mexicanos temen a las fuerzas del orden colombianas.

"Ningún cartel mexicano quiere venir aquí y competir cabeza a cabeza con los colombianos", dijo Bergman. "En materia de negocios, nunca fue nada parecido a una adquisición hostil en Wall Street", agregó.

El mayor papel que los mexicanos están tomando en el negocio de las drogas está abriendo nuevos flancos conforme las autoridades buscan desbaratar sus operaciones. "El talón de Aquiles para una organización del narcotráfico es cuando se extienden excesivamente", dijo Bergman.

"Los carteles mexicanos estaban protegidos, pero ahora no tienen esa protección porque tienen que mudarse a Sudamérica".

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