La princesa Máxima de los Países Bajos, nacida en
Buenos Aires, Argentina como Máxima Zorreguieta Cerruti, es la esposa
del príncipe heredero de los Países Bajos, Guillermo
Alejandro de Orange-Nassau.
Máxima, reina de elegancia en el Día del Príncipe
La argentina volvió a deslumbrar con su estilo en uno de los actos más importantes para la casa real holandesa
El martes pasado, como todos los terceros
martes de septiembre desde 1815, se celebró en La Haya el Día del Príncipe
(Prinsjesdag en neerlandés), fecha que señala en los Países Bajos la apertura
ceremonial del curso parlamentario y en la que el Ministro de Economía de turno
presenta formalmente los presupuestos del Estado para el año próximo. La reina,
por su parte, se dirige a los representantes del Senado y Congreso holandeses
en el Troonrede o "discurso del trono", cuya ceremoniosa lectura se
realiza en la Sala de Armas situada en la plaza Binnenhof de la capital de los
Países Bajos.
Se trata de un evento que cuenta con todos
los condimentos para agasajar a los Orange: la reina recorre el trayecto que va
desde el palacio hasta el Parlamento en la Carroza de Oro, un regalo de la
ciudad de Amsterdam a la reina Guillermina en su coronación. Luego, al término
de la ceremonia, la familia real sale a saludar a los ciudadanos desde el
balcón del Palacio Noordeinde. Unas 40 mil personas se reunieron en las calles
para rendir tributo a los príncipes y a la reina Beatriz, a pesar del mal
tiempo.
Aunque los verdaderos protagonistas de la
jornada eran el príncipe Guillermo y la reina, Máxima no pudo evitar ser el
centro de atención. El pueblo la aplaudía ante cada gesto, y los flashes se
concentraron en ella y en su estilo siempre deslumbrante. Para esta ocasión,
eligió un acertadísimo look: vestido largo color bordeaux, con un sombrero a
tono.
La reina Beatriz abandonó el Palacio de
Noordeinde a la una de la tarde en punto, tal y como rige la tradición, camino
de la Sala de Armas, acompañada de los príncipes herederos Guillermo y Máxima,
y precedida del séquito, compuesto por el príncipe Constantino y la princesa
Laurentien y la princesa Margarita junto a su marido, Peter van Vollenhoven.
Además de los miembros de la Casa Real la comitiva también estuvo formada por
diversos cuerpos militares como la Guardia Real, los Granaderos, o la
Caballería Real. Durante el trayecto se dispararon cada minuto salvas para
informar a los ciudadanos de que la Reina estaba de camino de la plaza
Binnenhof. Cuando finalmente llegó, una fanfarria interpretó el Wilhelmus,
himno nacional de los Países Bajos. La Reina y los demás miembros de la Casa
Real descendieron de los carruajes y se dirigieron a la escalinata de entrada,
lugar en el que se rindió homenaje a la bandera nacional.

En su discurso, la reina instó al esfuerzo
y a la solidaridad en tiempos de crisis económica en el continente europeo.
"La crisis financiera que afecta a escala internacional también ha
golpeado fuertemente en nuestro país", dijo, y subrayó que las medidas
para salir de la crisis "no se pueden retrasar". "Las generaciones
que nos precedieron demostraron que pese a vivir igualmente en tiempos
turbulentos llegaron a acuerdos para superar los problemas", agregó.
Tras el discurso la comitiva volvió al Palacio
Noordeinde. Luego de un breve desfile militar la Familia Real salió como es
tradición al balcón del Palacio para saludar a los ciudadanos que los esperaban
con aplausos y vítores. Acto seguido el Primer Ministro saliente, Mark Rutte,
ofreció un almuerzo en su domicilio, la Cathuis, para los miembros del Gobierno
y otras altas autoridades.
me encanta esta princesa la mas bonita simpatica y buena honda de toda la realeza europea los holandeses se llevan lo mejor felicidades
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