jueves, 1 de septiembre de 2011

Testigo desmiente haber presenciado supuesta entrega de dinero a presidente francés

Tomado de RFI

La enfermera de Liliane Bettencourt desmiente haber presenciado cómo la dueña del imperio L’Oréal entregó dinero en efectivo a Nicolas Sarkozy para financiar su campaña electoral, como afirman en un libro publicado este jueves dos periodistas de Le Monde. Para los reporteros, la enfermera cambia de versión por que es víctima de una intimidación, la misma que sufren -según ellos- los involucrados en el caso.

El caso “L’Oréal/Bettencourt” experimentó el miércoles un enésimo vuelco. Pocas horas antes de que saliese a la calle el libro “Sarko m’a tuer”, donde dos periodistas de Le Monde aseguran que Nicolas Sarkozy recibió en 2007 dinero en efectivo de Liliane Bettencourt para financiar la campaña electoral que lo llevó a la Presidencia, la principal testigo citada por los reporteros desmintió que hubiese presenciado la entrega de dinero al presidente francés.

El relato de la enfermera es clave en la acusación que salpica al jefe de Estado francés, ya que ésta fue designada como testigo de la supuesta entrega de dinero por la jueza Isabelle Prévost-Desprez, que instruyó el caso antes de ser apartada de la causa. Según consta en la investigación periodística, la magistrada declaró que su asistenta escuchó de boca de la enfermera de Bettencourt cómo la dueña de L’Oréal entregaba en efectivo a Sarkozy.

Sin embargo, el miércoles la enfermera declaró al semanario Marianne que “no había hablado de entrega de sobres a Sarkozy, ni a nadie más”, aunque añade que recibió “amenazas de muertes” por este “delicado caso”.

Para los autores de “Sarko m’a tuer”, los periodistas Fabrice Lhomme y Gérard Davet, las nuevas declaraciones de la enfermera no han más que confirmar la hipótesis de una campaña de intimidación del jefe del Ejecutivo.

“Si algunos ven un desmentido, yo veo más bien una confirmación de lo que anunciamos en el libro, es decir un clima de miedo instalado para disuadir a la gente de hablar. Los testigos del caso Bettencourt que disponían de informaciones comprometedoras para Sarkozy fueron sometidos a una presión infernal”, sostiene el periodista Fabrice Lhomme.

“Cuando un testigo es objeto de amenazas de muerte, no hay que extrañarse de que esta persona no se haga cargo de dichos que acusan al presidente de la República. Lo contrario sería absurdo”, agrega Lhomme, y añade que existe un segundo testigo de la entrega de dinero que será identificado durante el proceso que se lleva a cabo en la ciudad de Bordeaux.

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